El estado de la pobreza preocupa y polariza cada vez más a Estados Unidos

  • Una semana después de que los ricos del mundo advirtiesen en la localidad suiza de Davos de la "peligrosa" desigualdad global, el presidente Barack Obama se prepara para alertar y anunciar medidas contra la brecha de ingresos en su país, un tema que preocupa y polariza cada vez más a EE.UU.

Teresa Bouza

Washington, 27 ene.- Una semana después de que los ricos del mundo advirtiesen en la localidad suiza de Davos de la "peligrosa" desigualdad global, el presidente Barack Obama se prepara para alertar y anunciar medidas contra la brecha de ingresos en su país, un tema que preocupa y polariza cada vez más a EE.UU.

La Casa Blanca ha adelantado que la desigualdad, a la que Obama se ha referido como "el desafío definitorio de nuestro tiempo", será uno de los ejes centrales del discurso anual sobre el Estado de la Unión que el presidente pronunciará mañana martes ante el Congreso.

El tema preocupa a la mayoría de los estadounidenses a juzgar por una encuesta reciente de la firma Gallup, que muestra que dos terceras partes de la población del país están descontentos con la actual distribución de la riqueza en el país.

Otro sondeo conjunto divulgado la semana pasada por el centro Pew Research y el diario USA Today apunta en la misma dirección, al revelar que el 65 % de los estadounidenses cree que la brecha entre ricos y pobres se ha agrandado en la última década.

La opinión pública refleja, en este caso, correctamente la realidad: casi una tercera parte de los ingresos totales del país en 2012 fueron a parar a manos del 1 % de las familias más ricas, el mayor porcentaje desde los años 20, según investigadores de la Universidad de California en Berkeley.

Los datos del economista Emmanuel Saez, de Berkeley, muestran que los ingresos del 1 % de los estadounidenses que más ganan aumentaron un 31 % entre 2009 y 2012 ajustados por la inflación, mientras que el resto de estadounidenses se embolsó un raquítico aumento del 0,4 % en el periodo.

La mayoría de los economistas coincide en que cierta desigualdad es necesaria para recompensar el trabajo duro, el talento y la innovación, pero alertan de que una brecha muy amplia no es saludable.

Los expertos recuerdan, en ese sentido, que la Gran Depresión de los años 20 y la Gran Recesión que se produjo tras el reciente estallido de la burbuja inmobiliaria estuvieron precedidas de crecientes disparidades y un enorme, y generalizado, endeudamiento.

Con esos datos sobre la mesa y en un año de elecciones legislativas en las que los demócratas tendrán que defender su mayoría en el Senado -se adelanta que la Cámara Baja siga en manos republicanas- Obama ultima un discurso que a juzgar por las encuestas tendrá eco en el país, aunque no está exento de riesgos.

Y es que pese a que la mayoría coincide en que la desigualdad es creciente, existen marcadas diferencias partidistas sobre qué hacer al respecto e incluso sobre la propia necesidad de actuar.

Así, el sondeo reciente de Pew Research y el USA Today muestra que mientras que la mayoría de correligionarios demócratas de Obama y los independientes creen que el Gobierno tiene que tomar cartas seriamente contra la desigualdad, un 48 % de los republicanos considera que el Gobierno no debería de hacer nada.

El que muchos de los 21 escaños ahora en manos demócratas que se prevé serán reñidos en las legislativas de noviembre estén en estados sureños de tendencia conservadora deja en una situación delicada a Obama, quien se adelanta a abogar por medidas como el incremento del salario mínimo para reducir la desigualdad.

Los republicanos, mientras tanto, ya han comenzado a calentar motores y acusan a Obama de haber empeorado, de hecho, la desigualdad en el país.

"El presidente está preparando discursos sobre la desigualdad", dijo el pasado viernes el presidente del Comité Nacional Republicanos, Reince Priebus, durante una reunión de su partido, para añadir a continuación: "Creo que (Obama) debería de mirarse al espejo, porque con él al frente todo ha empeorado".

Priebus se refirió al incremento de la pobreza y a la mayor solicitud de cupones alimentarios para cubrir los costos de la comida durante la presidencia de Obama.

A la espera del discurso sobre el Estado de la Unión flotan en el aire las conclusiones del foro de Davos, que identificó la desigualdad de ingresos como la segunda mayor amenaza para la economía global.

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