La leña, otra alternativa

La exportación dispara el precio de los pellets un 250% y complica el invierno

El descenso de las importaciones de madera por las sanciones a Rusia y Bielorrusia coincide con un alza de compras por parte de los países del norte de Europa para evitar pasar frío en un invierno sin gas ruso. 

A man in a room with a solid fuel boiler, working on biofuel, economical heating.
La exportación dispara el precio de los pellets un 250% y complica el invierno
pvproductions / Freepik

Frente a un nuevo y frío invierno, vuelven las soluciones de siempre. Los altos precios de la luz y el gas están haciendo que muchos consumidores opten por buscar alternativas para rebajar sus facturas energéticas, y en esta ocasión es el mundo rural el que lidera un cambio de tendencia que ya ha notado la industria. Frente a la dependencia de las calefacciones centrales o del gas natural en las ciudades, el inicio de la temporada invernal en las zonas de alta montaña ha mostrado las costuras del suministro de pellets, un combustible generado a partir de restos de madera cuya cadena de suministro está seriamente tensionada por la falta de materias primas y un aumento importante de la demanda.  

Este combustible natural se fabrica a partir del aglomerado de restos de serrín y su alto poder calórico lo convierte en un indispensable en muchas casas coincidiendo con la llegada del invierno, apostando por su uso frente a otras alternativas energéticas. De esta forma, los pellets se han convertido en la alternativa ecológica y barata de calentar las casas, impulsando toda una industria que se ha asentado en el norte de España, coincidiendo con el mayor número de zonas boscosas. 

Sin embargo, ésta tampoco se libra de las consecuencias de la guerra en Ucrania. Aunque por lo general la industria del pellet suele destinar su producción a los consumidores locales, los problemas de suministro energético del centro y el norte de Europa derivados de los cortes de gas rusos han puesto en alerta a los distribuidores de zonas como Polonia o Alemania, que según fuentes del sector, anteriormente adquirían su stock en Ucrania y Rusia, pero ante la situación de ambos países, han acudido en masa a adquirir pellets a países como España o Italia, adelantándose al riesgo de que no tengan con qué calentarse. 

La 'tormenta perfecta' de los pellets: aumentan las exportaciones y disminuye la entrada de madera para producirlos en pleno auge de la demanda. 

Acostumbrados a satisfacer la demanda nacional, este auge de las exportaciones han coincidido con una merma de las importaciones de la madera necesaria para producir los pellets, procedente, por lo general, de países como Rusia o Bielorrusia, desde los que ya no se recibe materia debido a las sanciones impuestas al Kremlin. Tampoco Ucrania, proveedor habitual, puede exportar debido a la situación bélica que afronta el país. 

El almacén de materiales Hergadi, situado en León, lleva dos años notando el incremento de ventas en este combustible y en las estufas que alimenta. Su gerente, Fernando García, asegura que su precio, un 50% más barato que el del gasóleo, es el principal atractivo que mantiene al alza las ventas. En su compañía han duplicado las ventas de leña y triplicado las de pellets en los últimos meses, pese a que los precios se han incrementado sustancialmente. En cambio, alerta de que "no hay" stock disponible de pellets en España: "hemos vendido tres tráileres de pallets por completo. Antes costaban 195 euros por tonelada y ahora superan los 500", asegura a La Información. 

La Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para Combustibles Sólidos (AEFECC) añade el encarecimiento de los bienes necesarios (luz, gas) para que los pellets completen su proceso productivo. La situación no solo afecta al combustible, sino también a las propias estufas para calentarse: "los fabricantes no dan abasto, tienen todo vendido", afirma García, quien asegura que sus proveedores italianos están aceptando pedidos con fechas de entrega en enero o febrero de 2023. Desde AEFECC apuntan a que las entregas de proveedores nacionales se están demorando hasta dos meses, cuando ya habrá llegado el invierno. A eso se sumarían los problemas de suministro de vidrios, piezas imprescindibles. 

Vuelve la leña, que no ha subido de precio

Como suele ser habitual ante una subida de precio, los consumidores huyen hacia alternativas más baratas, y si hay una que apenas ha visto subir su precio esa es la leña. Fuentes de AEFECC señalan que la subida del coste de esta materia ha sido "testimonial" y que obedece, únicamente, al alza del precio de los combustibles necesarios para su transporte: "si un kilo de madera de roble o encina antes se pagaba a 0,17 euros, ahora se paga a 0,20". Esto está generando un importante incremento de la demanda: "el que antes compraba un palé, ahora compra tres, ante el miedo y la incertidumbre sobre qué pasará este invierno", comenta un portavoz de la asociación. 

AEFECC estima cerrar 2022 con un incremento próximo al 40% en la venta de chimeneas y estufas, que se suma al 30% que ya crecieron en 2021 y el 20% con el que cerraron en 2020, aunque por aquel entonces no les extrañó, "ya que la gente estaba encerrada en casa y se dedicaba a arreglar cosas". El dato del año pasado, en cambio, sí fue una sorpresa, porque mostraba un cambio de tendencia motivado por la subida de la luz, el gas o el gasoil. 

Esta patronal reivindica el aprovechamiento de los bosques españoles y el poco uso que se les da en España. "Somos el tercer país de Europa con mayor masa forestal y, en cambio, estamos en los últimos puestos en aprovechamiento de leña. Tenemos un activo en los bosques y si se gestionan bien, serían una industria sostenible y potente", concluyen. 

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