Los consumidores traen más incertidumbre y menos ganas de comprar al Black Friday, por lo que las ofertas se están haciendo fundamentalmente por Internet. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), casi uno de cada tres productos ha subido de precio en los últimos días, refiriéndose a más de 2.500 productos que ha monitorizado en más de 85 establecimientos en los últimos días.
En la última semana de rebajas, las subidas de precios (30,3%) han superado ampliamente a las bajadas (11,2%), y en términos generales el incremento medio de precio ha sido algo mayor (8,1%) que las bajadas (7,9%). Además, más de la mitad de los productos eran más caros que en las semanas anteriores.
Los "wearable" (la tecnología ponible, la que se puede incorporar en alguna parte de nuestro cuerpo), las tabletas y las lavadoras han sido las categorías en las que se han encontrado un mayor porcentaje de productos que han bajado de precio, aunque siempre ha sido superior el porcentaje de los que subieron. Los descuentos de mayor envergadura se han encontrado en los GPS, los robots de cocina y las impresoras.
Las previsiones apuntan a que las ventas descenderán este año en el Black Friday y el Cyber Monday (30 de noviembre). Según datos de la Universidad Europea de Valencia, más del 50% de los españoles realizó alguna compra en estas fechas el año pasado, pero sus encuestas no predicen que ese porcentaje se vaya a alcanzar para 2020. La previsión de la OCU es que solo el 30% de los consumidores tiene pensado comprar algo en estas fechas.
La financiera Bnext también estima que los consumidores reducirán sus presupuestos totales en un 4,2% durante el Black Friday, con un gasto medio por español de 69 euros, frente a los 72 euros de 2019. Como consecuencia, la contratación en el sector del comercio caerá un 23,1% durante el Black Friday y el Cyber Monday en comparación con estas mismas fechas de 2019, con la suma de 10.210 contratos, según Randstad.
Organizaciones de consumidores como Facua, FUCI o CECU aconsejan a los ciudadanos "comparar, porque es ahorrar", y desconfiar de la publicidad que muestra llamativos descuentos. Además, dicen que en cualquier promoción es obligatorio indicar el precio original junto al precio rebajado o bien el porcentaje de la rebaja o las dos cosas. También afirman que las garantías son las de siempre durante las promociones y rebajas; es decir, que cualquier producto tiene una garantía mínima de dos años, que la ley no permite que se vendan productos defectuosos rebajados y que se debe indicar obligatoriamente si tienen algún defecto.
En este Black Friday tan virtual, los consumidores en la red tienen que saber que disponen de catorce días para arrepentirse y devolver el producto sin dar explicaciones, y que si se va a pagar "online" lo mejor es utilizar una tarjeta prepago, una tarjeta de crédito o el Paypal. Hay que evitar hacer transferencias bancarias si no se tiene confianza con el vendedor. Según un informe de SAS y Javelin Strategy & Research, existe un alto riesgo de fraude al utilizar pagos digitales en puntos de venta físicos, con especial inseguridad en el caso de las tarjetas sin contacto.
Facua llama la atención sobre un porcentaje obtenido en una encuesta que la federación realiza hace seis años sobre este día: el 84% de los consumidores cree que la gran mayoría de comercios oferta falsos descuentos, un porcentaje que le lleva a decir que se trata de un Black Fraude.
Lo que esta claro, para las organizaciones de consumidores, es que este año esta especie de "fiesta de ventas" va a resultar menos festiva, sobre todo para las tiendas físicas, y por ello son de destacar iniciativas como la Local Friday, que ha puesto en marcha la aplicación Nextdoor para apoyar al comercio local y animar a los vecinos a recurrir a las tiendas de barrio.
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