Rusia baraja contramedidas ante posibles sanciones por intervención en Crimea

  • Rusia, pese al aparente repliegue de su intervención militar en la república autónoma ucraniana de Crimea, comenzó hoy a plantearse contramedidas ante la eventualidad de que Occidente decida imponerle sanciones.

Moscú, 5 mar.- Rusia, pese al aparente repliegue de su intervención militar en la república autónoma ucraniana de Crimea, comenzó hoy a plantearse contramedidas ante la eventualidad de que Occidente decida imponerle sanciones.

El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia anunció hoy que elabora un proyecto de ley para decomisar activos extranjeros como respuesta a las posibles sanciones occidentales contra Moscú.

"El borrador de ley contempla otorgar estas facultades (de decomisar activos) al presidente y al Gobierno para proteger nuestra soberanía", declaró el jefe del Comité de Legislación Constitucional del Senado, Andréi Klishas, autor de la iniciativa.

El senador agregó que actualmente los juristas "estudian minuciosamente" la posibilidad de implantar dichas medidas en el marco legal y añadió no dudar de que "eso se corresponda con los estándares europeos".

La propuesta de Klishas aún no ha sido comentada por el Kremlin, que ayer descartó la sugerencia del economista Serguéi Gláziev, consejero del presidente ruso, Vladímir Putin, de negarse a pagar los créditos y abandonar el dólar como medio de pago en su comercio internacional en caso de sanciones.

"Son declaraciones a título personal", aclaró la oficina de prensa de la Presidencia rusa.

Putin, que ha advertido de que, dada la globalización, unas sanciones contra Rusia afectarían también a quienes las impusieran, llamó hoy "a no trasladar el componente político a los asuntos relativos a la cooperación económica".

El jefe del Kremlin repitió casi literalmente estas palabras en dos reuniones: con la plana mayor de su Gobierno y con los presidentes de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, y Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

Putin, que ayer advirtió de que todavía examina la posibilidad de emplear las fuerzas armadas en Ucrania para garantizar la seguridad de los rusos y rusohablantes que viven allí, expresó hoy que no hay que crear dificultades económicas adicionales al vecino país.

Así lo manifestó tras ser informado por el viceprimer ministro Dmitri Rogozin de que Rusia ha suspendido el envío de combustible nuclear a sus clientes en Europa del Este a través de Ucrania debido la inestabilidad que se observa allí.

"Tenemos problemas para el tránsito de combustible nuclear a través del territorio de Ucrania a nuestros socios en Europa del Este. Y hay problemas relacionados con el suministro de combustible a las propias centrales nucleares de Ucrania", dijo Rogozin.

Según el viceprimer ministro ruso, las plantas nucleares ucranianas tienen combustible sólo para dos meses.

La presidenta del Senado, Valentina Matvienko, se sumó a los llamamientos a la calma y pidió la clase política abstenerse de declaraciones sobre la crisis en Ucrania que "puedan echar leña al fuego y crear tensión artificial".

"En esta situación, hay que sopesar cada palabra y hay que buscar, con la cabeza fría, las vías para el arreglo de la situación", dijo Matvienko, que ocupa el tercer lugar en la jerarquía del poder en Rusia, al inaugurar la sesión plenaria de la Cámara Alta.

Pidió a los legisladores conservar la calma y "continuar buscando con tranquilidad un arreglo pacífico de la situación", aunque admitió que en la actual situación es difícil contener las emociones.

El pasado sábado, el Consejo de la Federación autorizó por unanimidad a Putin a emplear las Fuerzas Armadas del país en el territorio ucraniano después de que soldados sin distintivo fueran desplegados en la república autónoma de Crimea, territorio ruso hasta 1954, cuando fue regalado a Ucrania.

La península alberga la base -en alquiler- de la flota rusa del Mar Negro.

Aunque Rusia ha negado que se trate de efectivos suyos, la comunidad internacional ha condenado esas acciones como una abierta intervención militar de Moscú, demanda la retirada de las tropas y exige respeto por la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.

Rusia tiene a la Unión Europea como su principal socio comercial y suministra un tercio del gas y petróleo que necesita Alemania, cuyas empresas tienen inversiones directas en aquel país por valor de 20.000 millones de euros.

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