Reunión clave este viernes

Escrivá hará cesiones a CEOE para salvar su reforma de autónomos ante Bruselas

El Ministerio de Seguridad Social retoma la negociación con la intención de alcanzar un punto de encuentro entre las distintas organizaciones y ya asume que, de alcanzarse, se tratará de un acuerdo de mínimos.

Garamendi y Escrivá
Escrivá hará cesiones a CEOE para salvar su reforma de autónomos ante Bruselas
EFE

Los representantes de los trabajadores autónomos vuelven a sentarse a la mesa de negociación este viernes para abordar con el Gobierno la reforma del sistema de cotización del colectivo. El Ministerio de Seguridad Social ha dejado pasar un tiempo prudencial para calmar los ánimos entre las distintas organizaciones, después de que La Información revelase en exclusiva que había intercambiado propuestas con los sindicatos, a espaldas de la patronal. Y para esta nueva etapa de reconciliación, el ministro José Luis Escrivá ha preparado cesiones a la CEOE para intentar buscar un punto de equilibrio que atraiga a todos los interlocutores y salve una reforma, aunque sea de mínimos, que complazca a Bruselas y evite que las autoridades europeas corten el grifo de los fondos de recuperación Next Generation.

Fuentes del diálogo social al tanto de los contactos informales que las partes han mantenido en las últimas semanas avanzan que el Ministerio está trabajando en el esbozo de una propuesta intermedia entre el planteamiento de las organizaciones ligadas a los sindicatos, UPTA (vinculada a UGT) y UATAE (a CCOO), y la oferta de ATA, integrada en la CEOE. La intención del equipo de Escrivá es llevar un abanico de opciones a la mesa este viernes y debatir con los agentes sociales sobre la búsqueda de un punto de encuentro. El tiempo apremia, aunque fuentes gubernamentales admiten que el plazo inicialmente pactado con Bruselas, que finalizaba el 30 de junio, es flexible y puede modularse en aras de armar una reforma consensuada o incluso de plantear ahora unas líneas generales para el nuevo esquema de cotización y dejar su desarrollo completo para más adelante.

El propio Escrivá avanzaba este martes que en la reunión que se celebra mañana tratará de buscar un "punto de equilibrio" donde "se armonicen las posiciones". "Se trata de que haya un punto de acuerdo entre ellos" para cerrar una reforma "de largo plazo, estructural" y avanzar hacia un modelo "en el que los autónomos coticen por ingresos reales", manifestaba a su llegada a la Asamblea de socios del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). En este contexto, adelantaba que su objetivo para este viernes es "acordar un calendario de gradualización" para establecer cómo llegar a ese punto. Para ello, Escrivá revelaba que el Ministerio y los agentes sociales han estado intercambiando propuestas para avanzar en el nuevo sistema de cotización para autónomos, aunque en estos momentos no hay nada cerrado.

Cabe recordar que el pasado 13 de abril se desvelaba en estas páginas que el Ministerio había estado intercambiando propuestas con UPTA y UATAE para cerrar los tramos de cotización al margen de ATA, que se desvinculó de las negociaciones. En esos borradores se manejaban 13 tramos de rendimientos y cuotas de entre 240 euros y 600 euros al mes, en función de los ingresos mensuales, que aplicarían ya en el año 2023. El Ministerio daba además un giro importante en el planteamiento consensuado con los agentes sociales y con Bruselas previamente y planteaba en esos borradores que se negociaron entre bambalinas cerrar ahora una reforma para los próximos tres años y negociar más adelante las cuotas que operarían a partir de 2025, frente al planteamiento inicial, que contemplaba un despliegue de nueve años.

La patronal reaccionó con un duro comunicado en el que aseguró no haber participado en esas negociaciones bilaterales y contraatacó con una propuesta propia que contemplaba 12 tramos de ingresos, las bases de cotización mínimas y las cuotas a aplicar de forma progresiva en los próximos tres años, a partir de 2023 hasta 2025. En su planteamiento, los empresarios proponían cuotas más reducidas de manera generalizada, de entre 205 euros para los que menos ganan y 330 euros en el tramo más alto de ingresos el próximo año y hasta una cuota máxima de 400 euros en 2025. Todo ello, entendiendo por ingresos reales los rendimientos netos (ingresos menos gastos) más cuotas a la Seguridad Social menos el porcentaje de gastos que se llegara a acordar en función de la tipología de autónomos.

Una reforma de mínimos

Ahora el Ministerio trata de buscar el equilibrio entre ambas propuestas. Según ha podido saber La Información a través de distintas fuentes del diálogo social, Escrivá está barajando la posibilidad de establecer tramos intermedios entre los que negoció con UPTA y UATAE y los que plantean CEOE y ATA, aproximando su propuesta inicial más hacia el flanco patronal. En principio, de cara a la mesa de negociación de este viernes se mantendrá la idea de fijar un sistema a tres años, así como la intención de cerrar con los agentes sociales, al menos, el resto del calendario de despliegue del nuevo esquema de cotización. Otra opción pasaría por no fijar los tramos ahora, si no hay un punto de encuentro entre patronal y sindicatos, y determinar solo la cotización por ingresos reales en función de los rendimientos netos, un concepto que no está claro y cuyos cálculos fruto del cruce de datos entre la Seguridad Social y Hacienda generan una gran controversia.

"Con un calendario de despliegue de la reforma se cumpliría el hito comprometido con Bruselas", aseguran fuentes gubernamentales. El acuerdo se antoja complicado, porque ninguna de las organizaciones están dispuestas a ceder, por eso el Ministerio está empezando a vislumbrar una reforma de mínimos que cumpla con los requisitos básicos exigidos por las autoridades europeas en el marco de la segunda parte de la reforma de las pensiones, que tiene que estar aprobada antes de que acabe el año. Durante su intervención en la Asamblea de socios del IEF Escrivá defendió las reformas consensuadas y con visión de largo plazo porque, a su juicio, son las que terminan siendo más perdurables, generan más certidumbre, son más eficaces y arrojan mejores resultados. Y con esa filosofía encara la nueva etapa de negociación con los autónomos. El resultado es aún una incógnita.

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