El Gobierno francés ha anunciado un paquete de 14 medidas destinada a mejorar la situación del campo. Con estas nuevas políticas el Ejecutivo busca dar respuesta a las protestas de agricultores de principios de este año, tras las que ya se presentaron casi 70 iniciativas para aliviar la crisis en el sector.
Gabriel Attal, el primer ministro de Francia, ha explicado a través de un comunicado que entre las medidas aprobadas se encuentran iniciativas como nuevas ayudas de tesorería en forma de acceso a préstamos que podrán llegar a los 75.000 euros, una reforma de pensiones cuya implementación se planea para el año 2026 y la aceleración de un centenar de proyectos de irrigación y almacenamiento de aguas.
Otras propuestas incluyen un plan de ayuda dirigido a los departamentos más afectados por el estado continuado de sequía, los situados al sureste del país (Pirineos Orientales, Aude y Hérault). El texto también propone reformar el plan Ecophyto este mayo, tras las duras criticas por sus restricciones durante las movilizaciones de agricultores.
"Trabajamos en medidas concretas para nuestros agricultores", recalcó esta mañana Attal durante una visita a Pirou (noroeste), donde también aseguró que la labor del Ejecutivo "continúa". "No es que como hubo un movimiento de crisis, con una movilización muy fuerte, y ya no estamos en ese contexto, yo vaya a dejar el tema. Al contrario", prometió el primer ministro.
Los anuncios fueron bien recibidos por los dos principales sindicatos agrícolas franceses, la hegemónica FNSEA (Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas) y Jeunes agriculteurs (Jóvenes agricultores).
Ambos detallaron en un comunicado conjunto que "consideran ahora que la fase de trabajo posterior a las movilizaciones iniciadas el pasado mes de noviembre está llegando a su fin". "Comienza ahora la tercera fase de seguimiento de la aplicación práctica de cada una de las medidas", agregaron.
Las protestas agrícolas fueron especialmente graves en Francia en enero de 2024, pero a diferencia de en otros países europeos, se calmaron con una gran batería de medidas anunciada por Attal el 1 de febrero. No obstante, los representantes del campo advirtieron de que si los avances y promesas no se materializaban, retomarían las movilizaciones en el horizonte de las elecciones europeas del próximo junio.
