La cocina se trata de una parte esencial de una casa, por lo que es completamente normal que se quiera renovar para darle una nueva estética o para adaptarla a las necesidades cambiantes dentro del hogar. Sumergirse en este cambio supone un gasto elevado, aunque todo depende se si solo se quieren cambiar los muebles o si por el contrario también se quiere realizar obra para sustituir los baldosines por otros nuevos.
¿Cuánto puede costar la reforma de una cocina?
En la actualidad, el precio aproximado de la reforma de una cocina se sitúa entre los 6.000 y los 10.000 euros, aunque todo dependerá de si quieres llevar a cabo una renovación integral o parcial, si es necesario renovar electrodomésticos, quitar o poner paredes, etcétera.
De esta forma, una reforma de cocina barata se sitúa, como mínimo, en unos 5.000 euros cuando se realiza con unos materiales de calidad, pero económicos. En cualquier caso, hay que ser consciente de que el coste suele ser elevado porque conlleva tener que hacer uso de una gran cantidad de materiales, además de suponer una obra más larga que en otras estancias del hogar, y tratarse de unos trabajos delicados.
Cuando se lleva a cabo una reforma completa de la cocina, es habitual que se opte por cambiar tanto el estilo como la distribución de la estancia, y esto conlleva que haya que afrontar la reforma en diferentes ámbitos como albañilería, fontanería, electricidad, carpintería y limpieza, lo que implica que, además de calcular el diseño de la nueva cocina, el trabajo y los materiales, se deberán añadir los honorarios correspondientes a cada trabajador.
Cómo reformar una cocina
Si estás decidido a reformar la cocina de tu vivienda, es importante empezar definiendo el diseño y la distribución deseada para la estancia, así como el estilo, para lo cual hay que tener en cuenta el espacio disponible y la funcionalidad a obtener. En este punto es necesario considerar la ubicación de las tomas de agua y de los puntos de electricidad e iluminación para poder garantizar que se adaptan a tu nuevo diseño. Y es que, si no lo hacen, tendrás que hacer frente a un mayor gasto por los servicios de un electricista o fontanero.
Tras haber planificado el diseño de la reforma, es recomendable usar materiales de calidad para evitar posibles roturas, problemas y gastos futuros. Asimismo, habrá que tener en cuenta los electrodomésticos que se van a tener que comprar para que se adapten a esa nueva cocina, sobre todo cuando se trata de una reforma integral en la que no se puedan reutilizar los anteriores.
A todos estos gastos hay que sumar los relacionados con la licencia de obras, ya que es necesario tener permiso del ayuntamiento para poder desarrollar estos trabajos de forma legal. Toda intervención que supone la modificación de la estructura de la vivienda, que altere su distribución o de su superficie, necesita de una licencia de obra mayor, mientras que, si se trata de proyectos de pequeña envergadura, se solicitará una licencia de obra menor.
