Báñez ve brotes verdes: el agujero de las pensiones deja de crecer tras una década

  • La ministra de Empleo celebra que en 2017 el déficit de la Seguridad Social no se haya ensanchado por primera vez desde 2008. Récord de cotizaciones.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez
La ministra de Empleo, Fátima Báñez

A falta de los últimos ajustes de contabilidad, que redondearán la cifra definitiva que se conocerá allá por el mes de abril, la Seguridad Social cerró el año 2017 con un déficit cercano a los 17.000 millones de euros, el segundo más elevado de toda su historia. El déficit específico del sistema de pensiones - sin contabilizar el Fondo de Garantía Salarial y el saldo de del Servicio de Empleo Público (SEPE)- será sin embargo el más alto de la historia con un desequilibrio negativo de 18.800 millones de euros. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sin embargo, ha preferido fijarse este miércoles, en su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo, en la parte positiva de las cifras, la que dice que ese desequilibrio será inferior en términos de porcentaje sobre el PIB al registrado en 2016 (1,61% del PIB frente al 1,67%), y ha celebrado que de esta forma 2017 se ha convertido en el primer ejercicio desde 2008 en que el agujero del sistema de pensiones no se ha ensanchado.

Báñez incluso ha llevado preparado un gráfico para ilustrar a sus señorías sobre el significado de este hito. En él se aprecia claramente el dramático tobogán vivido por las cuentas de la Seguridad Social en la última década desde el superávit récord de cerca de 14.500 millones de euros del año 2008 al déficit récord de cerca de 19.000 millones registrado en 2016. Una pendiente que se ha llevado por delante el Fondo de Reserva, la popular hucha de las pensiones; que ha forzado una reforma estructural para contener los costes del sistema y que incluso ha obligado al Estado a salir al rescate de la Seguridad Social con un préstamo de 10.000 millones de euros, que este año se convertirá en otro de unos 15.000 millones.

"Estamos ante el primer paso en el camino hacia el reequilibrio de las cuentas de la Seguridad Social", ha anunciado la ministra de Empleo, que se ha apoyado en varios argumentos para sostener esta afirmación. Por ejemplo, en que en 2017 los ingresos por cotizaciones crecieron más que el gasto en pensiones por primera vez, también, desde 2008 o en que la recaudación por cotizaciones de los trabajadores ha marcado en 2017 un nuevo máximo histórico, con 109.116 millones de euros.

Con todo, los recursos de la Seguridad Social alcanzaron únicamente para cubrir el gasto asociado al 94% de las pensiones, que siendo un porcentaje un punto y medio superior al de 2016 no deja de subrayar que hay un 6% de las pensiones que los ingresos por cotizaciones no llegan a financiar ni siquiera en un año récord en ingresos. Y ello tras haber elevado la base máxima de cotización un 16% desde el año 2012 (de 3.230,10 euros a 3.751,20 euros), tras haber captado las reservas de las Mutuas de Accidentes Laborales para pagar las pensiones o tras haber hecho cotizar los pluses laborales, las asignaciones para la formación de trabajadores, el seguro médico o los pluses de transporte.

Informe a las empresas para que sepan lo que aportan

Mientras aún se espera por la materialización de la famosa 'carta naranja' con la que la Seguridad Social iba a informar a los futuros pensionistas de la pensión a la que tendrían derecho cuando llegaran a la edad de jubilación, la ministra de Empleo ha anunciado que este mismo año enviará a 900.000 empresas su 'Informe de Vida Laboral', con la información de las cotizaciones que aportan para la financiación del sistema de pensiones. 

Empleo tiene previsto enviar estos informes a todo el tejido empresarial, pero en principio arrancará por las empresas de más de 10 trabajadores, recibirán información detallada sobre lo que cada una aporta en cotizaciones sociales.

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