Trabajador por cuenta propia

Soy autónomo y mi cliente no me ha pagado la factura: ¿qué hago?

Ante un impago de un cliente siendo trabajador por cuenta propia, existen diferentes pasos a seguir para tratar de que se salde la deuda, llegando en última instancia a un proceso judicial. Así puedes reclamar tu dinero.

Trabajadora autónoma
Trabajadora autónoma
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En algún momento de tu vida como autónomo es posible que te encuentres con el impago por parte de un cliente. Tras realizar tu trabajo y enviar la factura, pueden pasar los días sin que recibas el pago. Ante esta situación hay varias opciones a contemplar, que dependerán de si el deudor está actuando de buena o mala fe.

Ante el impago de una factura se recomienda empezar por contactar con el cliente vía telefónica o por correo electrónico, para confirmar tanto que los datos de la factura son correctos como para conocer el motivo por el que aún no se ha abonado la factura. Dado el caso de que se trate de una falta de liquidez por su parte, puedes tratar de llegar a un acuerdo para que el pago se realice de forma fraccionada e incluso realizar algún tipo de intercambio de servicios o productos que ese cliente ofrezca.

Tanto si no has podido contactar con el cliente a través de los medios mencionados como si la situación persiste en el tiempo, el siguiente paso es el de enviarle una carta certificada con acuse de recibo, en la cual se reclame el pago de la factura pendiente. Así tendrás constancia oficial de que la petición le ha llegado y que se le reclama una factura impagada.

De nuevo, si la situación no se desbloquea, se recomienda enviar un burofax exigiendo el pago inmediato de la factura, e informando de que se emprenderán acciones legales si no se salda la deuda. Todos estos pasos son necesarios, puesto que así se dispondrán de documentos que servirán de prueba para el autónomo en el caso de que sea necesario recurrir a la vía judicial.

Reclamación judicial, la última vía para reclamar una factura impagada

Si habiendo hecho todo lo anterior no has recibido respuesta o si la ha habido, pero la deuda persiste, será el momento de recurrir a los servicios de un abogado para que sea la justicia quien efectúe la reclamación del pago. No obstante, si la deuda exigida es inferior a los 2.000 euros, no es necesario contar con abogado ni procurador, aunque ambas figuras serán obligatorias si se supera dicha cantidad.

Uno de los mecanismos más sencillos para reclamar un impago es un procedimiento monitorio, una reclamación judicial rápida en la que no hay juicio, y para la cual se debe presentar un escrito descargable del BOE o en el Registro de cualquier sede judicial de tu ciudad. En este deberán figurar todas las copias de los documentos que acrediten tu petición y que justifiquen el impago (facturas, correos electrónicos, burofax…), así como los datos del deudor.

Por lo general, a través de este proceso de reclamación se da un plazo de aproximadamente 20 días al deudor para que abone la factura o se oponga a la misma. Si el cliente no responde, tendrá que pagar o se le podrían embargar sus bienes, mientras que si se opone terminará en un juicio normal.

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