El golpe del IPC

Un tope trimestral a los alimentos daría oxígeno hasta la caída prevista en mayo

La tasa de inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas se situó en enero en el 15,4%. Estos venían de subir al 15,7% anual en diciembre, al nivel más elevado desde el comienzo de la serie que publica el INE.

La inflación general y la subida del precio de los alimentos
La inflación general y la subida del precio de los alimentos
Europa Press

Un acuerdo como el que el Gobierno francés ha alcanzado con las distribuidoras del país para que reduzcan sus márgenes en una cesta de alimentos que elijan a lo largo del trimestre daría oxígeno al bolsillo del consumidor español hasta primavera, cuando está previsto que se produzca un alivio notable en la subida de estos productos básicos en nuestro país, entre otras cosas por el llamado efecto base -que en el caso de la energía podría empezar a ser visible ya desde este mes de marzo-. 

La tasa de inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas se situó en enero, último mes para el que existen datos desagregados, en el 15,4%. Estos venían de subir al 15,7% anual en diciembre, al nivel más elevado desde el comienzo de la serie que elabora el Instituto Nacional de Estadística y que se remonta a 1994. La guerra en Ucrania, su impacto en los fertilizantes, el 'rally' de la energía, de los precios del transporte y la sequía prolongada que ha afectado a Europa se han traducido en un encarecimiento notable de la alimentación prácticamente en el último año.

De hecho, teniendo en cuenta los datos del INE, el aumento de precios de los alimentos alcanzó el doble dígito en abril del año pasado (10,1%) y desde entonces fue acelerándose hasta esa tasa inédita del 15,7% de diciembre, con algún mes de suave moderación de por medio. Los alimentos son los bienes en los que todos esos factores impactan de una forma más acusada y, además, se da el hecho de que su precio empezó a encarecerse después. Está además el hecho, según fuentes consultadas, de que los costes energéticos influyen más en la parte final de la cadena (en la distribución) que en los precios en origen (en la agricultura).

El precio mundial de las materias primas agrícolas, clave

Existe, además, una correlación tradicional de doce meses entre el índice S&P GSCI Spot para las materias primas agrícolas y el IPC español de los alimentos y bebidas, según explica el economista Juan Ignacio Crespo. Ese decalaje, apunta, "debería hacer que hasta mayo no se empiece a notar de verdad esa bajada de los precios de la alimentación". De ahí que una medida como la francesa otorgase algo de margen a los consumidores en tanto que los precios de la cesta de la compra siguen aumentando con fuerza. 

Ese notable retraso en el impacto de la subida de los precios internacionales sobre el subíndice de los alimentos en España se da tanto cuando se producen subidas como en las bajadas. Así, entre enero de 2021 y mayo de 2022, explica Crespo, mientras que el precio de las materias primas agrícolas se disparó un 65%, el subíndice español de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó alrededor del 12%. 

La pasada semana, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, indicaba que hay razones objetivas para esperar una paulatina disminución del precio de los alimentos en los próximos meses por la rebaja que están registrando los principales costes de producción. Los indicadores apuntan a que "los precios de los alimentos pueden haber tocado techo", aseguró Planas. Mientras tanto, el principal partido de la oposición, el PP, ha llevado ante el Congreso una proposición de ley con sus propuestas para abordar este asunto. Incluye, entre otras, una extensión de la rebaja del IVA que el Gobierno aprobó en enero a la carne, el pescado o las conservas, ayudas al sector, modificar la ley de residuos o reforzar la posición negociadora de los productores agrarios.

La gran distribución no vería con buenos ojos un pacto a la gala

De momento, el acuerdo en Francia no es visto con buenos ojos por todos. Fuentes del sector de la gran distribución consultadas por 'La Información' ven con escepticismo que en España se alcance un pacto parecido al de Francia. En este sentido, han recordado, que una medida similar ya se impulsó en el país vecino durante el gobierno de Nicolas Sarkozy en 2011 bajo la denominación de 'la cesta de los esenciales'. En esta ocasión, se trataba más de una recomendación que de una norma, si bien esas "congelaciones de precios se hicieron a costa de bajar la calidad". Lo que, a su juicio, puede suponer un daño futuro para la reputación del sector "cuando los consumidores lo perciban como hicieron los franceses".

Por otro lado, también han tachado de "discriminatorio" el acuerdo . "Ni llega a todos los distribuidores ni a los consumidores", han apuntado. Por este motivo, se han preguntado que sucederá con las familias que no tengan cerca una gran superficie o distribuidora, por ejemplo, en el medio rural donde abundan los pequeños establecimientos. "¿No tienen derecho a beneficiarse de las medidas?", se preguntan. Las fuentes consultadas recuerdan que la Ley de la Cadena Alimentaria, cuya última reforma data de finales de 2021, les obliga a "aceptar subidas de los proveedores que estén basadas en alzas objetivas de costes".

Además se interrogan sobre quién asumirá los costes, si se congelan los precios de varios productos. "¿El distribuidor que es el que menos margen tiene? ¿Los productores y fabricantes también formarán parte de ese esfuerzo?", reprochan desde el sector. Así, recuerdan el mensaje del ministro de Agricultura, hace unos días pidiendo esfuerzos para contener las subidas de precios. Un mensaje que, opinan, va dirigido a todos los actores la cadena agroalimentaria y que no solo se centra en la distribución.

El 'sí' de las asociaciones de consumidores

Sí consideran "positiva" la medida las asociaciones de consumidores. Desde la OCU ven fundamental que los productos seleccionados sean los que tienen un peso significativo en la cesta de la compra de una familia media y que la rebaja de precio, así como su mantenimiento, "sea real". Además, consideran que hay que vigilar el impacto que pueda tener la medida sobre el precio de otros productos. En cualquier caso, recuerdan que se trata de un acuerdo voluntario, donde cada cadena decide qué tipo de productos incorpora. "En España, los intentos de una cesta limitada (a 30 productos) apenas han tenido efecto y no hay todavía propuestas concretas encima de la mesa sobre contención de precios de los alimentos", zanjan.

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