Brecha de opiniones en el sector

El uso de captura de carbono mantiene dividida a la industria medioambiental

La controversia también gira en torno al uso del dióxido de carbono capturado, ya que una parte del sector teme que se utilice para mantener el statu quo en lugar de contribuir a una reducción significativa de emisiones.

Planta de captura de carbono
El uso de captura de carbono mantiene dividida a la industria medioambiental
Hoodwinked in the Hothouse

¿Cuál es el camino a seguir para capturar y almacenar el carbono? Este es el debate que marca la orden del día en el sector. Empresas como Chevron desarrollan tecnología para capturar dióxido de carbono de las chimeneas, mientas que otras, como Microsoft, invierten en startups que trabajan para extraer directamente el gas de efecto invernadero del aire, según informa Bloomberg. 

El debate se profundiza a la par que gobiernos y activistas climáticos presionan a las empresas para que eliminen sus emisiones, pero existen dudas sobre si la energía solar, eólica y las baterías pueden lograrlo por sí solas. En el caso de Estados Unidos, sus políticas se han centrado en impulsar la captura de carbono a través de inversiones de miles de millones de dólares del Departamento de Energía en la tecnología y atractivos créditos fiscales en la Ley de Reducción de la Inflación para desarrolladores de proyectos.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y la creciente necesidad de descarbonizar, la tecnología se ha topado con una gruesa oposición. La participación de la industria de los combustibles fósiles ha suscitado la preocupación de que la captura de carbono podría utilizarse para prolongar la extracción de petróleo y gas, poniendo en peligro el clima en lugar de ayudar a protegerlo. 

Estas tensiones estuvieron en el centro de la diana de las conversaciones climáticas de la COP28 del año pasado en los Emiratos Árabes Unidos, donde la tecnología fue un pilar central del acuerdo de la cumbre. En los próximos años, el mundo tendrá que decidir si la captura de carbono puede implementarse de manera responsable y qué hacer con el CO2 capturado.

¿Cuándo debería usarse la captura de carbono?

Hay dos formas principales en que las máquinas se utilizan para capturar carbono. La denominada captura y almacenamiento de carbono (CCS) en 'puntos fuente' captura CO2 en las chimeneas de lugares como plantas industriales. Otras tecnologías extraen CO2 ya emitido del aire ambiente, un proceso llamado captura directa de aire (DAC).

La captura en 'puntos fuente' puede implementarse en instalaciones de petróleo, gas e industrias pesadas. Pero la investigación muestra que los casos de uso beneficiosos para el clima son bastante limitados. "La verdadera utilidad de la captura de carbono es abordar las emisiones difíciles de evitar", esgrimió Ben Grove, gerente de almacenamiento de carbono en Clean Air Task Force, una organización de investigación climática sin fines de lucro.

Uno de esos sectores difíciles de descarbonizar es el cemento, que representa aproximadamente el 8% de las emisiones globales. Aunque partes del proceso de fabricación de cemento pueden electrificarse, algunas emisiones de CO2 son "fundamentales para el proceso", según Emily Grubert, profesora asociada de política de energía sostenible en la Universidad de Notre Dame. Empresas emergentes como Brimstone trabajan en la descarbonización del cemento, pero la mayoría de las técnicas para limpiar el cemento aún no están listas para la comercialización masiva.

La producción de acero es otro proceso industrial con pocas vías inmediatas de descarbonización. Aunque empresas emergentes y empresas establecidas están buscando formas de producir el metal más utilizado del mundo sin emisiones, los costes son elevados y la industria necesita reducir las emisiones rápidamente. En algunos casos, podría tener más sentido adaptar una nueva planta de acero con tecnología de captura de carbono en lugar de explorar otras opciones como la electrificación, según se desprende del análisis de BloombergNEF, que encontró que esto podría reducir hasta 600 millones de toneladas de CO2 al año para mediados de siglo.

La ciencia muestra que la CCS no debería usarse en gran medida cuando hay alternativas como la energía renovable fácilmente disponibles. Sin embargo, la industria del petróleo y el gas es una de las mayores defensoras de la CCS, con empresas que buscan adaptar plantas de energía y refinerías con esta tecnología. Aunque hasta ahora ha sido un desafío para la industria, los incentivos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación han generado un renovado interés. La industria lo ve como una forma potencial de seguir extrayendo más petróleo y gas, incluso con planes de utilizar el CO2 capturado para extraer aún más combustibles fósiles.

Existen casos en los que la CCS podría utilizarse de manera responsable en plantas existentes de combustibles fósiles, según Jennifer Wilcox, subsecretaria principal del Departamento de Energía en la Oficina de Energía Fósil y Gestión del Carbono. Dio el ejemplo de las nuevas plantas de energía de gas natural, de las cuales se añadieron casi 5.7 gigavatios de capacidad nueva en Estados Unidos en 2022, según datos de BloombergNEF. El gas superó al carbón como la principal fuente de electricidad en Estados Unidos en 2016 y representó casi el 44% de la producción de energía del país.

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