Previsión para 2021

La UE eleva el crecimiento de España al 6,2% y deja sin aval la previsión oficial

Bruselas aborda la segunda mejora consecutiva de las expectativas de crecimiento sobre la economía española de cara a 2021, pero no alcanza el 6,5% previsto por el Gobierno.

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EFE

Bruselas ha difundido este miércoles la que supone la segunda mejora consecutiva de la previsiones de crecimiento económico para España de cara a este 2021. Si en las previsiones de primavera ya revisó al alza su expectativa de crecimiento para este año desde el 5,6% establecido inicialmente al 5,9%, ahora lo ha hecho hasta el 6,2%, tres décimas más de lo que se creía hace apenas un trimestre pero aún por debajo del 6,5% que constituye la previsión oficial del Gobierno para 2021 y que según algunos analistas ya sería difícil de alcanzar tras la recaída experimentada por la economía en el primer trimestre del año a consecuencia de la tercera ola de la pandemia.

A pesar de ello lo que se percibe en las últimas semanas es una convergencia de la mayoría de las previsiones de organismos internacionales e institutos de análisis hacia la previsión oficial marcada en su día por el Gobierno, lo que parece indicar que el vigor de la recuperación de la economía española está sorprendiendo para bien a los analistas propios y ajenos. La propia Comisión Europea atribuye en su informe de previsiones de verano la mejora de las expectativas para España en el mejor comportamiento respecto a lo esperado de la economía en el segundo y en lo que se empieza a ver del tercer trimestre del año. 

La Comisión señala tres factores que sostienen la mejora de sus expectativas sobre España. En primer lugar, los datos sobre comportamiento de la creación de empleo y salida de trabajadores del paraguas de protección de los ERTE; además el horizonte de una mejora significativa de los datos de consumo e inversión. Bruselas espera que la mejora del empleo y de la confianza en la situación económica corrijan las prevenciones que han mostrado las economías domésticas en los últimos meses, y que han llevado a la acumulación de unas bolsas de ahorro sin precedentes, y normalicen las pautas de consumo en los próximos meses. También que los fondos europeos impulsen la inversión tanto pública como privada. El tercer factor, asociado a los dos anteriores, es la mejora general que se percibe en la práctica totalidad de los indicadores económicos. 

Con todo, el panorama que dibuja la Comisión Europea es más contenido del que prevé el Gobierno. Y no sólo para este año 2021. La mejora de las expectativas de Bruselas para 2021 es directamente proporcional al empeoramiento que han experimentado las previsiones para 2022. Es, por tanto, una pura cuestión de cómo se va a distribuir el impacto de los fondos europeos, el principal factor de impulso en el que se va a apoyar la economía española en los próximos dos años. El crecimiento del 6,8% para 2022 que los funcionarios de Bruselas pintaron en sus previsiones de primavera cuando el cierre del acuerdo para la distribución de los fondos asociados al Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia era aún incierta se ha convertido en sus previsiones de verano en un 6,3%, cinco décimas menos que se explican por las tres décimas más que se han sumado al crecimiento de este año.

España, la economía que más crecerá de la UE

Lo que no cambia es que Bruselas continúa situando a España como la economía de la Unión que más va a crecer en los próximos dos años, en los que se prevé que el conjunto de los 27 crezca un 4,8% y un 4,5%. La circunstancia deriva también del efecto de que España fue de largo la economía que más cayó en 2020 a consecuencia de la pandemia y, por tanto, es la que más terreno tiene que recuperar. La prueba de que no es tan buena noticia como podría parecer es que España se situará en el grupo de economías que más va a tardar en recuperar el nivel de bienestar y capacidad de producir anterior a la pandemia, algo que según las previsiones de Bruselas no sucederá hasta el tercer trimestre de 2022.

Las huellas de la pandemia, advierten los técnicos de la Comisión Europea, continúan apreciándose en España con mayor facilidad que en otros países, especialmente en el plano del empleo donde el informe de verano de la Comisión pone a España como ejemplo de país donde buena parte de sus trabajadores continúan bajo los esquemas de protección (ERTE) dispuestos para paliar los efectos de la crisis y financiados con fondos europeos.

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