El gas natural pierde peso en España -y en toda la Unión Europea-. Las eléctricas recortaron alrededor de un 30% el año pasado tanto el consumo para la generación como la actividad de los ciclos combinados en comparación con 2022, ejercicio de récord para este combustible en el territorio nacional impulsado por las fuertes olas de calor, la falta de viento, una gran sequía y una mayor exportación de electricidad a Francia.
Los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) revelan que las eléctricas gastaron 97.539 gigavatios hora (GWh) de gas natural para alimentar a los ciclos combinados, lo que supone una caída interanual del 28,5%. Por su parte, se generaron 46.051 GWh de luz mediante estos, un 32,4% menos que un año antes, según datos de Red Eléctrica de España. Hay que señalar que, en 2023, las centrales de gas también se vieron desplazadas por una histórica generación renovable.
No obstante, para hacer una comparativa más amplia, la producción de electricidad mediante la quema de gas retrocedió un 17% el curso pasado frente a 2019, último año antes de la pandemia. Si bien repuntó levemente respecto a los dos años siguientes (ver gráfico), en pleno confinamiento y en los ciernes de la actual crisis energética. En enero del ejercicio en curso también ha subido un 20% si se compara con el primer mes de 2023 como consecuencia del desplome eólico, aunque queda todo el año por delante para comprobar si se mantiene la tendencia a la baja de los últimos años -exceptuando 2022-.
El ciclo combinado fue la tercera tecnología con mayor cuota de generación en el 'mix' eléctrico en 2023 con el 17% del total. Por su parte, la eólica ostentó el liderazgo con casi el 24%, seguida de la nuclear con un 20%. La fotovoltaica se situó en cuarto con un 14% y en quinta posición, la hidráulica con el 9,5%. Se trata de una cifra muy superior a la anotada en 2022 ya que fue un año especialmente seco, circunstancia que conllevó a la mínima producción hidráulica desde que se tienen registros.
En total la cuota 'verde' alcanzó el 50,8%, lo que supone un incremento de 8,6 puntos porcentuales y una producción de 135.000 GWh. Gracias al aporte renovable, el 2023 culminó como el año de menores emisiones de CO2 equivalente derivadas de la producción de electricidad.
El sector demanda una descarbonización ordenada
Los dueños de los ciclos combinados piden que se les asegure una rentabilidad para mantenerlos abiertos como tecnología de respaldo y seguridad de suministro cuando no hay renovables. Las centrales de gas no operan las 24 horas del día y deben estar disponibles para conectarse a la red cuando se les necesite. Bajo este contexto, lo que pide el sector es una remuneración específica para cubrir costes
En la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Gobierno cuenta con todos los ciclos actuales hasta 2030. La hoja de ruta hacia la descarbonización en lo que resta de década, que aún puede sufrir cambios, recoge que los 26.600 (MW) de ciclos -repartidos entre 50 plantas- estarán operativos durante este periodo. Hay que señalar que son unos 17.700 los MW máximos que se generan de disponibilidad real.
Un estudio de la patronal Sedigas y PwC elaborado en 2020 advertía de que los ciclos combinados acumularían unas pérdidas de 4.500 millones a 2030 con la actual retribución. En aquel momento un 70% de las plantas se encontraba en pérdidas operativas, según el documento. De su lado, un estudio más reciente -de diciembre de 2023- elaborado por PwC para la Fundación Naturgy asegura que los ciclos combinados actuales pueden ser insuficientes para cubrir las necesidades en 2030.
El Gobierno ya ha puesto en marcha la creación del mercado de capacidad y ha enviado a Bruselas la documentación requerida para que entre en funcionamiento a mediados de 2024. Estos sirven para promover el despliegue de tecnologías que aportan firmeza y flexibilidad al sistema eléctrico, tales como los ciclos combinados. PwC considera "imperativo" que el Ejecutivo contemple también las inversiones necesarias para adaptar los ciclos actuales a un entorno de funcionamiento mucho más exigente.
Estadística anual de cores
- El consumo de gas natural en su conjunto descendió un 11% en 2023 frente a un año antes hasta 323.753 GWh, según los datos publicados por Cores. En concreto, además de la ya citada demanda para la generación eléctrica, la convencional -la de los hogares, empresas e industria- se mantuvo en alrededor de los 216.600 GWh, mientras que el gas natural licuado (GNL) de consumido directo repuntó un 5,5% hasta 9.578 GWh.
