Cargo normativo: el nuevo importe de la factura de la luz que aumenta el precio

Ya ha pasado un año desde que el precio de la luz marcaba máximos históricos en 2021. Ahora, para los usuarios el pan de cada día es hacer frente a facturas eléctricas mucho más altas que hace doce meses y según los datos, la luz se está pagando, de media, al triple que hace un año. En dos años, la factura se ha multiplicado por nueve, y el futuro no es halagüeño al respecto: expertos y gobiernos barruntan una luz a 500 euros/MWh en Europa central durante el próximo invierno.

España y Portugal llegaron a un acuerdo con Bruselas para aplicar la llamada 'excepción ibérica' que abaratase las facturas de los ciudadanos de ambos países, pero los récords continúan sucediéndose en toda Europa. Tras casi dos meses y medio con el tope al gas en vigor, algunos consumidores eléctricos que tienen sus tarifas en el mercado libre se han encontrado con una sorpresa en forma de cargo extra al recibir sus facturas del verano. 

Pese a que el Gobierno prometió una rebaja de la factura en un 15% (inicialmente fijada en un 30%), las comercializadoras han comenzado a incluir en las facturas el importe a pagar a las eléctricas como compensación por topar el gas, que sube las facturas una media de 30 euros. Es el conocido como 'cargo normativo', aunque no es obligatorio que se detalle en las facturas, se ha empezado a ver en algunos recibos de Iberdrola o Gana Energía.

Por qué cobran este cargo extra

Se trata de un cargo normativo correspondiente al tope del gas, que empezó a aplicarse en las facturas desde el pasado 15 de junio, ante la aplicación del Real Decreto-Ley 10/2022, del 13 de mayo, y cuyo objetivo es la financiación del tope del precio del gas.

Según afirmaba Iberdrola a Telemadrid, este importe se aplica a aquellos clientes que hayan terminado sus contratos anuales y comiencen uno nuevo. Como decíamos antes, es una compensación que desde el 15 de agosto aplican todas las compañías y, aunque no es necesario incluirlo en las facturas de manera detallada, algunas eléctricas optan por hacerlo a modo de transparencia.

Este "impuesto" busca compensar a las centrales de generación de gas y carbón, que siguen comprando gas en los mercados internacionales, y es sufragado por los propios consumidores a través de su recibo. Además, el importe puede variar, ya que el ajuste por el tope al gas ronda un precio medio entre los 0,10 y 0,15 €/ kWh y se paga en función del consumo efectuado. Asimismo, afectará a los clientes cuyos contratos del mercado eléctrico estén indexados a los mercados mayoristas, o quienes dispongan de contratos PVPC e inicio de vigencia posterior al 26 de abril de 2022, con independencia de su comercializadora.