El Gobierno interviene en plena pugna del BBVA por absorber al Sabadell. Lo hace en defensa del banco capitaneado por Josep Oliú a sólo tres días de las elecciones del 12 de mayo en Cataluña, donde la entidad tiene una fuerte implantación. El Ejecutivo rechaza la decisión de la entidad vasca de plantear una OPA hostil a Sabadell "tanto en la forma como en el fondo", un giro en su estrategia que el banco presidido por Carlos Torres ha comunicado a primera hora de este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El propio ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha dejado claro en declaraciones a TVE que "el Gobierno tiene la última palabra a la hora de autorizar la operación". Previamente, fuentes de su departamento habían asegurado que este movimiento introduce "efectos lesivos potenciales" en el sistema financiero español, dado que supondría un incremento en el nivel de concentración que podría tener "impacto negativo" en el empleo y en la prestación de servicios financieros.
Subrayaban, además, que un excesivo nivel de concentración introduciría un "riesgo potencial adicional" a la estabilidad financiera, como indicó el Gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández de Cos, durante su comparecencia del martes en el Congreso de los Diputados y añaden que la operación afectaría también a la cohesión territorial.
"España tiene actualmente un sistema financiero fuerte y solvente. Nuestro deber es velar por mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes", apuntan las mismas fuentes.
Con su tesis, el Ejecutivo se alinea con la entidad catalana, que se negó esta misma semana a aceptar la última oferta de fusión en términos amistosos que le remitió el BBVA y dejó clara su intención de seguir adelante en solitario. La contundencia con la que se expresan este jueves las fuentes oficiales contrasta con el tono más moderado que distintos miembros del Ejecutivo habían venido empleando a lo largo de los últimos días.
Todo, a raíz de que el banco capitaneado por Torres volviese a poner sobre la mesa una operación que ya intentó en 2020, en un momento en el que el Sabadell estaba siendo muy penalizado en bolsa al haberse puesto en duda su solvencia por parte de la European Banking Authority (EBA) y cuando tenía, además, problemas para rentabilizar su filial británica TSB. BBVA lanza la opa con las mismas condiciones que incorporó hace unos días a su oferta amistosa. Así, propone un canje de acciones a razón de un título del banco vasco por cada 4,83 títulos del Sabadell, una opción que la entidad catalana rechazó al considerarla claramente insuficiente por no valorar de forma real sus expectativas de crecimiento.
Tras conocerse la operación, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha defendido que la oferta bancaria en España es "inmensa y muy variada" con bancos grandes, pequeños y locales que compiten "ferozmente" en sus plazas, así como los bancos digitales, que están entrando cada vez más en el sector, recoge Europa Press.
Apoyo al camino en solitario del Sabadell desde distintos ámbitos
La idea de que el Sabadell siga operando en solitario ha concitado los apoyos de los partidos independentistas (tanto ERC como Junts han defendido la 'catalanidad' del banco), el del presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón -Sabadell trasladó su sede social a Alicante a raíz del procés-, y los de los responsables de la patronal catalana.
Sobre la operación se ha pronunciado también la vicepresidenta segunda del Gobierno, ministra de Trabajo y Economía Social y líder de Sumar. Yolanda Díaz ha advertido este jueves desde su cuenta oficial de 'X' (antes Twitter) de que la OPA de carácter hostil es "contraria a los intereses de España". Desde su punto de vista este movimiento empresarial "destruiría mucho empleo, provocaría exclusión financiera y más oligopolio".
La 'número tres' del gobierno de coalición ha resaltado además que esta operación supondría "liquidar al Sabadell en beneficio sólo de los fondos de inversión extranjeros que son propietarios del BBVA". Desde la propia patronal catalana, Foment del Treball, han rechazado también la OPA al entender que las grandes perdedoras serán las pymes catalanas que "quedarán huérfanas de financiación".
Desde los sindicatos, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha mostrado su "máxima preocupación" por las consecuencias de este posible movimiento en el sector financiero y ha pedido regular la competencia en el sector financiero para evitar que se convierta en un oligopolio, informa EFE.
Sordo ha hecho referencia a las posibles consecuencias laborales de la operación, en un momento en que "hace falta más gente trabajando en los bancos", ha recordado. Mientras, desde UGT han dejado claro que no aceptarán "medidas forzosas", ya que ambas entidades acaban de presentar unos beneficios récord en 2023 y el primer trimestre del 2024.
