Observa los primeros 'brotes verdes' por la vacuna

El BdE pide prorrogar las moratorias y los ERTE para evitar una ola de impagos

Subraya que una eventual retirada ahora de las medidas del 'escudo social' afectaría a la capacidad de pago de sus deudas de los hogares más vulnerables.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos
EFE

El Banco de España ha vuelto a avisar al Gobierno sobre los efectos perniciosos que tendría una retirada prematura del 'escudo social' levantado a golpe de gasto presupuestario en los primeros compases de la pandemia y que ha llegado hasta hoy por la incapacidad de la economía española para levantar el vuelo. La institución advierte en su último informe trimestral sobre la economía española de que a día de hoy la situación de muchas familias españolas sigue siendo muy vulnerable y de que una eventual retirada de las medidas de protección de rentas - ERTE y cese de actividad de autónomos - y de las moratorias habilitadas para el pago de gastos básicos de suministros podría llevar a muchas de ellas a no poder atender el pago de sus deudas pendientes con el problema social y financiero que ello acarrearía.

El Banco de España ha detectado un incremento del 6% de la tasa de ahorro de las familias desde que se iniciara la crisis sanitaria con una intención claramente precautoria, como se desprende de la caída de los indicadores de confianza de los consumidores y del desplome mismo del consumo de las familias, pero eso no ha impedido un deterioro general de la situación patrimonial de las familias españoles durante la pandemia. En este contexto, la institución alerta de que "una eventual eliminación de las medidas de protección de rentas y de las moratorias de deudas a medio plazo podría comprometer la capacidad de repago de las deudas de algunos hogares en una situación más vulnerable".

Un problema con una dimensión social muy profunda, pero que también supone una amenaza para el sistema financiero, razón por la que el Banco de España lo monitoriza de forma tan exhaustiva. La institución ha observado, además, que el coste presupuestario de estas medidas, que fue gigantesco en los primeros momentos de la crisis, se ha ido suavizando a medida que la actividad económica ha ido recuperándose y que incluso el cierre presupuestario podría ser sensiblemente mejor a lo previsto meses atrás.

La economía recayó pero ya se ven 'brotes verdes'

Respecto al tono de la actividad económica, el Banco de España observa una alta probabilidad de que la economía española sufra una leve recaída en el último trimestre como consecuencia del efecto de las restricciones impuestas por los gobiernos autonómicos por la segunda ola de la Covid. Los analistas de la institución destacan que estas medidas han estado más focalizadas que en el primer embate del virus y que su impacto económico no solo ha sido menor, sino que además se ha concentrado en los sectores más expuestos a la naturaleza del virus, como el sector del ocio, la hostelería o el turismo, pero ello no va a impedir que a luz de los datos de alta frecuencia que maneja el Departamento de Economía del supervisor (pagos con tarjeta de crédito, entradas por aeropuertos, movilidad, etcétera) y de los que les han proporcionado las empresas se espere una caída de la actividad para la recta final del ejercicio.

Gráfico de escenarios de previsión del Banco de España para el IV Trimestre de 2020

La mirada del Banco de España, no obstante, es más optimista respecto al futuro que en otros informes. El supervisor subraya que la mayoría de las previsiones sobre el comportamiento a futuro de la economía española - incluida la suya propia, que en su escenario central espera un crecimiento del 6,8% para 2021, inferior al 9,8% previsto por el Gobierno- están basadas sobre la premisa de que la vacuna no estaría disponible y no empezaría a dispensarse hasta mediados de 2021. "Los desarrollos recientes estarían tendiendo a acortar esos plazos", admite el informe trimestral de la institución, en relación a que podría mejorar las expectativas de la economía.

A la espera de que esa eventual mejora de las expectativas se filtre a los datos macroeconómicos, el supervisor ya ha detectado "efectos muy pronunciados sobre la evolución de los mercados financieros" gracias a las buenas noticias sobre la vacuna de la Covid-19. Enumera, por ejemplo, los significativos incrementos detectados en las cotizaciones bursátiles, sobre todo en Europa y en algunos mercados emergentes; la disminución de los diferenciales de la deuda soberana y corporativa; la recuperación de los

precios de las materias primas y, en los mercados cambiarios, la apreciación de determinadas divisas de mercados emergentes y al mismo tiempo la depreciación del yen, un síntoma de una mayor inclinación al riesgo de los inversores ya que suele actuar como 'valor refugio' en momentos de turbulencias en la economía global.

Hacia una nueva caída en los precios de la vivienda

Los precios de la vivienda tardaron más de siete años en recuperarse tras el célebre estallido de la burbuja que hundió a la economía española a finales de la década pasada. Entre 2008 y 2014 el mercado de la vivienda experimentó una deflación constante que sólo en 2015 comenzó a paliarse con un incremento primero más tenue y luego más decidido en los precios de los activos inmobiliarios. Durante la crisis pandémica, los datos muestran una cierta paralización de operaciones, que convive con un repunte del crédito inmobiliario y de la salida de oferta de vivienda al mercado. No obstante, los precios han seguido marcando una evolución positiva, aunque mucho más moderada.

El Banco de España señala, no obstante, que la información proporcionada por notarios y tasadores parece apuntar a una caída incipiente de los precios que en esta primera fase afectará sobre todo a las viviendas de segunda mano y a los activos inmobiliarios de las zonas litorales.

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