Por una iniciativa ciudadana

Bruselas estudia un tren de alta velocidad que conecta todas las capitales europeas

Los organizadores de  'Conexión de todas las personas y capitales europeas mediante una red de trenes de alta velocidad' tendrán un plazo de seis meses para poner en marcha una recogida de firmas que será muy importante.

EL AVE que conecta todas las capitales europeas, a un paso más cerca de ser real.
Bruselas estudia un tren de alta velocidad que conecta todas las capitales europeas
ADIF

La Comisión Europea ha optado por registrar este martes una iniciativa ciudadana que conectaría a todas las capitales del espacio comunitario con líneas de ferrocarril de alta velocidad. De esta forma, se iniciará una recogida de firmas a favor de esta petición, que en caso de contar con al menos un millón de firmas provenientes de varios países de la Unión Europea, harán que Bruselas deba examinar este proyecto en detalle y decidir si va a proponer medidas legislativas. 

A partir de ahora, los organizadores de la iniciativa 'Conexión de todas las personas y capitales europeas mediante una red de trenes de alta velocidad' tendrán un plazo de seis meses para poner en marcha la recogida de firmas que será de gran importancia para dictaminar el futuro del proyecto y si este puede llegar a ser una alternativa real y eficiente. 

Si una iniciativa ciudadana europea consigue, en el plazo de un año, un millón de declaraciones de apoyo procedentes de al menos siete Estados miembro, la Comisión Europea tendrá la obligación de actuar, bien dando curso a la solicitud bien archivándola, pero motivando debidamente la decisión.

Los promotores de la petición reclaman una legislación comunitaria vinculante destinada a conectar todas las capitales europeas mediante líneas ferroviarias de alta velocidad, empalmando las redes ferroviarias de alta velocidad existentes y construyéndolas allí donde no existan todavía para que estos nuevos recorridos hagan que las peticiones sean más viables.

Con todo, Bruselas ha recalcado que el registro de una nueva iniciativa (la número cien en este caso) no prejuzga las conclusiones legales y políticas que sacará el Ejecutivo comunitario cuando concluya el proceso, ni las medidas que puedan seguir; sino que se trata de la confirmación de que la petición es jurídicamente admisible y que puede ser una solicitud sujeta a sus estudios.

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