Uno de los acusados por “bateragune” reconoce haberse reunido con ea para “acumular fuerzas”


El ex asesor del PCTV en el Parlamento Vasco, Arkaitz Rodríguez, uno de los acusados de intentar reconstruir Batasuna a través del proyecto “Bateragune”, reconoció hoy en la Audiencia Nacional haber mantenido bajo el liderazgo de Arnaldo Otegi varias reuniones con representantes de Eusko Alkartasuna (EA) para “acumular fuerzas en pos de la soberanía de Euskal Herria”.
Rodríguez explicó que las reuniones tuvieron lugar entre finales de 2008 y principio de 2009 y señaló que por parte de EA acudieron, en otros dirigentes, Rafael Larreina y Unai Ziarreta.
El antiguo consejero del PCTV dio estas explicaciones en su declaración como acusado en el juicio que la Audiencia Nacional inició hoy contra él, Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga y otros cinco procesados a los que se acusa un delito de integración en organización terrorista por su presunta participación en el proyecto “Bateragune”, con el que se intentaba supuestamente reconstruir Batasuna a las órdenes de ETA.
Este acusado dijo que las reuniones con el partido que se ha sumado este año a la coalición Bildu se llevaron a cabo por la necesidad de llevar a cabo “una acumulación de fuerza suficiente” que obligase al Estado español “a respetar” la nueva fase de “apuesta por la constitución de un estado vasco”.
LIDERAZGO DE OTEGI
Rodríguez, que fue juzgado como responsable de Haika, una de las organizaciones juveniles de ETA, pero que fue finalmente absuelto, dijo que en este proyecto “no existía una estructura estable” y que no estaba “vinculado orgánicamente con ninguna organización” sino que se articulaba en torno de “un conjunto de militantes que en la prensa llamaban ‘el grupo de Otegi’”.
Dijo que decidió participar en el proyecto debido a la relación “muy estrecha” que mantiene con Sonia Jacinto, la que fuera tesorera del PCTV y compañera en el banquillo de los acusados.
Jacinto visitaba habitualmente a Otegi en prisión y ella le trasladó las reflexiones del exportavoz de Batasuna sobre “la necesidad de plantear un debate en profundidad en el seno de la izquierda abertzale para superar la estrategia y sustituirla por una exclusivamente política y democrática”.
La antigua responsable de la contabilidad del PCTV le dijo que Otegi quería hablar con él porque creía necesario la incorporación de “gente de las nuevas generaciones”. Mantuvo una entrevista con el exdirigente de Batasuna y decidió participar en el debate para cambiar la estrategia de la izquierda abertzale.
Otegi le encomendó la misión de extender su mensaje “como una mancha de aceite” y favorecer la participación en el debate de “cuantos más militantes de la izquierda abertzale, mejor”. Se abrió entonces una “ronda de contactos” con “decenas y decenas de militantes”, una labor que llevó a que la propuesta del exdirigente de Batasuna sobre la necesidad de encontrar una nueva estrategia para llegar a un “escenario de paz” fuese finalmente “respaldada por la mayoría de la base social de la izquierda abertzale”.
El acusado negó tajantemente que el grupo que desarrollaba este proyecto recibiese “órdenes” o “instrucciones” de ETA.
Rodríguez, al igual que hiciera anteriormente Díez Usabiaga, se negó a contestar a las preguntas del fiscal y de la acusación ejercida por la asociación Voces Contra el Terrorismo.
La Fiscalía solicita que se condene a Rodríguez, Usabiaga y Otegi a sendas penas de diez años de prisión como autores de un delito de integración en organización terrorista. El Ministerio Público pide que se impongan los mismos años de cárcel para los otros cinco procesados.

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