Todos lo meses el Departamento de Relaciones Laborales de CEOE recaba las cifras que le trasladan sus asociados sobre el impacto de las huelgas convocadas en el transcurso del último mes. La información se sistematiza dentro de un Informe de Conflicitividad Laboral que además de otra mucha información sobre el origen, la localización y la duración de los paros estima tanto la cifra de trabajadores que secundaron las huelgas como las consecuencias de éstas para las empresas: las horas de trabajo perdidas por el desarrollo de los conflictos laborales.
La organización empresarial acaba de publicar el informe correspondiente al primer trimestre del año que tiene como principal interés conocer el impacto real que sobre la actividad de las empresas tuvo la huelga feminista del pasado 8-M. Los datos publicados por CEOE son generales y no acotan el alcance concreto en términos de personas implicadas y horas de trabajo perdidas del paro feminista, pero sí permiten determinar que el seguimiento real de la huelga estuvo lejos de las 5,3 millones de trabajadoras (y trabajadores) que difundieron los sindicatos y que se situó más cerca de las 400.000.
El informe de CEOE da cuenta de que durante el pasado mes de marzo tuvieron lugar 56 huelgas, que fueron secundadas en conjunto por 459.046 trabajadores y por las que se perdieron 4.173.016 horas de trabajo. Por poner los datos en perspectiva, en enero y febrero se registraron algo más de un centenar de huelgas, pero éstas ni siquiera llegaron a suponer un millón de horas perdidas y su incidencia en número de trabajadores también fue más reducida, ya que en todo el primer trimestre el número de trabajadores implicados fue de 473.933.
Para aproximar el seguimiento y el impacto real del paro del 8-M aún se puede dar un paso más, restando a las cifras globales antes mencionadas las relativas a la conflictividad estrictamente laboral, es decir, aquella relacionada con discrepancias relacionadas de forma directa con la actividad de las empresas y sectores. Ésta afectó a algo más de 5.000 trabajadores y restó menos de 150.000 horas de trabajo.
Así llegamos a que las huelgas de naturaleza no estrictamente laboral pero que afectaron a empresas y servicios de carácter público fueron secundadas por 453.740 trabajadores y generaron la pérdida de más de cuatro millones de horas de trabajo. Según CEOE, en estas cifras "destaca la incidencia de la huelga convocada con motivo del Día Internacional de la Mujer". La Información ha contactado con la organización empresarial para aproximar aún más los datos de incidencia de la huelga del 8-M a la realidad pero no ha sido posible obtener más información.
En marzo de 2017, el número de trabajadores que secundaron las huelgas convocadas ese mes fue de algo más de 82.000 y las horas perdidas superaron en algo las 800.000.
Cerca de la estimación del Gobierno
Los datos proporcionados por CEOE indican que el seguimiento de la huelga del 8-M se situaría en torno al 5%, en línea con la información proporcionada por el Gobierno en relación al seguimiento del paro en la Administración General del Estado. Los datos, no obstante, podrían estar también infravalorados por el hecho de que en un número de empresas difícil de determinar se adoptó la decisión de no restar el salario del día a las trabajadoras que decidieron secundar la jornada de huelga o el paro parcial convocado el 8-M.
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