Los Presupuestos del Estado con más gasto público de la historia de España se han olvidado de incluir nada menos que 6.000 millones de euros para las cuestiones más urgentes de atender en el contexto actual: la financiación del llamado 'escudo social' que está protegiendo a trabajadores y empresas de la fortísima crisis económico causada por la Covid-19. Eso dicen, al menos, los cálculos realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo creado a instancias de Bruselas para evaluar la fiabilidad de las cuentas públicas españolas, que auguran que el Ejecutivo tendrá que sacar 6.160 millones de euros extra de algún rincón de los Presupuestos o bien de nuevo endeudamiento para atender las necesidades de cobertura en forma de ERTE, prestación extraordinaria por cese de actividad y el resto de prestaciones del escudo social que aún existirán al menos durante el primer tramo de 2021.
La presidente de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero, ha advertido en su comparecencia de este jueves ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de que las cuentas públicas del Gobierno para el próximo año minimizan el gasto asociado a las medidas de cobertura para paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, a las que apenas destina poco más de 5.000 millones de euros, y augura que esa factura superará con holgura los 11.000 millones de euros y obligará al Gobierno a transferir recursos de otras partidas o a endeudarse para sufragar esa factura.
Hay que recordar que el proyecto presupuestario gubernamental está construido sobre la base de que las medidas del 'escudo social' se mantendrán única y exclusivamente hasta la vigencia pactada a día de hoy, lo que implicaría por ejemplo que los ERTE - el instrumento más emblemático de esta crisis, que ha permitido mantener una renta a cientos de miles de trabajadores que se han quedado sin tajo y miles de empresas inactivas como consecuencia de la pandemia- no se prolongarían más allá de enero de 2021. El Gobierno ya ha advertido que esta forma de presupuestar no implica necesariamente que esas medidas no se puedan prorrogar y ha sugerido que las cuentas públicas se han diseñado con la suficiente flexibilidad como para permitir transferir los recursos que se necesitan desde unas partidas a otras...Una asunción implícita de que hay determinadas partidas que están infladas para permitir este movimiento.
La Autoridad Fiscal eleva la factura que va a pasar la Covid a las cuentas públicas españolas a 68.499 millones de euros, lo que supone 22.000 millones de euros más que las estimaciones realizadas por el Ejecutivo que reduce el coste de las medidas tomadas por todas las Administraciones Públicas para hacer frente a la pandemia a 46.655 millones de euros. La Autoridad Fiscal entiende que el Gobierno ha minimizado el impacto presupuestario de estas medidas ya este año, en algo más de 6.000 millones de euros, pero que para 2021 directamente se ha olvidado de este fenómeno y solo ha pintado 5.648 millones cuando la estimación de los evaluadores de la Airef apuntan a un gasto superior a los 21.000 millones.
Una previsión de ingresos inflada...un año más
La presidenta de la Airef, Cristina Herrero, ha hecho especial hincapié en la previsión de ingresos del Gobierno, que a juicio de la institución se sitúa 9.000 millones de euros por encima de lo razonable. Las estimaciones de la AIReF prevén alrededor de seis décimas menos de PIB en ingresos que el Gobierno, lo que se traduce en alrededor de 9.000 millones en el escenario central y 18.000 millones en el escenario pesimista, de manera que los cálculos de ambas instituciones solo encajarían en el escenario optimista.
El escepticismo de la institución respecto a los ingresos 'pintados' por el Gobierno alcanzan a las nuevas figuras fiscales que el Gobierno prevé poner en marcha en 2021. La Airef espera que éstas recauden 4.002 millones, 2.083 millones menos que el Gobierno, un desfase que resulta muy significativo en casos como el nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, la célebre 'Tasa Google', que recaudará 426 millones menos de lo previsto según la Airef; el nuevo impuesto sobre los residuos, que aportará 431 millones menos; el también nuevo gravamen sobre plásticos (368 millones menos); o el Impuesto sobre transacciones financieras, que ingresará 257 millones menos de lo previsto en opinión de la Airef. La institución también descuenta un menor potencial recaudatorio del IVA de los refrescos (135 millones menos), y la lucha contra el fraude fiscal (337 millones menos).
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