Los fondos europeos no están llegando a la economía real y ese letargo aboca al Gobierno a rebajar el impacto inicialmente previsto de este maná de dinero en el Producto Interior Bruto (PIB). El área económica del Ejecutivo, que pilota Nadia Calviño, está trabajando ya en la elaboración del cuadro macroeconómico que acompañará al Programa de Estabilidad 2022-2025 y que se hará público el próximo mes de abril. Y es ahí donde, previsiblemente, se plasmará la rebaja del aporte del mecanismo Next Generation EU.
Fuentes gubernamentales avanzan que se va a producir esta revisión. Hay que recordar que el Gobierno había proyectado un impacto promedio del Plan de Recuperación de 2 puntos en el periodo 2021-2023 e incluso llegó a estimar un aporte de 2,6 puntos en el PIB de 2021. Pero todo apunta a que la aportación finalmente se quedará muy lejos de ese nivel, al menos en el primer año de ejecución de los fondos, dado que el dinero de Bruselas todavía no ha permeado en la economía real, tal y como perciben las empresas y constatan los analistas en sus previsiones.
En sus últimas proyecciones macroeconómicas, el Banco de España estimó que el programa NGEU tendría un impacto de apenas 0,3 puntos en el PIB de 2021, que se elevaría hasta los 1,6 puntos sobre la tasa de crecimiento estimada del PIB en 2022. El organismo realizó estas previsiones en un contexto de rebaja del gasto financiado con fondos UE en 2021, 2022 y 2023 y desplazamiento de su impacto a 2024. "Ante la escasez, por el momento, de datos oficiales sobre la ejecución de estos proyectos, se ha tenido en cuenta la información sobre convocatorias realizadas, contenida en el sitio web del PRTR, junto con la formulación de determinados supuestos sobre el calendario de ejecución", justificó en su informe el organismo supervisor.
Junto con el rebrote de la pandemia y la crisis de suministros global, el retraso en los efectos económicos del Plan de Recuperación en relación con las estimaciones previas es uno de los principales motivos por el que los analistas están recortando sus previsiones para España. La Autoridad Fiscal (AIReF) ha hecho lo propio, después de haber elevado sus previsiones de inejecución de los fondos en 2021 desde el 20% a más del 60%, tras constatar que, hasta agosto, apenas se habían ejecutado gastos finalistas (dinero que ha llegado realmente a las empresas) por 104 millones de euros de los casi 5.000 millones comprometidos a dicha fecha.
El Gobierno no ha vuelto a publicar datos de ejecución, aunque fuentes gubernamentales aseguran que a 31 de diciembre de 2021 la Administración General del Estado había autorizado el gasto del 91,4% de los 24.200 millones de euros presupuestados para el año, mientras que se había comprometido el 86,7% y se habían realizado pagos por el 45,5% (11.000 millones). Además, afirman que se han lanzado más de 424 convocatorias publicadas por importe de 13.000 millones, de las que 182 aún están abiertas y 242 ya han sido cerradas y por tanto están en proceso de resolución. De estas últimas, un total de 88 convocatorias se van a resolver en los próximos días o semanas por un importe de 7.900 millones.
El problema es que, pese al desglose de estos datos, el Gobierno no aporta cifras sobre el volumen de fondos que han llegado ya a la economía real. Y las empresas se quejan de que el dinero no llega. Según un informe elaborado por la CEOE, en 2021 las administraciones públicas apenas publicaron 400 convocatorias de subvenciones y licitaciones de contratos públicos por valor de 9.300 millones de euros. Esa cantidad representa un 48% de los fondos europeos recibidos por España en 2021 (19.000 millones de euros) y tan solo un 38% de los algo más de 24.000 millones incorporados por el Ejecutivo en los Presupuestos Generales del Estado para el 2021.
Desde el Ejecutivo aseguran estar trabajando con todos los ministerios y las comunidades autónomas para que el sistema de control de información ya establecido y que está operativo empiece a desplegarse. Para ello, el Gobierno ya está formando a funcionarios estatales y autonómicos con el objetivo de que a lo largo del próximo trimestre este sistema esté desplegado y se pueda extraer en tiempo real la información sobre la cuantía de fondos que se mueven en la economía. Cuando esté listo, la voluntad del Ejecutivo es elaborar informes regulares y frecuentes, según estas fuentes.
En cualquier caso, hay que recordar que si el Gobierno no ejecuta todos los fondos en un ejercicio no pierde el dinero, ya que se estableció una disposición presupuestaria en la que el restante de recursos que queden por ejecutar pasan al siguiente año. Así, de cara a este primer semestre de 2022, el Ejecutivo se ha propuesto que el despliegue de los fondos europeos alcance velocidad crucero, para lo que se lanzarán 170 convocatorias por 17.000 millones de euros. Pero inevitablemente se va a ver obligado a rebajar el aporte de los fondos al PIB en 2021 y recalcular sus previsiones para todo el periodo en la revisión que se haga en el Programa de Estabilidad en abril.
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