YEMEN CUMPLE UN AÑO DE GUERRA CON MÁS DEL 80% DE LA POBLACIÓN NECESITADA DE AYUDA

- El cese de las hostilidades comenzará el próximo 10 de abril, según la ONU. La guerra en Yemen llega este sábado a su primer aniversario después de que una coalición internacional liderada por Arabia Saudí lanzara en la madrugada del 26 de marzo de 2015 los primeros bombardeos contra los rebeldes hutíes (chiíes aliados de Irán y partidarios del expresidente Ali Abdalá Saleh). Cerca de 21,2 millones de personas, más del 80% de la población del país, necesitan ayuda humanitaria.
Las partes en el conflicto han acordado un cese de las hostilidades que comenzará el próximo 10 de abril, como un adelanto de las conversaciones de paz que se mantendrán en Kuwait el 19 de ese mes, según Naciones Unidas.
Desde hace un año, casi 9.000 civiles han muerto y alrededor de 16.000 han resultado heridos por los bombardeos, según los rebeldes hutíes, mientras que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, señala que la guerra ha causado algo menos de 9.000 víctimas civiles (3.218 muertos y 5.778 heridos), la mitad de ellas por los ataques aéreos de la coalición árabe.
Uno de cada 10 yemeníes (2,4 millones) se ha visto obligado a desplazarse y 14 millones necesitan asistencia alimentaria y sanitaria. Además, según el coordinador humanitario de la ONU para Yemen, Jamie McGoldrick, la petición de ayuda humanitaria de 1.800 millones de dólares (1.600 millones de euros) para este año, lanzada el pasado mes de febrero, ha alcanzado apenas un 12%.
El conflicto ha provocado que las infraestructuras de salud que continúan operativas trabajen lejos de su nivel óptimo, con restricciones a la distribución de suministros sanitarios y acceso limitado a medicinas para enfermedades crónicas. Más de 100 dependencias de salud han sido objeto de incidentes violentos y 11 trabajadores del sector han muerto por la violencia en Yemen, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuye comida a unos tres millones de personas cada mes, pero tiene restricciones presupuestarias, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) focaliza en tres áreas las necesidades urgentes de Yemen: remoción de minas, restauración de los servicios públicos y activación del empleo.
EL 90% DE LOS NIÑOS, DESESPERADOS
Por otro lado, cerca del 90% de los niños de Yemen necesitan ayuda humanitaria de emergencia y la situación desesperada de 10 millones de menores está siendo ignorada en gran medida, según Save the Children.
"Toda una generación de niños -el futuro de Yemen- está siendo abandonada a su suerte", apunta Edward Santiago, director de esta ONG en el país, quien recalca que, “para millones de niños el terror de los ataques aéreos y los bombardeos y la destrucción de todo lo que les rodea se ha convertido en un hecho de la vida diaria”.
Save the Children subraya Yemen ya era el país más pobre y menos desarrollado de Oriente Próximo antes de la guerra, pero precisa que ahora hay más niños en riesgo porque el conflicto continúa y existen obstáculos para la entrega de ayuda humanitaria y suministros comerciales.
Además, casi la mitad de los menores en edad escolar están fuera de la escuela y cada semana se producen dos ataques de media contra centros educativos, en tanto que más de 1.600 colegios se encuentran cerrados o son utilizados como refugio de emergencia para las familias que han huido de sus hogares.
HAMBRE
Otro de los efectos adversos de la guerra es el hambre, puesto que Oxfam ha advertido de que se avecina una crisis bancaria en Yemen que amenaza con llevar a millones de personas a la hambruna, dado que los bancos internacionales son cada vez más reacios a conceder créditos a los importadores y el Banco Central de Yemen lucha por estabilizar los precios en el mercado de alimentos.
Oxfam apunta que la destrucción de granjas y mercados, un bloqueo de las importaciones comerciales y una crisis de combustible de larga duración han causado una caída en la producción agrícola, la escasez de suministros y precios exorbitantes de los alimentos, en tanto que los ataques aéreos también han afectado a las principales rutas de abastecimiento, almacenes con ayuda alimentaria y vehículos que transporten suministros humanitarios, lo que ha agravado la crisis alimentaria.
El director de Oxfam en Yemen, Sajjad Mohamed Sajid, indica que Yemen vive ahora “una de las mayores emergencias humanitarias del mundo”, pero “la mayoría de las personas no son conscientes de ello”. “Hombres, mujeres y niños se ven atrapados entre el bombardeo imprudente desde el cielo y el bombardeo indiscriminado en el suelo, sin ningún lugar donde esconderse”, explica.
Sajid recalca que cerca de 14,4 millones de yemeníes (más de la mitad de la población del país) tiene hambre y “la mayoría no van a ser capaces de soportar los crecientes precios de los alimentos si los importadores no son capaces de operar por un sistema financiero deteriorado”.
EMBARGO DE ARMAS
Por su parte, Amnistía Internacional apunta que Estados Unidos y Reino Unido (“con diferencia” los principales suministradores de Armas a Arabia Saudí), así como otros países, han seguido transfiriendo armas que se han utilizado para cometer y facilitar graves abusos, lo que ha generado en Yemen “una crisis humanitaria de una magnitud sin precedentes”.
“Los socios internacionales de Arabia Saudí han echado leña al fuego, al inundar la región de armas a pesar de los indicios cada vez más abundantes de que ese armamento ha facilitado la comisión de crímenes atroces y del riesgo evidente de que los nuevos suministros puedan utilizarse para cometer graves violaciones de derechos humanos. No sólo eso, sino que no han abierto una investigación internacional independiente sobre los abusos que han destrozado las vidas de miles de civiles”, afirma James Lynch, director adjunto para Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional.
Esta organización destaca que todas las partes en el conflicto han cometido “violaciones generalizadas del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho humanitario, incluidos posibles crímenes de guerra”.
Amnistía Internacional insta a todos los Estados a garantizar que no suministran a ninguna parte en el conflicto de Yemen armas, municiones, equipos militares o tecnología que puedan utilizar en la guerra, lo que se aplica también al apoyo logístico y económico.

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