El turismo supone el 10% del PIB gallego

Milagro tras la Covid: Galicia anticipa récord de peregrinos por el año Xacobeo

El valor económico de cada persona que hace el Camino de Santiago equivale al de 2,3 turistas nacionales, ya que están más días en la región. Empresarios y políticos locales esperan mejorar las cifras de 2019. 

El Camino de Santiago por la costa cumple hoy su primer año como Patrimonio de la Humanidad
Milagro tras la Covid: Galicia anticipa récord de peregrinos por el año Xacobeo
EUROPA PRESS

Paso a paso y sin correr, el turismo en el norte de España recupera su camino. La pandemia puso en jaque a todos los actores implicados en la promoción del año santo Xacobeo, que debía celebrarse en 2021 y el Papa Francisco extendió hasta el 31 de diciembre de 2022. La medida, más política y económica que religiosa, ha acabado siendo un éxito: el Camino de Santiago, principal atractivo turístico de Galicia y motor de la economía turística de la región, aspira a lograr cifras históricas.

Los datos de lo que va de 2022 muestran un comportamiento récord de los peregrinos que optan por hacer el Camino de Santiago: mayo se cerró con más de 93.500 compostelas entregadas desde que empezara el año, mejorando la cifra de 2019, cuando fueron 87.500, lo que supone la recuperación completa de los niveles prepandemia. De hecho, a finales de junio esperaban superar los 100.000 visitantes, dato que normalmente tardaba en llegar hasta finales de julio.

El valor del camino no reside sólo en la llegada: los peregrinos van dejando su huella allá por donde pasan. Aunque hay una mayoría de caminantes que opta por hacer los cien últimos kilómetros -lo que beneficia principalmente al interior gallego, muy afectado por la despoblación-, las distintas rutas hacia Santiago tienen su paso por regiones limítrofes como Asturias, León o el norte de Portugal, donde también dejan notables beneficios económicos.

impulsan el empleo y el comercio local

  • El gasto de cada peregrino equivale al de 2,3 turistas nacionales que visitan Galicia

Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) señala la importancia de este tipo de viajeros, a priori modestos: el gasto que dejan los peregrinos apenas supone el 2,3% del gasto turístico total de Galicia, pero generan un 18% más de empleo que el vinculado al turismo regular. También tiene una gran relevancia a nivel micro: el valor económico de cada caminante equivale al de 2,3 turistas nacionales, ya que su presencia se expande durante más días, gasta el 61% de su presupuesto en comer frente al 26% de un turista estándar y prefiere consumir productos de la zona.

Los dirigentes locales no ocultan su satisfacción por los datos de este año, que plasman la recuperación tras dos perdidos por la pandemia. Mayo se convirtió en el mejor de la historia para el sector turístico gallego, con más de 766.000 pernoctaciones y 442.500 viajeros, el triple de los registrados en 2021. El sector turístico representa el 10,4% del PIB de la región y la Xunta afirma haber invertido un total de 180 millones en la promoción del doble Año Santo, además de contar con fondos europeos.

Juan Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), destaca el papel clave del Xacobeo en la recuperación del turismo, y aunque asegura que ya se nota la presencia de peregrinos procedentes de Francia, Italia o Estados Unidos, echa en falta a los asiáticos: "Antes venían 25.000 peregrinos de Corea que no han acudido por el cierre de fronteras". Para ello, Vieites apuesta por hacer una "reactivación internacional", ya que durante el año pasado, tres cuartas partes de los que completaron el camino fueron visitantes nacionales.

Uno de los grandes beneficiarios de la campaña serán, a juicio del presidente de la CEG, las agencias de viajes, grandes afectadas por las restricciones a la movilidad derivadas del control del coronavirus, quienes tratan de adaptarse a las nuevas circunstancias: "Los nuevos peregrinos quieren despreocuparse de las reservas y esa es una nueva potencialidad del Camino, que es apto para todos los públicos y bolsillos", afirma.

"Antes venían 25.000 coreanos que no han acudido por el cierre de fronteras"

En Santiago de Compostela, fin de trayecto para algunos -otros siguen hasta Finisterre o Muxía-, la satisfacción es más moderada. José Manuel Bello, presidente de Compostela Monumental, la asociación de comerciantes de la capital gallega, espera llegar a las cifras de 2019, cuando alcanzaban "en torno a 1.800 personas diarias, de las cuales el 70% eran extranjeras, que tienen un poco más de poder adquisitivo". Cree que los servicios de alojamiento y restauración ya han recuperado su actividad habitual, pero teme por el pequeño comercio, que se puede ver afectado por el aumento de precios: "A los negocios que se dedican al turismo de compras les va a costar más", para los cuales pide "que lleguen los fondos europeos prometidos".

Ser o no ser final o principio de etapa es un factor diferencial. Pedrafita do Cebreiro (Lugo), es la puerta de Galicia para el camino francés, el más transitado. Con 941 habitantes censados en 2021, es también el municipio más envejecido de la ruta y uno de los más afectados por la despoblación de la España interior: ha perdido al 75% de su población durante el último siglo. José Luis Raposo, su alcalde, asegura a La Información que el Camino ha permitido mantener o incluso hacer crecer aquellos núcleos próximos a la ruta, además de atraer empleo: "Los locales que se abren, funcionan y perduran, especialmente en verano". La Universidad de Santiago confirma esta afirmación: "El Camino contribuye muy significativamente a mantener la población del municipio". Al 75% de los vecinos de Pedrafita les agrada la presencia de estos visitantes temporales, que han permitido mejorar en un 30% la tendencia demográfica del pueblo entre 2001 y 2016.

Todo está listo en Galicia para recibir a sus visitantes más antiguos, aunque quienes viven de esto alzan la mirada hacia una de las pocas variables que no se pueden controlar: la meteorología. "El verano va a ser bueno. La clave será, como siempre en Galicia, la climatología. La gente cambia de planes si tienes una semana mala, así que si nos ayuda un poco el clima, puede ser muy bueno", concluye Vieites. Las sensaciones se confirmarán el 25 de julio, cuando Santiago espera recibir al grueso de sus visitantes coincidiendo con la fiesta del Apóstol. Lo harán casi todos los que lo empiezan, como cada año, si es que han seguido correctamente las flechas que indican el buen camino.

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