La comunidad educativa considera "imprescindible" vacunar a los tres millones de estudiantes de secundaria para "garantizar la presencialidad" del curso escolar 2021-2022. Es más, que los jóvenes entre 12 y 17 años puedan ser vacunados antes del inicio de curso "evitará que los colegios e institutos puedan ser el mayor foco de contagio de la Covid-19 en otoño" al concentrarse en los centros "la pandemia" si "el resto de la población está ya mayoritariamente vacunada y los estudiantes no". Si "los jóvenes están vacunados, al menos con una dosis, evitaríamos lo que está sucediendo ahora mismo en Portugal, donde el 30% de los brotes se producen en la escuela", asegura el presidente de la Federación de Asociaciones de Directores de Instituto (FEDADi), Raimundo de los Reyes García Candel.
El sindicato independiente de profesores ANPE también ha manifestado a La Información que la vacunación de los estudiantes "garantizará" la presencialidad del curso escolar 2021-2022, pero antes exige "culminar la vacunación de todo el profesorado" porque "todavía hay docentes que esperan su segunda dosis de Astrazeneca". Asimismo, pone el foco en su exigencia de "una reducción de ratios por aula y la dotación de profesorado suficiente para afrontar con garantías el próximo curso escolar", según explica Sonia García, Secretaria Estatal de Comunicación del sindicato.
Después de que a finales del mes de mayo la Agencia Europea del Medicamento (EMA) diera luz verde al uso de la vacuna de Pfizer para los mayores de 12 años, la Comisión de Salud Pública, en la que participan el Ministerio de Sanidad y las autoridades sanitarias autonómicas, aprobó este martes la vacunación de tres nuevos colectivos: el grupo 11 (de 30 a 39 años), grupo 12 (de 20 a 29 años) y, finalmente, el grupo 13 (entre 12 y 19 años). Se abría así la puerta a que los estudiantes puedan ser vacunados y la Ministra de Educación, Isabel Celaá, se tiró a la piscina este viernes al anunciar que confiaba en que los alumnos mayores de 12 años puedan estar vacunados "la primera semana de septiembre, la primera semana de curso". Ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fijó el inicio de la vacunación para alumnos de ESO y Bachiller "dos semanas antes del inicio de curso".
Tanto desde FEDADi como desde ANPE, sin embargo, "dudan" de que esto sea posible y los escolares, los de secundaria, comiencen el curso inmunizados. "Está por medio el mes de agosto, que es de vacaciones, no hay todavía un plan establecido de vacunación... ¿Dónde se va a vacunar? ¿En los centros educativos, en los centros de salud? Lo vemos complicado. De cualquier manera, adelantaríamos bastante y ya sería un logro si se pudiera comenzar el curso al menos con la primera dosis inoculada -solo la vacuna de Pfizer está aprobadas para estas franjas de edad-. Sería muy positivo", remarcan.
La posibilidad, surgida esta misma semana, de que el curso que viene pueda empezar con los alumnos de la ESO y FP inmunizados sería el gran cambio, junto al de la presencialidad, respecto al año académico que toca a su fin. También puede echar por tierra -para bien- los planes que ya tenían preparados el Gobierno central y las Comunidades Autónomas de cara a septiembre. Un curso en el que el número de estudiantes por aula podrá volver a ser el de antes de la pandemia y se adaptará a los ratios establecidas en cada autonomía, una cifra que ronda los 25 en primaria y los 30 en secundaria. Además, de momento, la mascarilla será obligatoria para profesores y alumnos a partir de los 6 años en el interior de las aulas; la entradas y salidas de los centros seguirán siendo escalonadas; la distancia interpersonal, de 1,2 metros; lavado constante de manos, desinfección de material, ventilación permanente...
Pero la posibilidad de la vacunación hace que ya se estén poniendo en duda todos estos planes. La propia ministra de Educación no ha terminado de pronunciar tajantemente sobre el uso de la mascarilla en las aulas y se ha limitado a decir que ha “ido francamente bien”, al igual que la “ventilación”. En cuanto a la distancia entre alumnos, "ahora estamos organizando un curso nuevo y queremos centrarnos en eso. Para este nuevo año hemos establecido una distancia interpersonal de 1,2 metros frente al 1,5 que teníamos. Esperamos que en septiembre podamos prescindir incluso de la distancia, si la vacunación nos lo permite", adelanta Celaá.
"Con vacuna o sin vacuna hay que dar un paso más y hacer que el curso sea presencial pero seguro para todos", inciden los padres.
Los docentes consultados por La Información insisten, sin embargo, en que "no por correr demasiado se llega antes a un sitio, porque aquí lo fundamental es que los centros educativos sean un entorno seguro para alumnos y profesores. Si llega la vacuna en septiembre bien, mejor, pero vamos a hacer las cosas bien, sin relajar demasiado las medidas sanitarias, con seguridad y garantizar así que el próximo curso, como ha sucedido con éste que ahora acaba, sea lo más normal posible dentro de la situación que nos está tocando vivir". Los padres, por su parte, ven con "alivio" y "esperanza" que "se pueda vacunar a nuestros hijos antes del inicio del curso", asegura Pedro, presidente del AMPA de un centro educativo concertado de Madrid. "Con vacuna o sin vacuna hay que dar un paso más y hacer que el curso sea presencial, pero seguro para todos", incide.
¿Y qué dicen los estudiantes? Andrea González Henry, presidenta de CANAE (Confederación Estatal de Asociaciones de estudiantes), cree que "el hecho de que se hable de vacunar a los estudiantes de secundaria es positivo. Nosotros esperamos nuestro turno de vacunación y ya nos habíamos hecho a la idea de que íbamos los últimos, pero si las autoridades sanitarias dicen que tenemos que vacunarnos antes del inicio de curso, adelante. Será una forma de volver a la ‘normalidad’ en la educación y en las aulas de antes de la pandemia, aunque al final el ritmo de vacunación de los estudiantes dependerá, como sucede siempre en España, de cada autonomía".
En este sentido ya hay al menos siete comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Baleares, Aragón, Galicia y Cataluña) que han anunciado su intención de vacunar a los escolares mayores de 12 años antes del inicio del curso. Cataluña y Baleares incluso han puesto sobre la mesa la posibilidad de vacunar en los centros educativos, aunque ello retrasaría el inicio de la vacunación de los adolescentes hasta septiembre ante la inoperatividad de los centros en el mes de agosto. Desde el Sindicato de Enfermería (SATSE) y la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac) se considera que la manera más sencilla de vacunar a los tres millones de jóvenes estudiantes de secundaria sería en los propios centros con el curso ya iniciado. Para ello habría que destinar a unos 12.000 enfermeros y enfermeras -hay 40.000 destinados en nuestro centros de atención primaria- y podría inmunizarse a estos tres millones de jóvenes en "aproximadamente" un mes.
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