Operación en marcha ante la CNMV

BBVA anuncia una OPA hostil para hacerse con el Sabadell con un canje de acciones

El consejo de administración del banco vasco tomó ayer mismo la decisión de lanzar una opa sobre el 100% sin mejorar la oferta prevista de intercambiar una acción nueva del BBVA por cada 4,83 títulos del Sabadell. 

Josep Oliu, presidente del Sabadell, y Carlos Torres, de BBVA.
Josep Oliu, presidente del Sabadell, y Carlos Torres, de BBVA.
L. I.

El BBVA ha anunciado este jueves a primera hora ante la CNMV su intención de seguir adelante con la operación sobre el Banco Sabadell con el lanzamiento de una OPA mediante el intercambio de acciones, a razón de un título del banco vasco por cada 4,83 títulos del Sabadell, todo ello pese al rechazo de la entidad catalana que rechazó de plano la operación. Según la notificación enviada antes de la apertura del mercado, la OPA mantendrá el mismo canje de acciones previsto inicialmente y que desde el Sabadell se consideró como claramente insuficiente por no valorar de forma real las expectativas de crecimiento y el valor de la entidad. 

La propia notificación del BBVA a la CNMV admite que esta misma semana se ha recibido la comunicación oficial del Sabadell con el rechazo a su oferta, si bien se ha decidido a lanzar la operación, que sería considerada como una OPA hostil, por considerar que es la mejor valoración que se puede ofrecer en estos momentos por el banco que preside Oliú. El banco ofertante recuerda que el canje de acciones supone una prima¹ del 30% sobre los precios de cierre de las dos entidades del pasado 29 de abril y del 50% sobre la media ponderada de los últimos tres meses, de tal forma que "la transacción dará lugar a uno de los mejores bancos europeos, con una cuota en préstamos cercana al 22% en España". Tal y como había anunciado la semana pasada, BBVA mantendrá su actual política de remuneración a los accionistas y su compromiso de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%.

Como suele ser habitual en este tipo de operaciones, la oferta está condicionada a la aceptación de más de la mitad del capital del Banco Sabadell, cuyas acciones están muy divididas entre fondos e inversores minoritarios, así como a la obligada ampliación de capital a aprobar por parte de la junta del banco vasco. De la misma manera, la opa quedaría pendiente de la aprobación de las autoridades españolas de la competencia, para analizar el grado de concentración resultante en el mercado, así como la de sus homólogos británicos, para evaluar el caso de la filial del Sabadell en aquel mercado, TSB Bank. El cierre de la operación se llevaría a cabo en un periodo de entre seis y ocho meses, una vez reciba las autorizaciones necesarias. JP Morgan SE, UBS Europe SE, Rothschild & Co, Garrigues y DWP asesoran a BBVA en la operación.

Desde el BBVA han hecho sus cálculos para concluir que la operación va a servir para genera más valor a sus accionistas. Según sus estimaciones, esta transacción es positiva en el beneficio por acción (BPA) desde el primer año tras la posterior fusión de ambas entidades, con una mejora de alrededor del 3,5% una vez se produzcan los ahorros asociados a la misma, que se estiman en aproximadamente 850 millones de euros antes de impuestos. Todo ello, con un impacto limitado en el ratio de capital CET1, de aproximadamente -30 puntos básicos. "BBVA mantendrá una remuneración creciente y atractiva para los accionistas, con su actual política, que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio, combinando dividendos en efectivo y recompras, y seguirá comprometido en distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%", señala en la nota oficial.

Tal y como se había anunciado la semana pasada, si la operación sale adelante, el nuevo banco tendría una doble sede operativa en España: una en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) y la otra en Ciudad BBVA, en Madrid. "Se mantendrá la utilización de la marca Sabadell, de manera conjunta con la marca BBVA, en aquellos territorios o negocios en los que pueda tener un interés comercial relevante", asegura el banco de Carlos Torres, a la vista del rechazo que la absorción ha cosechado ya en el Gobierno de la Generalitat y en algunos sectores empresariales catalanes, inmersos en estos momentos en un proceso electoral que culmina este domingo.

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