La lucha del Gobierno contra el coronavirus

Calviño da un paso atrás y avala el parón de la economía 'forzado' por Iglesias

  • La vicepresidenta de Asuntos Económicos argumenta que la medida busca reducir la movilidad de las personas, no la actividad económica.
Nadia Calviño
Nadia Calviño
Europa Press

El Gobierno decidió que este martes debían comparecer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros los dos vicepresidentes cuyas visiones más se están contraponiendo a la hora de definir la línea a seguir en la gestión de la crisis del coronavirus, el de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, y la de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, para transmitir una imagen de unidad, frente al pulso soterrado que se adivinaba desde hace días. Y Calviño cumplió con su parte defendiendo el 'cerrojazo a la economía' decretado al filo de la medianoche del domingo y que mantendrá al ralentí la economía española durante las dos próximas semanas, hasta el próximo 9 de abril.

La vicepresidenta salía así al paso de las críticas formuladas desde el ámbito empresarial respecto a las consecuencias que esta medida tendrá sobre la economía española y sobre su mejor o peor disposición para salir adelante una vez se supere la crisis sanitaria. Calviño, curtida como nadie en la calculada equidistancia del lenguaje comunitario, lanzó un mensaje conciliador, en el que trasladó que el Gobierno comprende la preocupación de las empresas y trabaja por modular las medidas de contención adoptadas para no perjudicar la futura salida de la crisis y encajó el 'cerrojazo a la economía' aprobado el fin de semana dentro de esta estrategia para acelerar cuanto antes la quiebra de la cadena de contagio y permitir así una más pronta vuelta a la normalidad.

La vicepresidenta económica arrancó de hecho su discurso con un insólito hasta la fecha agradecimiento del Gobierno "a empresarios, trabajadores y autónomos", por este orden, por los esfuerzos que están realizando para combatir el coronavirus. De algún modo, puso sobre la mesa la doble alma con la que el Gobierno está encarando esta situación alterando elementos del relato que principalmente el área de los ministerios de Podemos ha instalado hasta el momento.

Contra el relato acuñado por Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, principalmente, de que ahora toca priorizar "salvar vidas" y dejar un tanto de lado las consideraciones económicas sobre la crisis, Calviño recalcó que deba haber "un paralelismo entre la respuesta sanitaria y la respuesta económica y social" a la situación creada por el coronavirus, que exige, también evitar una parálisis total de la economía que erosione la base sobre la que habrá que volver a la normalidad. "Tenemos que impedir que se cierren empresas y se pierdan empleos", dijo.

Canales de adaptación para las empresas

Calviño que hace menos de una semana rechazó la posibilidad de una paralización total de la economía española para contener el coronavirus incidió en que lo que se aprobó el domingo no fue 'un cerrojazo' total, como se vendió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, sino "una hibernación o ralentí en la economía". En este sentido recordó que el marco regulatorio de contingencia levantado no sin dificultades por el Gobierno en los últimos días ofrece resquicios para que las empresas adapten su operativa a la situación. En este sentido recordó, que las normas aprobadas por el Gobierno permiten a la industria adaptar su operativa para evitar detener procesos industriales cuya reactivación posterior sea costosa, a las empresas exportadoras mantener una cierta actividad que les permita atender a los compromisos con clientes de otros países, también disponen de margen para gestionar sus 'stocks' e incluso de cierto margen de maniobra que les permita mantener una actividad mínima mediante la activación de servicios mínimos o variaciones en los turnos, siempre que no comprometan las medidas de seguridad y de protección de la salud necesarias en un momento como éste.

El mensaje de la vicepresidenta económica del Gobierno a las empresas es que estas medidas van a permitir salir de esta situación de emergencia con mayor rapidez y les van a permitir recuperar su actividad normal con mayor premura que si no se hubieran tomado. "Igual que hay que medir la respuesta sanitaria para frenar la cadena de contagios, la duración de las medidas de respuesta económica es clave", también para acelerar la recuperación e impedir que el parón económico deteriore aún más las bases sobre las que habrá que sostener esa recuperación.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos dejó una frase que admite muchas interpretaciones, entre las que está la de aviso a navegantes: "Espero que todas las medidas excepcionales sean eso, excepcionales".

Más 'escudo social'

Todo ello tras un Consejo de Ministros en que nuevamente la parte del león del protagonismo se la llevó el área de Pablo Iglesias y su 'escudo social'. Iglesias desgranó instantes antes de la intervención de Calviño cinco grupos de medidas para apuntalar la respuesta social del Gobierno frente a la crisis con medidas de protección para inquilinos, empleadas del hogar, desempleados sin derecho a prestación y otros colectivos de los catalogados como vulnerables.

La lista es larga: moratorias en el pago de la renta para inquilinos en situación de vulnerabilidad y créditos blandos para los afectados directa o indirectamente por el coronavirus, ampliación a nuevos colectivos de la moratoria en el pago de hipotecas, prestación especial de 440 euros para temporales despedidos tras la declaración del estado de alarma pero antes de la aprobación del decreto del gobierno que prohibió los despidos, subsidio para las empleadas de hogar, moratorias en la devolución de créditos personales y prohibición de la suspensión de suministros básicos -agua, electricidad y gas- durante la crisis.

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