Octubre pone fin a tres meses consecutivos de aumentos del índice de precios al consumo (IPC). La inflación se estancó en el 3,5% interanual, según el dato confirmado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que viene explicado por la moderación de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como de la bajada que experimentaron los carburantes que habría compensado que la electricidad se abaratara mucho menos que hace un año. Los alimentos crecieron por debajo de los dos dígitos por primera vez desde abril de abril de 2022 (9,5%) , por lo que su inflación bajo en un punto, celebra el Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño.
El valor adelantado que publica el mismo organismo hace dos semanas ya apuntaba a un freno en la inflación, lo que no ha evitado que el índice de precios al consumo interanual (IPC) se mantenga en su nivel más elevado desde el mes de abril, cuando alcanzó el 4,1% y todavía lejos del 1,9% anotado en junio por el efecto escalón. Por su parte, la subyacente, que excluye para el cálculo la evolución de los alimentos frescos y los productos energéticos, se modera hasta el 5,2% lo que supone su tasa más baja desde junio de 2022 tras una caída de seis décimas respecto al mes anterior.
Entre el listado de la centra de la compra, destacan los aceites y grasas que han subido un 48,1% respecto al mismo mes del año anterior, un dato que viene dado fundamentalmente por los incrementos registrados en el aceite de oliva virgen extra en los últimos meses. Solo entre septiembre y octubre, el precio del litro habría crecido un 75% en los supermercados, de acuerdo con el estudio elaborado por Facua. Al tiempo que otros productos como la carne de cerdo, las patatas, el azúcar, el agua mineral, los refrescos, zumos y los preparados de legumbres u hortalizas también han crecido más de un 10% en el último año. Aunque los huevos, el queso y las frutas han subido menos de lo que lo hicieron en octubre de 2022.
El Gobierno puso en marcha a comienzos de año la rebaja del IVA a una lista de productos básicos, el de los alimentos que antes tenían un iba superreducido del 4% (frutas, verduras, leche o pan) pasó a ser cero, mientras que el de la pasta o el aceite se redujo del 10 al 5%. La cartera de Economía hace un balance positivo de esta política, si bien, su efecto para moderar los precios ha sido reducido porque a la guerra de Ucrania y al incremento de los fertilizantes asociado a esta, se le ha sumado una importante sequía que ha comprometido la producción de algunos productos -entre los que se encuentra el aceite-.
La evolución del precio de los carburantes también es fundamental para explicar el freno en la tasa de precios al consumo, ya que han experimentado una caída del 3,5% anual y del 2,3% mensual, a diferencia del año anterior, en el que habían crecido. Este descenso, sumado al de los lubricantes para vehículos personales, ha llevado a reducir en casi dos puntos y medio el índice de precios del transporte, que se sitúa en el 1,4% a final de octubre. Por su parte, la tasa de la vivienda registra una caída del 7,7% interanual que se debe a que los precios de la electricidad y del gas descienden menos que hace un año al tiempo que los inmuebles en alquiler se encarecen un 2,1%.
A pesar de que se trata de un dato positivo, la batalla contra la inflación no ha terminado, tampoco en el plano de la zona euro donde el Banco Central Europeo ha decidido poner freno a las subidas que han llevado los tipos hasta el 4,5%. Todos los indicadores apuntan hacia un enfriamiento de las principales economías del continente para el próximo año, grupo en el que se incluye España. El Gobierno prevé que el país crezca un 2% en todo 2024 según las previsiones incluidas en el Plan Presupuestario remitido a Bruselas, frente al 2,4% con el que podría terminar este año. Mientras que los organismos internacionales empeoran este avance y avanzan un crecimiento del 1,5% para la economía española durante el año que viene.
