El Banco Central Europeo (BCE) empieza a ver la luz al final del túnel con los datos de inflación, al margen de que esta esté aún lejos de normalizarse por completo. La tasa anual de IPC se habría reducido cinco décimas en noviembre hasta el 2,4%, su nivel más bajo desde julio de 2021. Esta moderación facilita la pausa que el emisor decidió darse el mes pasado con los tipos de interés, que permanecen en el 4,5%, su nivel más elevado desde 2001 después de diez alzas consecutivas. El consejo de gobierno de la entidad, que capitanea Christine Lagarde, se reúne el próximo 14 de diciembre.
Los datos que ha hecho públicos este jueves la oficina de estadísticas europea, Eurostat, confirman la tendencia al enfriamiento de la inflación en el área del euro, que se sitúa lejos del máximo del 10,6% que llegó a tocar en octubre del año pasado. En el undécimo mes del año se ha moderado el incremento de precios de todos los componentes de la cesta de la compra.
Este es muy significativo en el caso de los alimentos, el alcohol y el tabaco que se encarecieron un 6,9%, medio punto menos que el mes anterior. La inflación de los servicios, a la que el BCE ha estado prestando una atención especial porque podría generar efectos de segunda ronda, menguó seis décimas hasta el 4%. Destaca, también, la evolución de los precios de la energía, que cayeron un 11,5%, tres décimas más de lo que se habían reducido el mes anterior.
Tomando en cuenta el dato de inflación armonizada, España registró una tasa superior a la media, del 3,2%, aunque por debajo de las en Eslovaquia (6,9%) y Croacia (5,5%), que fueron las que más se dispararon. La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos y apunta a tensiones más estructurales, se reduce seis décimas hasta el 3,6%.
El mercado laboral resiste el frenazo del PIB: el paro, en mínimos
Esta mejora de las perspectivas de inflación se produce en un contexto en el que el mercado laboral de la zona del euro mantiene su solidez. Eurostat ha confirmado que la tasa de paro de la región se situó en octubre en el 6,5%, su nivel más bajo de toda la serie histórica, y en el 6% en la Unión Europea. Es un nivel en el que se ha estabilizado desde marzo pese al frenazo que han venido registrando las principales economías de la región.
donde permanece estable desde el pasado mes de marzo a pesar de la desaceleración económica, mientras que en el conjunto de la Unión Europea se mantuvo estable en el 6% por quinto mes consecutivo, sólo una décima por encima de su mínimo de siempre, según los datos publicados por Eurostat.
Un total de 13,17 millones de personas carecían de empleo en la UE en octubre, de los que la gran mayoría, 11,13 millones, residen en la Eurozona. Estas cifras conllevan un alza mensual de 71.000 parados en la UE y de 48.000 en la región del euro. En términos interanuales, el desempleo se incrementa en 27.000 personas entre los Veintisiete y se reduce en 28.000 personas entre los países que comparten moneda.
España mantiene la tasa de paro más elevada de toda la UE
España se mantiene como el país con una tasa de desempleo más elevada, del 12%, seguida de Grecia (10% en septiembre, que es el último dato publicado hasta la fecha) y de Suecia (8%). En el lado opuesto se colocaron Malta, con una tasa de paro del 2,5%; Polonia (2,8%) y Chequia (2,9%).
En el caso de los menores de 25 años, la tasa de paro de la zona euro se elevó en octubre al 14,9% desde el 14,6% de septiembre, prácticamente la mitad de la española, que alcanza el 28%. En términos absolutos, el número de jóvenes desempleados en la UE alcanzó en el décimo mes del año los 2,88 millones de personas, de los que 497.000 eran españoles.
