Según Eurostat

El 13,2% de los españoles vive en hogares con retrasos en hipoteca, alquiler y recibos

España es el séptimo país de toda la Unión Europea, por detrás de Grecia, Bulgaria, Rumanía, Croacia, Chipre e Irlanda, donde un mayor porcentaje de población reside en hogares que acumulan retrasos en las facturas.

.
.
Getty Images

Un 13,2% de los españoles vive en hogares que acumulan retrasos en el pago de la hipoteca, del alquiler o en las facturas de los servicios esenciales, como la electricidad, el agua o el gas. Se trata de un porcentaje mayor que el de otros países de nuestro entorno, como Alemania, Francia, Italia o Portugal y supera, también, que el que registran de media el conjunto de estados de la Unión Europea (9,2%). Los datos se extraen de la última edición del informe 'Vivienda en Europa' que publica anualmente Eurostat, la oficina de estadísticas europea, y que ofrece una perspectiva de lo sucedido entre 2010 y 2022 en este ámbito.

De la evolución de este indicador en algo más de una década se desprende que en el año 2020, marcado por los efectos más severos de la pandemia de coronavirus, el porcentaje de españoles que residía en un hogar con retrasos en el pago de los recibos se disparó hasta el 13,5% (desde el 8,1% de 2019). Si bien, no tocaría techo hasta el año siguiente, cuando se situó en el 14,3%, frente al 8,9% que alcanzó de media entre los Veintisiete. 

Los datos sorprenden porque suponen que en 2022 había una proporción más alta de personas en esta situación que en 2010 (11,7%), un ejercicio en el que la economía se estancó y no terminó de despegar de la primera recesión provocada por la crisis financiera y en el que la tasa de paro se situó en el 20,33% a cierre del cuarto trimestre, según la Encuesta de Población Activa (EPA). 

Bien es cierto que el Banco Central Europeo redujo los tipos de interés hasta el 1% en 2009 y los mantuvo así hasta abril de 2011, mientras que el año pasado despidieron el ejercicio en el 2,5% en medio de la subida más acelerada desde la creación del euro (el informe sólo recoge una parte de ese rally, dado que queda fuera el año 2023). Pero también lo es que el porcentaje de hipotecas a tipo variable es mucho más reducido ahora que hace una década y que la tasa de morosidad ha caído con fuerza en este periodo y se mantiene en zona de mínimos, atendiendo a la información que hace pública mensualmente el Banco de España. 

Y sorprende, además, porque Eurostat señala en su informe que sólo hay cinco países en los que los datos empeoraron el último año en relación a 2010. España es uno de ellos y el resto son Dinamarca, Alemania, Grecia y Luxemburgo. La pandemia se cebó con la economía española por su exposición al sector turístico y a los servicios. La salida se produjo con fuerza, pero enseguida llegaron la crisis energética e inflacionaria y las consecuencias de la guerra en Ucrania. La inflación se situó de media en el 8,4% el pasado ejercicio, mermando la capacidad de compra de los hogares, pese al despliegue del medidas extraordinarias aprobadas por el Gobierno para hacerle frente. 

Indicadores sobre la asequibilidad de la vivienda

El de los retrasos en el pago de los recibos es uno de los indicadores que Eurostat emplea para comprobar si la vivienda es asequible en los Estados miembro, pero no es el único. El informe atiende también a la tasa de sobrecarga o exceso de los costes de la vivienda, que muestra qué proporción de la población vive en un hogar donde los gastos totales de la misma (hipoteca  representan más del 40% de sus ingresos disponibles. Para un mismo país la estadística ofrece desagregados los datos de las zonas urbanas y de las rurales. 

El año pasado en el conjunto de la UE, el 10,6% de la población de las ciudades vivía en un hogar de este tipo, mientras que la tasa correspondiente en las zonas rurales era del 6,6%. Las tasas más altas de exceso de costes de la vivienda en las urbes se observaron en Grecia (27,3%) y en Dinamarca (22,5%). En el caso de España, un 11% de la población de las ciudades y un 4,7% de la de las áreas rurales tuvieron que dedicar algo menos de la mitad de su renta disponible el año pasado a la vivienda.

La misma estadística refleja cómo los precios de los alquileres han subido sin pausa desde 2015, aunque en territorio nacional lo hicieron a mayor ritmo que en el conjunto de la Unión Europea hasta 2020 y después ha sido más intensa la escalada en la medida de los socios europeos. "Ha habido un aumento constante de los alquileres en la UE entre 2010 y 2022: en total un 18% durante todo el período", apunta el informe, que advierte de que ese incremento afectó a todos los Estados miembros excepto a Grecia (-25%), siendo los mayores los que afectaron a Estonia (+210%), Lituania (+144%) e Irlanda (+84%). 

Mostrar comentarios