Ortega sigue el ejemplo de Ana Patricia Botín para la sucesión de Inditex

  • La decisión de Amancio Ortega, presidente y fundador de Inditex, de traspasar las riendas del grupo a Pablo Isla, tan sólo dilata en el tiempo la paulatina llegada de su hija Marta a la cúpula de la compañía. La vicepresidencia del grupo, que ahora queda vacante, podría ser su próximo destino a medio plazo.
     
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E.Utrera
E.Utrera

Pablo Isla, hasta ahora vicepresidente y consejero delegado de Inditex, será tras a partir del próximo mes de julio el nuevo presidente ejecutivo del grupo. Mientras, Marta Ortega, que competía con Isla por el puente de mando de la tercera empresa española por capitalización bursátil, sigue desaparecida en combate. Es decir, fuera de cualquier cargo ejecutivo y trabajando en el grupo para alcanzar la formación necesaria.

Pero, en este caso, las apariencias engañan. "No se debe interpretar la decisión como un revés para su hija Marta. En absoluto", señalan en fuentes cercanas a Amancio Ortega, que consideran que el empresario gallego de 74 años soluciona de un plumazo tres problemas.

"Por un lado, premia a Isla, que ha conducido Inditex con mano firme los últimos cinco años y tenía legítimas aspiraciones de conseguir la presidencia. También permite que Marta, que sólo tiene 26 años, termine su formación. Además, evita el potencial conflicto familiar con los dos hijos de su primer matrimonio con Rosalía Mera", explican estas mismas fuentes.

Por lo tanto, la hija del fundador de Inditex y Flora Pérez tendrá que esperar. Según la hoja de ruta inicial, ni entrará en el consejo de administración del grupo en julio–en el que sí seguirán sus padres- ni cambiará de estatus a corto plazo.

Hay algunas comparaciones que pueden ser válidas. Ana Patricia Botín, nacida en 1960, no entró en la comisión ejecutiva de Santander hasta los 29 años. Con trece más, Emilio Botín le concedió en 2002 la presidencia de Banesto que ahora ha abandonado para dirigir la filial británica del grupo cántabro. Un ejemplo de sucesión ordenada en el que un primerísimo espada como Alfredo Sáenz está jugando un papel que podría ser equiparable al que hasta hoy tiene Isla en Inditex.

"Con la decisión comunicada ayer, Ortega se libra de urgencias y presiones durante bastante tiempo. Marta puede ir ascendiendo en la pirámide del grupo al calor de Isla–que apenas cuenta con 46 años-. Es un modelo parecido al de Esther Koplowitz en FCC. Ella tutela y un equipo directivo competente lleva el día a día de la gestión", señalan personas conocedoras del grupo.

Una de las incógnitas es qué pasara con el cargo de vicepresidente que Isla dejará vacante cuando dé el salto a la presidencia del grupo. Desde Inditex se asegura que el futuro de este cargo no está decidido. Podría ser, a medio plazo, el destino perfecto para Marta Ortega cuando se incorpore al consejo de administración una vez terminado su período de formación.

Ladrillo, sí; participaciones financieras, no

La próxima salida de Amancio de Ortega de la primera línea de combate de Inditex no es gratuita. El fundador del grupo textil se va a volcar ahora en reforzar su apuesta por el ladrillo mientras sigue deshaciendo posiciones financieras. Sus inversiones en el sector inmobiliario –su primera gran operación fue en 2007 con la compra a Banco Santander de varios edificios- le han dado jugosos beneficios dentro y fuera de España.

Ortega, cuyo patrimonio inmobiliario en el Paseo de la Castellana de Madrid sólo es equiparable al de Mutua Madrileña, puja por cualquiera de los mejores edificios que salen a la venta en las mejores casas de España y que está comprando en la modalidad consistente en mantener al vendedor como inquilino.

Estas inversiones le están ofreciendo rentabilidades del 6,5%.La liquidación de sus sicav Keblar, Alazán Inversiones y Gramela permite a Ortega liberar otros 170 millones de euros para afrontar nuevas inversiones inmobiliarias. En el punto de mira del empresario gallego están varios edificios de BBVA. Su hombre de confianza en el negocio del ladrillo, Roberto Cibeira, trabaja estos días a tope para cerrar las operaciones pendientes.

Por lo tanto, la primera fortuna del país está en plena reorganización de su patrimonio para adecuarlo a sus gustos y mejorar el modelo de sucesiones. "No le gustan las participaciones financieras y cada vez le satisfacen más las inmobiliarias", aseguran en fuentes del mercado. El dueño del 59% de Inditex controla también el 5% de NH Hoteles y Banco Pastor.

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