La crisis energética que atraviesa Europa está teniendo un coste para la balanza comercial española. El incremento de precio que sufren los productos energéticos provoca que la factura que España paga por sus importaciones sea más elevada que hace un año. En el caso de las compras a Rusia, uno de los proveedores energéticos del Viejo Continente, aunque no muy significativo para nuestro país, han multiplicado por cuatro su precio. Solo en marzo, y coincidiendo con el primer mes de la invasión de Ucrania, se importó gas con origen ruso por valor de 285 millones de euros, un 400% más que hace un año, cuando la importación de gas ruso supuso apenas 56,6 millones de euros. Los datos corresponden al informe mensual de comercio exterior que elabora el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En total, en marzo, las importaciones de productos energéticos provenientes de Rusia aumentaron un 111,4% e incluyen un incremento del 151% para el carbón y la electricidad (44,6 millones de euros) y una ligera reducción, del 0,2%, en el caso del petróleo (154 millones de euros). Estos crecimientos fueron más abultados en este mes que en los dos anteriores. De hecho, si se observan los datos de evolución trimestral, aunque también presentan una evolución al alza, son algo más moderadas. Las importaciones de productos energéticos crecieron un 70,6%. Las de gas, lo hicieron un 107%, las de carbón y electricidad, un 219,6% y las de petróleo, un 46,3%.
Esto no significa que España haya aumentado sus compras, pero sí que las que realizó en el tercer mes del año fueron más caras que las que hizo en marzo de 2021. De hecho, no son las que más crecen, las importaciones de gas de Estados Unidos aumentaron en marzo un 1.587% hasta los 1.236 millones de euros. El país se convirtió en el tercer mes del año en el principal proveedor de gas para España, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). Además, en toneladas, la importación de productos energéticos con origen ruso cayó un 9,7% en el primer trimestre. En concreto, se compraron 43,5% menos de toneladas de gas y un 10,3% menos de petróleo y derivados. En cambio, aumentaron un 68,8% las compras de carbón y electricidad.
En plena guerra de Ucrania, el debate sobre las importaciones de gas ruso están encima de la mesa de la Unión Europea. Tanto es así que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, presentó un plan este miércoles para reducir en un 66% las compras de gas con origen ruso este año y dejar de importar en 2030. En total, con el plan RePower se movilizarán 300.000 millones de euros a través de inversiones y préstamos que se destinarán a aumentar la participación de las energías renovables y a diversificar el suministro energético de los proveedores a corto plazo para así reducir la dependencia energética de Rusia.
El plan de la Comisión propone la participación de las centrales de carbón y las nucleares en el mix energético para reducir la dependencia de combustibles fósiles en dos tercios durante este año. Además, plantea reducir la participación de las centrales de ciclo combinado de gas en el mix energético sustituyéndolo por energía producida a partir de carbón, que aumentaría su participación a 100 teravatios por hora (tWh), un 5% más que en la actualidad, y por energía nuclear, hasta 44 tWh. Se trataría de medidas temporales, aunque choca con la estrategia de eliminar las centrales de carbón del mix energético para 2050.
Gas qatarí
España también trabaja ya en la diversificación de sus proveedores de gas, prueba de ello es la visita del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, a través de la cual se ha acordado aumentar las importaciones energéticas desde el emirato. La actual producción del país es de 77 millones de toneladas métricas anuales, aunque se espera que para 2024, esta aumente a 110 millones de toneladas métricas. España es el décimoquinto proveedor del país árabe (y el quinto a nivel europeo) mientras que nuestro país se encuentra en la vigésima posición como cliente de Qatar.
Este acuerdo llega en un momento en el que las relaciones entre nuestro país y Argelia, el principal suministrador de gas a España, se han enfriado tras el posicionamiento del Gobierno en relación con el Sáhara. Un movimiento diplomático que reforzó la relación con Marruecos pero que llevó a Argelia a amenazar a España con revisar los precios del gas. De hecho, Argelia reforzó su estrategia comercial con Italia y le prometió un 30% más de exportaciones durante los próximos años, siendo su principal socio en la Unión Europea.
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