Problemas en los mercados como Polonia y Hungría 

La llegada de grano ucraniano a España hace temer precios bajos... en plena sequía

Las principales organizaciones agrarias admiten preocupación por unos precios que ven "inusualmente bajos" frente a unos costes de producción todavía elevados y unas previsiones de producción mermadas por la sequía   

Inquietud entre los cerealistas españoles por la entrada masiva de grano ucraniano
Inquietud entre los cerealistas españoles por la entrada masiva de grano ucraniano
APAG EXTREMADURA ASAJA

La coincidencia de una fuerte entrada de cereal ucraniano por vía marítima a través del corredor del Mar Negro (España es el segundo mayor comprador después de China con 4,93 millones de toneladas adquiridas desde agostto de 2022) , las perspectivas de una cosecha corta de cara a esta campaña y , sobre todo, la falta de lluvias durante las últimas semanas han encedido las alarmas entre las principales organizaciones agrarias. Desde otros eslabones de la cadena agroalimentaria como los almacenistas (aquellos que reciben el grano del agricultor y lo venden a la industria transformadora) y los fabricantes de piensos para la alimentación animal (España es el mayor productor de Europa) piden prudencia y recuerdan somos un país deficitario que necesita importar, entre otras cosas, para mantener a sectores tan relevantes como el de la carne de vacuno y el porcino. 

El director de relaciones internacionales de Asaja, Ignacio López, reconoce en conversación con 'La Información'  que España es un país deficitario en todo lo referente al cereal (35,85 millones de toneladas para el consumo interno, del que 18,1 millones de toneladas se producen en España, según el Balance de Cereales en España para la campaña 2022/2023 del Ministerio de Agricultura)  y  que el valor de este producto "está sorpresivamente bajo a pesar de una situación de costes que no ha caído lo suficiente para justificarlo" . En este sentido, añade que "tras la poca producción de 2022, este año habrá menos" y avisa contra las consecuencias de la sequía,  aunque admite que hay zonas que todavía pueden amortiguar la situación como Castilla y León si comienza a llover. El representante de Asaja apunta que pueden ser necesarias medidas para  que este sector continúe con su actividad y menciona el primer paquete de apoyo económico de 56,3 millones de euros desde Europa a los agricultores de cinco países del Este. 

López también llama la atención sobre la falta de controles aduaneros a la entrada de grano ucraniano y constata la paradoja de que todas estas importaciones iban "teoricamente iba a abastecer a otros países más dependientes como Sudán y Egitpo".

"La sequía es una tragedia que, desgraciadamente, es una realidad recurrente", apunta Jorge de Saja (Cesfac)

Por su parte, el director general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para animales (Cesfac) Jorge de Saja admite que "la sequía es una tragedia que desgraciadamente es una realidad recurrente" en referencia a la falta de precipitaciones del año pasado y apunta que "todavía es demasiado pronto" para realizar cálculos por lo que pide prudencia. En este sentido,  insta a implementar una mejor gestión del agua y explica que la industria de la alimentación animal esta atenta a los mercados internacionales. El responsable de Cesfac no atisba ninguna catástrofe aunque si reconoce "una preocupación alta" por la situación actual. En cualquier caso, no ve en peligro la producción de piensos para actividades como el porcino y el vacuno de carne. Saja añade que "los precios han bajado algo, pero está por encima de la media los últimos años".  

En una línea similar se pronuncia el secretario general de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE), José Manuel Álvarez, quien avisa que España es "extremadamente dependiente del grano". Lo que no impide que sea el mayor productor europeo de pienso para la alimentación del ganado.  El representante de ACCOE hace una llamada "a cuidar la cadena de valor que hay alrededor de nuestra pujante ganadería" y advierte que el valor de los insumos  Como Saja apunta que "venimos de precios históricamente más altos, que ahora están más bajos" y que la tendencia ha sido ascendente desde la pandemia. De todas formas, matiza "la producción española de cereal es una gota de agua en un océano, no tiene capacidad de influir, aunque como importador puede hacer que suban los precios".  

En concreto, según datos recolectados por ACCOE a los que ha accedido este medio, el trigo blanco pasó de un 196,03 euros/tonelada (0,19 euros/kg) en julio de 2019 pasando por los 212,56 euros/tonelada (0,21 euros/kgo) en enero de 2022 hasta los 334,46 euros por tonelada registrados un año después. Situación similar ha registrado el maíz, que en julio de 2019 se encontraba a 188,46 euros/tonelada (0,18 euros/kg) pasando a enero de 2022 a los 280,94 euros/tonelada (0,28 euros/kg) hasta los 320,44 euros por tonelada (0,32 euros/kg) del primer mes de este año, con un pico de 374,75 euros/tonelada de julio de 2022 en el mayor pico de precios de las materias primas. Por su parte, la cebada ha pasado de los 181,74 euros/tonelada en enero de 2020 a los 317,94 euros/tonelada (0,31 euros/kg) tres años después con un máximo de 358,44 euros /tonelada (0,35 euros por kg) en julio del año pasado. 

Bruselas tira de chequera contra las críticas 

En la última semana hasta cinco países europeos (Polonia, Eslovaquia, Bulgaria, Hungría y Rumanía) han criticado públicamente la entrada del cereal ucraniano sin cuotas ni controles aduaneros (que se prolongará hasta este mes de junio) al suponer un desequilibrio para sus mercados interiores. Incluso algunos de ellos como Polonia, Hungría y Eslovaquia decidierons suspender su importación, incluso en el caso del gobierno húngaro del ultranacionalista Viktor Orban, ampliaron el veto a otros productos agrícolas ucranianos como los huevos, la miel y los productos cárnicos. Todo ello, junto a la petición de compensaciones a Bruselas. Al final, las autoridades comunitarias decidieron tirar de chequera y ayer la Comisión Europea aprobó un segundo paquete de ayudas para los agricultores de estos países por un montante de 100 millones de euros

Desde Accoe, su secretario general José Manuel Álvarez, advierte que como se prolongue la falta de precipitaciones "Bruselas deberá intentar articular algún tipo de política para que nadie pierda" en referencia a la continuidad de la labor de almacenistas y agricultores. En su opinión, España podría necesitar "en unos dos meses" algún tipo de apoyo similar al que recibirán ahora los productores de estos cinco países del Este europeo. 

"Antes de la guerra se decía que, el cereal ucraniano, podía alimentar a unas 500 millones de personas", Javier Rivas (EAE Business School) 

El profesor de EAE Business School, Javier Rivas, identifica una doble dimensión en esta situación: la primera relacionada con con la introducción de controles (aduaneros, sanitarios...), "que tiene cierto sentido especialmente en lo referente a la seguridad alimentaria", y la segunda de carácter puramente política en referencia a las urgencias electorales de gobiernos como el del Partido de la Ley y la Justicia (PiS) en Polonia que celebra sus comicios generales el próximo mes de noviembre. Este partido tiene en agricultores y ganaderos uno de sus principales apoyos. "También en el caso de Hungría el mundo rural le dio parte de su mayoría a Orban", observa este experto. 

Para Rivas (EAE Business School) el fondo de la cuestión es que el corredor del Mar Negro, impulsado por la ONU y Turquía, tenía por objetivo desviar gran parte del cereal a países más dependientes como Egipto. Algo que en su opinión no se ha producido. "Antes de la guerra se decía que, el cereal ucraniano, podía alimentar a unas 500 millones de personas", resume este profesor. En esta linea, pide a la Unión Europea "hacer autocrítica y analizar".  

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