Escrivá recabará el apoyo de Bildu y ERC para aprobar las pensiones por decreto

Cabe la posibilidad de que el equipo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones hiciese un brindis después de la reunión mantenida este jueves con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, en la que consiguieron cerrar un acuerdo para la segunda parte de la reforma de las pensiones. No contar con apoyo parlamentario para sacar adelante los compromisos adquiridos con la Comisión Europea ha sido un 'dolor de muelas' para José Luis Escrivá, que además se ha demorado más de la cuenta. Sin embargo, el apoyo de sus socios de Gobierno favorece el acercamiento del resto de fuerzas de la izquierda, especialmente el de EH Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

La cartera de Seguridad Social se ha decantado por la vía del real decreto para sacar adelante la segunda pata de la reforma de las pensiones, sin embargo, esto no le libró de la necesidad de reunir la mayoría suficiente para conseguir la convalidación del texto en el Congreso de los Diputados, una vez fuese aprobado en el Consejo de Ministros. Además, el calendario corría en su contra dado que la votación en la Cámara tiene que darse en menos de 30 días desde que el Gobierno lo apruebe y la solicitud del cuarto pago de los fondos europeos aprieta en el horizonte. 

Si bien, una vez cuenta con los apoyos del grupo parlamentario de los 'morados', la sospecha es que sus esfuerzos se centrarán en convencer a los socios de investidura. Mientras que el respaldo de ERC (13) y EH Bildu (5) dejaría al Gobierno a las puertas de la convalidación del texto, la suma de Más País (3) a los dos grupos anteriores haría que las matemáticas cuadrasen, al alcanzar la cifra de 176 diputados, lo que es igual a la mayoría simple. Por lo que tras la excepción del 'solo sí es sí', el Partido Popular y Vox quedan sin cancha para poner en un aprieto al partido mayoritario del Ejecutivo.

En este escenario, todas las críticas que pueda presentar el PP quedan reducidas a mero ruido, puesto que la comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo parece un mero gesto de cortesía, una vez el ministro ha pasado por alto varias recomendaciones del último informe. Y lo que es más importante, ha incorporado con calzador la ampliación del cómputo para calcular las pensiones, de 25 a 29 años -con la posibilidad de excluir dos-  que no estaba entre ellas. Si bien esta solo entraría en vigor de forma tajante a partir de 2043, de acuerdo con la propuesta remitida este viernes a los agentes sociales. 

La ardua negociación de Escrivá a tres bandas parece haber sembrado sus frutos, dado que con la luz verde de Bruselas sobre la mesa, una vez garantizados los ingresos públicos y, por tanto, la sostenibilidad del sistema. Las elevadas probabilidades de apoyo por parte de los partidos de la izquierda independentista y el respaldo en líneas generales de las formaciones sindicales mayoritarias, CCOO y UGT. Escrivá solo deja atrás y descontentos a los empresarios y a la oposición parlamentaria, dos actores que nunca ha pretendido sumar a sus filas. 

Contra todo pronóstico, parece que el ministro será capaz de salvar por la campana las pensiones en los tiempos indicados por Bruselas y antes de llegar al apagón legislativo que vendrá determinado por la convocatoria electoral de autonómicas y municipales, programadas para el último fin de semana de mayo. El acuerdo, con metas a largo plazo, parece representar una huida hacia delante, como ya hiciera años atrás el Partido Popular con la reforma de 2013. Así, Escrivá cumple con la tarea encomendada y traza un plan de ingresos que harán sostenible el sistema, siempre que el empleo no se vea mermado -como pronostican los empresarios- aunque para entonces, será otra persona la que estará al frente de la cartera y deberá tomar la amarga decisión de aplicar recortes a los pensionistas.