Tras la debacle electoral del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asumió la derrota y resolvió las Cortes aupando a España a unas elecciones generales anticipadas este 23 de julio, en plena campaña estival. La mayoría de encuestas vaticinaba una victoria aplastante del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero el bloque progresista ha aguantado el tirón y ninguno de los grandes partidos ha conseguido una mayoría clara para gobernar, eso aboca a España a un bloqueo político y económico que llevará a las formaciones a buscar aliados para lograr hacerse con el poder aunque sea en una hipotética segunda vuelta. A partir del resultado electoral y pendiente de los pactos políticos, el Gobierno entra en funciones de forma oficial, con algunas decisiones, como la aprobación de los nuevos Presupuestos, pendientes de un hilo para ser aprobadas a tiempo.
Desde este lunes, el Gobierno de coalición de Sánchez comienza una nueva etapa. Las tres vicepresidentas y los ministros comienzan a desempeñar sus cargos menguados en sus capacidades para sacar a delante iniciativas legislativas. Su trabajo se centrará más en atender las necesidades y las decisiones menores del día a día que marquen el trabajo pendiente en sus ministerios, que de lanzar grandes iniciativas. El resto de altos cargos, como los secretarios de Estado, directores y secretarios generales o subsecretarios, continúan en su puesto, ya que su cese únicamente se producirá mediante real decreto en Consejo de Ministros, cuando llegue el nuevo titular de cada cartera, que es el que debe conformar su equipo.
Acciones interrumpidas
Hasta que haya un nuevo Ejecutivo, ¿qué puede hacer el Gobierno de coalición en funciones? Pedro Sánchez y el resto de ministros, a pesar de tener sus poderes acotados, podrán continuar desarrollando sus funciones diarias. La Ley de Gobierno estableces que el período de interinidad "durará hasta que se conforme uno nuevo". Y entre las funciones que puede desarrollar está la de facilitar la formación de un nuevo Gobierno, algo que parece no será de forma inminente, y será el encargado de traspasar los poderes.
La Ley del Gobierno establece que Sánchez no podrá "proponer al Rey la disolución de alguna de las Cámaras, o de las Cortes Generales", ni "la convocatoria de un referéndum consultivo". Desde este momento, el Ejecutivo no podrá aprobar los Presupuestos Generales del Estado, además de "presentar proyectos de ley en el Congreso de los Diputados o en el Senado".
El bloqueo político al que se enfrenta España, complica sacar adelante los próximos Presupuestos Generales, ya que por ley deberían estar listos para septiembre, algo que a priori parece imposible. En una hipotética y rápida negociación de Sánchez con Junts, y si el actual Gobierno tuviera los PGE avanzados, se podría llegar 'in extremis' a septiembre, algo que de momento no parece que vaya a ocurrir y sería una verdadera carrera de fondo para el bloque progresista.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios