Sobrecalentamiento global

India, Brasil... El gran reto del cambio climático está en los países emergentes

Tras el duro informe emitido por el organismo de la ONU, un estudio de Schroders señala que el impacto económico de este fenómeno afectaría a los emergentes y beneficiaría a Europa, Canadá y Reino Unido. 

menores cambio climatico
Dos jóvenes en una protesta contra el cambio climático. 
EFE

La actividad humana es, de forma "inequívoca", la principal causa del sobrecalentamiento del planeta Tierra, cuya temperatura ha aumentado 1,2 grados Celsius anualmente desde 2015. Así lo indica el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su último informe, emitido este lunes. Sin embargo, aunque el cambio climático está afectando a todas las regiones del mundo, el calentamiento global y las tasas de precipitación no se distribuirán uniformemente por todo el planeta. Habrá ganadores y perdedores, salvo que los estados se decidan por actuar de forma inmediata y eficaz para frenar este problema. 

El impacto económico de esta previsible crisis mundial afectará de forma muy desigual, provocando que haya países que se vayan a ver beneficiados de este fenómeno mientras que otros queden gravemente perjudicados. En este último grupo se encuentran Brasil, Sudáfrica, México y la India -además de otros países emergentes- cuyas acciones en renta variable obtendrán un menor beneficio en caso de que continúe el sobrecalentamiento del planeta. Así lo indica un informe de Schroders, titulado 'Los efectos desiguales del cambio climático en la economía mundial', en el que se analizan las repercusiones económicas que este fenómeno tendrá en las diferentes regiones del mundo. En la otra cara de la moneda se encuentran los mercados canadienses, ingleses y europeos, que saldrían notablemente beneficiados. 

La India es precisamente el tercer país más contaminante del mundo, solo por detrás de China (27%) y Estados Unidos (11%), responsable de un 6,6% del total de las emisiones globales, superando al conjunto de la Unión Europea, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el resto de países emergentes no figuran en la lista de los más contaminantes, donde sí están dos de los que saldrían beneficiados, Alemania, en sexta posición y Canadá, en el puesto número diez. 

Gráfico comparando los beneficios de la renta variable a 30 años con y sin calentamiento global.
Gráfico comparando los beneficios de la renta variable a 30 años con y sin calentamiento global.
SCHRODERS

Desde que comenzó el debate sobre el calentamiento climático, gran parte del foco ha estado siempre en los países emergentes, englobados bajo las siglas BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Estaban 'obligados' a reducir su nivel de emisiones para cumplir con los acuerdos internacionales, pero hacerlo suponía ralentizar el avance de sus economías y nunca se han mostrado muy a favor de sacrificar este aspecto por el bien común y del planeta. Sin embargo, el informe reduce hasta en un 1% los beneficios que aportará la renta variable a 30 años de varios de estos países, por lo que la tendencia a no reducir emisiones -o al menos no hacerlo al máximo posible- puede experimentar un cambio. 

Por otro lado, la productividad es un factor clave para el desarrollo de las economías y el cambio climático también afecta a este aspecto de forma desigual, con los mismos países perjudicados. Según señala el estudio, "existe una relación cuadrática entre el crecimiento de la productividad y la temperatura", donde salen beneficiados los países con climas más fríos, mientras que perjudica a los más cálidos. Así, para un escenario como el actual, donde no se está luchando de forma efectiva y eficiente contra este fenómeno, las previsiones vaticinan que el nivel de productividad en México, Sudáfrica, Brasil e India habrá caído entre un 0,5% y 1% en los próximos 30 años. En la misma medida aumentará en países como Canadá, Suiza, Reino Unido o Alemania. 

El mito de la 'destrucción creativa' 

Desde que se comenzó a hablar del calentamiento global y sus efectos, algunos estudios sobre la economía del cambio climático sugieren que las catástrofes naturales podrían impulsar la productividad de las empresas y promover el crecimiento a largo plazo. Argumentan que se debe a que las empresas que sobreviven actualizan su capital y adoptan nuevas tecnologías, estimulando el crecimiento económico, en un fenómeno denominado 'destrucción creativa'.

Sin embargo, esta visión del cambio climático no cuenta con apenas respaldo. Un estudio reciente analizó la exposición física de los países al universo de los ciclones tropicales durante 1950-2008. En él se encontró pruebas sólidas de que los ingresos nacionales disminuyen, en línea con su tendencia anterior al desastre, y no se recuperan en 20 años. Esto se explica por el hecho de que las catástrofes frenan temporalmente el crecimiento al destruir el capital, pero no se produce ningún repunte porque los diversos mecanismos de recuperación no logran compensar el efecto negativo a corto plazo de la pérdida de capital. El análisis respalda la hipótesis de la "no recuperación", al constatar que una desviación estándar en la exposición a los ciclones de un año reduce el PIB en 3,6 puntos porcentuales 20 años después, lo que hace retroceder a un país medio casi dos años de crecimiento.

Así, se descarta la teoría de la 'destrucción creativa' y se abre un abanico de opciones para hacer frente al cambio climático, tanto para los países emergentes como para el resto del mundo. El planeta Tierra se está sobrecalentando y las consecuencias cada vez son más visibles, por lo que hacer oídos sordos -como se ha hecho hasta ahora- no parece una decisión inteligente, especialmente para los emergentes, cuya economía se verá afectada tanto si se actúa ahora como si espera a que pasen 30 años

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