La fiscalidad puede jugar un papel importante a la hora de decidirse por un producto de ahorro. El cliente debe tener en cuenta qué porcentaje de la remuneración obtenida con depósitos, Letras o fondos habrá que dedicar al pago de los impuestos a Hacienda y cómo abonar esta cantidad, ya que el cambio de bruto a neto puede suponer una gran diferencia.
Las modificaciones en las retenciones del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) han causado una subida en los tipos aplicados sobre el ahorro. Para poder planificar de forma eficiente las finanzas familiares y poder predecir la remuneración que se obtendrá es necesario reparar en estas novedades, con las que la imposición sobre el tramo de beneficios más alto alcanza el 28%.
La mayoría de intereses percibidos por productos de ahorro se consideran rendimientos de capital mobiliario y se les aplica un tipo de gravamen mínimo del 19% hasta los primeros 6.000 euros. El tramo entre los 6.001 y 50.000 euros tributa a un 21%, mientras que el siguiente, de 50.001 a 200.000 euros, al 23%. A las remuneraciones de entre 200.001 y 300.000 se les retiene un 27% y de esta cantidad en adelante se aplica un tipo del 28%.
La fiscalidad de depósitos, cuentas remuneradas y regalos
Los rendimientos obtenidos de los depósitos bancarios y las cuentas con remuneración que ofrecen las entidades financieras son rendimientos de capital mobiliario, y por lo tanto se incluyen en la base imponible del ahorro. Como tal, sus intereses tributan con los tipos establecidos.
En este caso, la retención la realiza, normalmente, el propio banco a la hora de abonar al cliente le importe correspondiente. Así, al recibir la remuneración de una cuenta o el importe con intereses de un depósito, el banco ya habrá descontado la cuantía a pagar en impuestos y abonará esa cantidad a Hacienda. El banco aplica una retención del 19% de forma automática, y la diferencia se deberá corregir en la declaración de la renta en caso de que los beneficios superen los 6.000 euros.
Las remuneraciones o regalos en especie que dan las entidades por, por ejemplo, abrir una cuenta con ellos, también están sujetas a gravamen. En concreto, la retención es también del 19% hasta 6.000 euros y los bancos suelen aplicarlo de forma automática. Aun así, conviene solicitar un certificado de retenciones en el que se detalle el valor del regalo y a cuenta de que lado, el cliente o el banco, corre el cargo de Hacienda.
Qué impuestos se pagan por productos de bancos extranjeros
Muchos españoles prefieren optar por ofertas de bancos internacionales debido a las mejores rentabilidades en, por ejemplo, depósitos, pero las dudas sobre la fiscalidad de estos productos suponen un problema. Los bancos de otros países aplican también retenciones automáticas a las remuneraciones, por lo que es importante notificar a la entidad de que ya se tributa en España. Con la emisión de un certificado de residencia fiscal podemos asegurarnos de no ser gravados dos veces por las instituciones de Hacienda de ambos países.
Cómo se gravan las ganancias de Letras del Tesoro
Las rentabilidades de las Letras del Tesoro tributan como el resto de rendimientos de capital mobiliario, por lo que se aplica un gravamen del 19% a los primeros 6.000 euros, que va aumentando progresivamente con el importe ganado. Sin embargo, el Tesoro Público no realiza una retención a cuenta al pagar el nominal de las Letras al comprador, por lo que se recibe la cantidad bruta, no neta, que le corresponde. Al realizar la declaración de la renta, el beneficiario tendrá que ocuparse de dar cuenta del beneficio obtenido y el pago correspondiente a impuestos.
Tributación de los fondos de inversión
A diferencia de los anteriores, los fondos de inversión se consideran ganancias o pérdidas patrimoniales, aunque se encuentran también dentro de la base imponible de ahorro y los tipos que se aplican a cada tramo son los mismos. Por lo tanto, la retención aplicada este año ha sido también del 19% y se mantendrá así para los primeros 6.000 euros de rentabilidad obtenidos.
El titular de un fondo solo se verá obligado a pagar impuestos por sus ganancias en el momento en el que lleve a cabo el reembolso de las participaciones. Por lo tanto, el cliente puede realizar traspasos y mover le ahorro de unas participaciones a otras sin necesidad de pagar a Hacienda, permitiendo un mayor grado de adaptabilidad de la cartera.
Cómo tributan los planes de pensiones
Las prestaciones obtenidas por planes de pensiones, en cambio, tributan como rendimientos de trabajo en el IRPF. Por lo tanto, se aplica un tipo del 19% a los primeros 12.450 euros, un 24% al tramo entre esa cantidad y los 20.200 euros y un 30% entre 20.200 y 35.200 euros. El cuarto tramo, que va hasta los 60.000 euros, tiene un gravamen del 37%. Entre 60.000 euros y 300.000 el tipo impositivo es del 45% y por encima de ese nivel del 47%. En estos casos, el partícipe sólo deberá tributar por ellos cuando proceda al rescate de su plan de pensiones.
