Exiliado de la Guerra Civil

Casals, el médico español que clasificó más de 10.000 virus y casi murió de uno

El investigador de origen catalán se asentó en Estados Unidos, lugar desde el que se erigió como en pieza clave en la lucha mundial contra la aparición de nuevas enfermedades procedentes de animales. 

El doctor Casals (en la fila de en medio, quinto por la izquierda), con sus colegas investigadores.
El doctor Casals (en la fila de en medio, quinto por la izquierda), con sus colegas investigadores.
University of Yale

En enero de 1969 una enfermera de 69 años asignada a una misión en Lassa, Nigeria, contrajo una extraña enfermedad. Laura Wine decía que no podía tragar. Al examinarla, los médicos vieron que tenía llagas en la garganta. Pensando que tenía una infección bacteriana, le administraron penicilina.

Empeoró. La fiebre le subió a 38,3, sufría deshidratación aguda, la sangre se le coagulaba, padecía una falta total de proteínas en la orina. Los médicos se dieron cuenta de que sus síntomas indicaban que sufría de algo completamente diferente a las enfermedades tropicales de la zona.

En los días siguientes, su cuerpo empezó a hincharse, su piel mostraba signos de hemorragia, sus latidos se volvieron irregulares, se desorientó y dejó hablar correctamente. Al final, Wine empezó a tener convulsiones y murió. Cuando le hicieron la autopsia, descubrieron que todos los órganos del interior estaban destrozados. Lo peor es que las enfermeras y los médicos, incluidos los forenses, empezaron a padecer los mismos síntomas y a morir.

Una de las misioneras fue enviada al hospital presbiteriano de Columbia, en Nueva York, donde fue puesta en vigilancia extrema y aislada. Se llamaba Lily Pinneo. Una muestras de la garganta de la misionera así como de tejidos del cerebro y sangre de otros pacientes fueron enviadas a Jordi Casals. El doctor Jordi Casals tenía en su laboratorio de la Universidad de Yale la colección más grande del mundo de virus hemorrágicos y portados por insectos, almacenados bajo cuidadosa seguridad en congeladores. Era la autoridad mundial en ese género de detecciones y arbovirus de la Fundación Rockefeller. Arbovirus procede del término "arthropod borne virus", los virus causados por cualquier tipo de insecto, desde mosquitos hasta garrapatas.

"Para proteger a su personal, Casals insistió en que solo él estudiaría a los ratones que habían sido inyectados experimentalmente con el agente misterioso", explica Laurie Garrett en su libro 'La plaga que viene'. "Los roedores se mantuvieron en una habitación hermética especial, a la que Casals nunca entró sin ponerse primero una máscara, gafas y guantes. Día tras día, Casals inyectó muestras del microbio misterioso de la enfermera en animales de prueba, buscando pistas sobre la identidad del agente".

Después de muchas pruebas, Casals llegó a la conclusión de que era algo completamente nuevo. Con un microscopio electrónico, logró ampliar la imagen de las muestras y lo vio: era una esfera con pinchos muy sobresalientes. Así era el virus de Lassa. Casals una vez que logró aislarlo e identificarlo, se dio cuenta de que estaba hecho de ARN en lugar de ADN. Descartó que pudiera transmitirse por mosquitos sino por ratas. 

Y entonces sucedió algo inesperado. La misionera Pinneo comenzó a mejorar, pero el doctor Casals empeoró. Al principio pensó que era una gripe, pero a las pocas horas comenzó a tener los mismos síntomas del virus de Lassa. Casals fue aislado, la fiebre sobrepasó los 38 grados, se debilitó y fue entonces cuando pidió que le inyectaran suero de la misionera Pinneo. "Los investigadores y médicos debatieron si darles a Casals un plasma que contenía anticuerpos", dice la web de la Universidad de Yale. "Aunque estaban convencidos de que tenía fiebre de Lassa, confirmarlo tomaría 96 horas, tiempo que Casals no disponía. Si estaban equivocados, una infusión de anticuerpos podría causar una reacción cruzada". Como no había otra salida, inyectaron el plasma de la misionera, y a los pocos días Casals ya estaba dado de alta.

¿Quién era este doctor Casals tan respetado en el mundo? Jordi Casals había nacido en la población catalana de Viladrau en 1911. Se licenció en medicina en 1934 y trabajó en el Clínico de Barcelona hasta 1936. Cuando estalló la Guerra Civil huyó a Estados Unidos, y empezó a trabajar en el departamento de Patología de la Universidad de Cornell. En 1996 fue nombrado profesor de epidemiología por la Universidad de Yale, bajo la Fundación Rockefeller.

Casals había estudiado toda clase de virus causantes de enfermedades como polio, encefalitis japonesa, rabia, encefalitis de San Luis, Junin, Machupo, LCM (coriomeningitis linfocítica en ratones), así docenas de virus hemorrágicos encontrados en personas y monos, y una gran cantidad de mosquitos.

También ya había intentado identificar el llamado virus de Marburgo en 1967, una extraño patógeno que llegó a la ciudad alemana de Marburgo a través de varios monos destinados a un zoológico. Se infectaron decenas de personas y murieron casi la mitad. Esta vez Casals decidió ir a conocer al portador de su enemigo y, una vez curado, viajó hasta Nigeria y a Sierra Leona, donde la epidemia estaba causando estragos. Casals y su equipo estuvieron durante semanas reuniendo toda clase de animales: perros, gatos, ratas, ratones, murciélagos…

Casals determinó que el virus de Lassa procedía de los excrementos de un roedor que vivía en las casas de los aldeanos. En la temporada de lluvias, los roedores se refugiaban en las casa de los aldeanos, y sus excrementos tomaban contacto con la población cuando las mujeres limpiaban las casas con escobas. Para eliminar el virus había que eliminar la población de ratas. Por esta y por su lucha contra los virus, Casals se convirtió en una de las eminencias mundiales en virus. Fue asesor de Organización Mundial de la Salud, del Walter Reed Army Institute of Research, de los US National Institutes of Health y del International Committee on Taxonomy of Viruses, según la web de la Real Academia de la Historia. 

"Fue miembro de numerosas sociedades científicas, entre ellas, la New York Academy of Sciences, la Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene, la Sociedad Belga de Medicina Tropical y la Sociedad Francesa de Microbiología". Clasifico más de 10.000 virus, gracias a lo cual, muchos epidemiólogos y virólogos recuerdan su trabajo en estos días, en los que otro virus ha logrado casi paralizar al mundo, y matar a más de 400.000 personas. Murió en febrero de 2004 en Nueva York.

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