A la hora de hablar de fondos de inversión nos encontramos con distintas maneras de poder clasificarlos, siendo algunas de las más habituales por categorías, dependiendo del tipo de activo en el que invierten o la tipología de inversión. Sin embargo, aunque es bastante conocida, existe una forma de clasificación muy importante, como son las clases de fondos de inversión.
Estas son las diferentes versiones de un producto financiero que se comercializan, lo que hace que un mismo fondo de inversión pueda tener varias clases distintas. A cada clase se le aplican unas condiciones, lo que hace que pueda haber diferencias significativas entre ellas, como en el pago o no de rentas, la inversión mínima necesaria, la divisa o las comisiones, entre otras. Al invertir en un determinado fondo de inversión es muy importante elegir la clase apropiada.
Clases de fondos de inversión
A la hora de hablar de clases de fondos de inversión podemos encontrarnos con cuatro tipos principales, que son las siguientes:
- Clases de fondo según el reparto (acumulación o distribución): Pueden existir diferentes clases en función de su política en el reparto de dividendos. De esta manera, nos encontramos con fondos de acumulación cuando en lugar de repartir el dividendo lo acumulan para conseguir más ganancias futuras y con fondos de distribución, que hacen lo contrario y reparten una cantidad entre los participantes del fondo de inversión de forma periódica.
- Clases de fondo según el riesgo de la divisa (divisa cubierta o sin cubrir): Dado que el precio de las monedas sube y baja de forma constante, lo que afecta a las inversiones y se denomina riesgo de divisa, existen clases de fondos con divisa cubierta para proteger a los inversores de dichos cambios y de divisa sin cubrir, en los que la variación del tipo de cambio puede influir en la rentabilidad.
- Clases de fondo según el dinero (Institucional o minorista): Según el tipo de cliente al que se dirigen y el dinero a invertir, podemos encontrarnos con una o varias clases dirigidas a los inversores institucionales o de banca privada, con importes de entrada más elevados y comisiones más reducidas, y fondos con al menos una clase dirigida a los inversores particulares o minoristas (retail), donde el importe mínimo de inversión es más reducido a costa de soportar unas comisiones más altas.
- Clases limpias de los fondos de inversión: Se trata de aquellas clases cuya principal característica es que no existe una comisión de retrocesión, de manera que la gestora no paga comisiones a quienes distribuyen sus fondos. Este hecho provoca que el coste de la clase limpia sea inferior para el inversor.
De esta manera, las clases nos sirven para poder disponer de diferentes formas de invertir en un mismo fondo, y que así se pueda encontrar un producto que realmente se adapte al perfil de cada inversor.
