Para no degradar los destinos turísticos

Grandes hoteleros piden en la UE cerrar los núcleos urbanos a los pisos 'airbnb'

La influyente asociación de hoteleros de Madrid remite un documento a la Comisión en el que insta a habilitar la opción de que los países puedan prohibir el uso turístico de viviendas en determinadas zonas

Pisos turísticos
Los grandes hoteleros madrileños quieren sacar los pisos turísticos del centro.
Agencia EFE

Las grandes cadenas hoteleras se han cansado de soluciones de 'soft low' para regular la operativa de los pisos turísticos. Tras un lustro largo recibiendo como respuesta a sus denuncias de competencia desleal y deterioro de los destinos, medidas como la creación de registros, el establecimiento de licencias previas o la limitación de los días durante los que se pueden explotar esas viviendas con un uso turístico para no ver limitada su actividad, se han decidido a jugar la carta de Bruselas en busca de una norma marco de nivel europeo que habilite a los países a desarrollar medidas más decididas como la prohibición expresa de abrir pisos turísticos en determinadas zonas de los núcleos urbanos de las ciudadades.

La propuesta se incluye en un documento que la influyente Asociación de Empresas Hoteleras de Madrid (AEHM), que representa los intereses de las principales cadenas hoteleras con presencia en la capital, de los establecimientos más emblemáticos como el Four Seasons o el Palace y del grueso de la planta hotelera regional, ha remitido a la Comisión Europea en el marco de los trabajos previos para el impulso de una regulación europea de los apartamentos turísticos y al que ha tenido acceso La Información

Los hoteleros instan a la Comisión a alumbrar una regulación que como mínimo garantice un campo de juego similar a todos los operadores del sector turístico y que acabe con la situación de competencia desleal 'de facto' que se produce por el desequilibrio entre los requisitos y obligaciones administrativas, fiscales y laborales que se exigen a los hoteles, y el marco de cierta alegalidad en el que se mueven las viviendas turísticas vinculadas a la denominada economía colaborativa y que han hecho fortuna a la sombra del auge de plantaformas como Airbnb, Homeaway o Rentalia.

Recuedan en este sentido que mientras los hoteles tienen que cumplir hasta 244 normas diferentes en 24 ámbitos distintos, las viviendas turísticas van poco más allá de cumplir con las licencias previas que han aprobado los ayuntamientos y no siempre cumplen con las obligaciones fiscales que impone la normativa, pese a los esfuerzos para ello de la Agencia Tributaria.

Pero también plantean que "podrían incorporarse a la norma medidas más ambiciosas que ya han sido adoptadas con éxito en otros países de nuestro entorno, como la posibilidad de limitar o prohibir el uso turístico en determinadas zonas de los núcleos urbanos"; u otras como intensificar las labores de inspección para vigilar el cumplimiento de la normativa turística, incrementando la dotación presupuestaria de esos servicios o establecer un tratamiento fiscal equivalente para todos los establecimientos.

Fuentes conocedoras del proceso de elaboración del documento especifican que la idea de fondo es restringir o en su caso prohibir la apertura de viviendas de uso turístico en aquellas áreas especialmente tensionadas de los centros urbanos para evitar las distorsiones que la apertura de estos establecimientos provocan no sólo en los precios del alquiler sino también en los propios entornos urbanos. El documento enviado a Bruselas por los hoteleros incide en que este modelo de turismo "trae más molestias que beneficios al ecosistema local y contribuye a una mayor congestión en torno a esos lugares".

Uno de los profesionales del sector hotelero que ha participado en la elaboración del documento hace especial hincapié en la importancia de que el Ayuntamiento de Madrid actúe de forma decidida en este campo. "Tenemos que impedir que en Madrid acabe ocurriendo lo que ha sucedido en Barcelona. Allí se abrió la puerta de par en par a este tipo de establecimientos y el destino ha sufrido una degradación que no queremos para Madrid". Los hoteleros entienden que la expansión sin control de las viviendas turísticas en los centros de las ciudades contribuyen a degradar su calidad como destinos turísticos y por ello reclaman una acción decidida para blindar los núcleos urbanos ante este tipo de establecimientos.

El sector hotelero no duda en apuntar a las plataformas online como responsables de esta deriva en el documento enviado a la Comisión. Argumenta que han alentado "la conversión generalizada de residencias privadas en alojamientos turísticos, colocando a los turistas en el centro de las ciudades y expulsando a los residentes", lo que ha tenido efectos perniciosos a diversos niveles. Citan entre ellos el desarrollo descontrolado de la economía sumergida a la sombra de la falta de control sobre la actividad de estos establecimientos, la expulsión de los vecinos hacia otros barrios menos masificados, el encarecimiento del precio de la vivienda en determinados entornos y también la precarización del empleo asociado al mantenimiento de esas viviendas. 

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