Finanzas personales

¿Todavía merece la pena convertir una hipoteca variable al tipo fijo?

El euríbor no baja al ritmo que los hipotecados pensaban a finales de 2023 y esto hace que algunos tengan que seguir pagando más durante un año por su crédito hipotecario. Claves para saber qué hacer con tu hipoteca. 

Hipoteca
¿Todavía merece la pena convertir una hipoteca variable al tipo fijo?
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El euríbor no desciende al ritmo que desearían muchos hipotecados que residen en España. Este índice, usado en nuestro país para calcular el interés de los préstamos hipotecarios con un interés variable, bajó del 4,16% al 3,609% entre octubre del 2023 y enero de este año, pero en febrero subió de nuevo y se situó en el 3,671%.

En paralelo, los bancos han empezado a ofrecer hipotecas fijas con tipos más bajos; a menos del 3% en algunos casos. Es lógico preguntarse, por lo tanto, si merece la pena pasar de un interés variable a uno fijo para abaratar la cuota, ya sea mediante un pacto con la entidad o con un cambio de hipoteca de banco. Según el comparador financiero HelpMyCash.com, la clave está en la tolerancia al riesgo del cliente y en las condiciones que le ofrezcan.

Tranquilidad ante un futuro incierto

A muy corto plazo, convertir una hipoteca variable en fija sí sale a cuenta. En estos momentos, el cliente puede conseguir tipos fijos de en torno al 3% o hasta por debajo, mientras que si se mantiene con un interés variable, se le aplicará el valor del euríbor, que por ahora supera el 3%, más el diferencial que se establezca en su escritura.

Sin embargo, es imposible predecir si el euríbor se situará por debajo o por encima de sus valores actuales a corto, medio y largo plazo. Y por este motivo, los analistas de HelpMyCash consideran que pasarse a un tipo fijo puede ser conveniente si el hipotecado busca tranquilidad. Con un interés fijo, su cuota no cambiará nunca y se protegerá de los sobresaltos que sí afectan a los que tienen una hipoteca variable; para bien y para mal.

En cambio, si el cliente quiere asumir más riesgos y cree que el euríbor se situará en niveles inferiores a los de ahora durante buena parte del plazo que le queda de devolución, seguir con un interés variable puede ser más conveniente. Siempre, eso sí, que pueda asumir unas cuotas más caras en caso de que se equivoque y este índice cotice al alza.

En caso de querer mantenerse con un interés variable, los analistas del comparador recomiendan renegociar el diferencial para reducirlo y abaratar así el importe actual de las cuotas. Con el simulador de subrogación de HelpMyCash se puede calcular cuánto se ahorraría el cliente si cambia su hipoteca variable de banco para rebajar el diferencial.

El interés sí importa

Si el cliente prefiere convertir su hipoteca variable en fija para protegerse del euríbor, es importante que elija un interés reducido. De este modo, no solo pagará unas cuotas constantes: también abonará unas mensualidades asequibles hasta que finalice el plazo de devolución de su préstamo hipotecario.

¿Y qué se puede considerar un interés reducido? Lo ideal es conseguir un tipo fijo de en torno al 3% o por debajo, que es el precio medio que ofrecen actualmente los bancos para este tipo de operaciones. De hecho, si el perfil del cliente es bueno, los analistas del comparador aseguran que puede obtenerse un interés fijo de alrededor del 2,62%; especialmente si se encarga la conversión a un bróker hipotecario.

Es posible, sin embargo, que el hipotecado no encuentre ofertas tan atractivas. En ese caso, puede plantearse la opción de pasarse a un tipo mixto para disfrutar de un interés fijo más bajo durante varios años (posteriormente, se aplicará un tipo variable). Según HelpMyCash, hay bancos que aplican un tipo fijo inicial desde el 2,30% en los diez años siguientes a la conversión.

Sin comisiones durante el 2024

Finalmente, desde el comparador recuerdan que al cliente no se le pueden cobrar comisiones por convertir una hipoteca variable en fija o mixta en 2024. El Real Decreto-ley 19/2022, prorrogado a finales del 2023, prohíbe que los bancos apliquen comisiones si se lleva a cabo una operación de estas características, ya sea mediante un pacto con la entidad (novación), con el traslado del préstamo a otro banco (subrogación) o con la firma de una hipoteca nueva para cancelar la vigente.

Ahora bien, sí habrá que pagar los otros gastos asociados a la operación. Si se pasa una hipoteca variable al tipo fijo o mixto mediante una novación o una subrogación, el cliente deberá abonar el precio de la tasación de su vivienda, que cuesta unos 300 euros de media. Y si contrata un préstamo hipotecario nuevo para liquidar el suyo, también tendrá que hacer frente a los gastos de cancelación registral de ese crédito, cuyo precio es de unos 1.000 euros de media.

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