Informe de la AIE 

Las emisiones de CO2 en 2023 se situaron en su nivel más bajo en cincuenta años 

Esta disminución de las emisiones de las economías avanzadas fue impulsada por una combinación de un fuerte despliegue de energías renovables, el cambio del carbón al gas, mejoras en la eficiencia energética. 

CO2
Las emisiones de CO2 en 2023 se situaron en su nivel más bajo en cincuenta años. 
geralt / Pixabay

Las emisiones a nivel mundial de CO2 durante los últimos cinco años habrían sido hasta tres veces mayores si no se hubiera contado con las tecnologías de energías limpias. Así lo asegura la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que asegura que el organismo pone en valor que la expansión continua de las energías renovables -solar fotovoltaica y eólica-, así como la nuclear y los coches eléctricos, "ayudaron al mundo a evitar un mayor uso de combustibles fósiles". 

Además, el informe indica que las economías avanzadas experimentaron una caída récord en sus emisiones de CO2 en 2023, incluso cuando su PIB creció, bajando a su nivel más bajo en 50 años, mientras que la demanda de carbón volvió a caer a niveles no vistos desde principios del siglo XX. Esta disminución de las emisiones de las economías avanzadas fue impulsada por una combinación de un fuerte despliegue de energías renovables, el cambio del carbón al gas, mejoras en la eficiencia energética y una producción industrial más débil.

Durante el pasado año las emisiones mundiales de CO2 aumentaron, aunque menos que en 2022 gracias a la expansión de las renovables, así como a los vehículos eléctricos, a pesar de que se aceleró el crecimiento de la demanda total de energía. Con todo, las emisiones aumentaron en 410 millones de toneladas, o un 1,1%, en 2023 -en comparación con un aumento de 490 millones de toneladas el año anterior-, llevándolas a un nivel récord de 37.400 millones de toneladas.

Impacto por escasez de la hidroeléctrica 

En este sentido, la AIE destaca que la escasez excepcional de energía hidroeléctrica debido a sequías extremas -en China, Estados Unidos y varias otras economías- fue la causante en más del 40% del aumento de las emisiones en 2023, ya que los países se vieron obligados a recurrir en gran medida a alternativas de combustibles fósiles para cubrir la demanda.

"Si no hubiera sido por la producción hidroeléctrica inusualmente baja, las emisiones globales de CO2 provenientes de la generación de electricidad habrían disminuido el año pasado, haciendo que el aumento general de las emisiones relacionadas con la energía fuera significativamente menor", subraya el organismo con sede en París.

Crecimiento del doble de las energías limpias 

De 2019 a 2023, el crecimiento de las energías limpias fue el doble que el de los combustibles fósiles, siendo el año pasado fue el primero en el que al menos la mitad de la generación de electricidad en las economías avanzadas provino de fuentes de bajas emisiones como las energías renovables y la nuclear. A este respecto, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, afirmó que la transición a la energía limpia "ha sido sometida a una serie de pruebas de resistencia en los últimos cinco años y ha demostrado su resiliencia".

En este sentido, añadió que la transición a la energía limpia continúa "a buen ritmo y controla las emisiones, incluso cuando la demanda mundial de energía crecerá con más fuerza en 2023 que en 2022" y que los compromisos asumidos por casi 200 países en la COP28 en Dubái en diciembre "muestran lo que el mundo debe hacer para reducir las emisiones".

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