Retos de la economía

La inversión fía la salida de la crisis a los fondos UE y a la recuperación industrial

Sólo la inversión en maquinaria retrocedió un 1,8% el año pasado y sigue un 8,7% por debajo de los niveles precovid, por lo que hay economistas que sitúan esta variable como una de clave del enfriamiento del PIB en 2024

Vista de la fábrica Michelin en Vitoria, a 16 de enero de 2024, en Vitoria, Álava, País Vasco (España).
Vista de la fábrica Michelin en Vitoria, a 16 de enero de 2024, en Vitoria, Álava, País Vasco (España).
Europa Press

La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial revela que sólo un 15,1% de las empresas no financieras -de las más de 6.500 consultadas por la entidad- han podido elevar la inversión en lo que va de primer trimestre, cinco puntos menos de las que lo hicieron tres meses antes. La inversión es, de hecho, uno de los indicadores que muestra una evolución más débil y su desempeño contrasta con el tirón del conjunto de la economía, que ha venido superando de forma sistemática previsiones desde la salida de la pandemia.  

En un ejercicio en el que se espera que el PIB siga frenando lentamente y avance de media un 2%, según el Gobierno, esta variable y la incertidumbre de las exportaciones pueden reducir aún más el crecimiento. Todo dependerá de si la industria consigue dejar atrás la crisis en la que sigue inmersa desde la pandemia y en cómo marche el despliegue de los fondos europeos Next Generation, en un contexto en el que se prevé la relajación de las condiciones financieras, una vez que el Banco Central Europeo pueda empezar a bajar los tipos de interés.

En la industria, un sector especialmente intensivo en inversión, algunos indicadores estarían sugiriendo que el sector puede haber tocado fondo y podría empezar a recuperarse si finalmente se da por cerrada la crisis energética. Oriol Aspachs, director de Economía Española de CaixaBank Research, destaca el repunte de la producción industrial, especialmente en lo referente a bienes de capital, y también los índices de actividad del sector. En el último informe mensual de la entidad apunta que la contención de la guerra en Ucrania y del conflicto entre Israel y Hamás sería clave para que esa incipiente recuperación se afiance.

La escasa inversión, tanto pública como privada, y la incertidumbre en las exportaciones pueden debilitar el ritmo de crecimiento de la economía española durante este año y limitarlo hasta una horquilla entre el 1,7 y el 1,8%. La advertencia, que lanzaba recientemente Esade en su Informe Económico y Financiero, se sumaba a la recomendación de poner sobre la mesa reformas más ambiciosas que las contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En la misma línea, para que los programas impulsados por las ayudas y préstamos europeos logren transformar e impulsar la economía española de forma duradera será esencial "una buena evolución de la inversión", sostiene Aspachs.

Debilidad de la inversión desde hace más de una década

En general, la evolución más reciente de la inversión total en las principales economías desarrolladas ha sido débil. El año pasado, la inversión en capital fijo aumentó un 0,6% en Estados Unidos, un 0,9% en la Eurozona y un 0,6% en España, un 0,6%. Estos aumentos distan mucho de los que se produjeron durante el último ciclo expansivo (2014-2019), cuando la inversión productiva se elevó un 4,6% anual de media en la primera economía del mundo, un 3,9% entre los países que comparten el euro y un 4,8% a nivel nacional. 

Sólo la inversión en maquinaria se redujo un 1,8% el año pasado en España, por lo que sigue estando casi un 9% por debajo de los niveles prepandemia. Tampoco ha recuperado estos registros la inversión en equipo de transporte, mientras que sí que lo hizo la inversión en derechos de la propiedad intelectual que, si bien se mantuvo plana en 2023, fue muy dinámica los años anteriores y se encuentra un 8,4% por encima de los niveles precovid.

"Hace falta una estrategia a medio y largo plazo para incentivar la inversión, favorecer la creación y crecimiento de las empresas, y atraer el capital físico productivo, humano y tecnológico"

Sin embargo, este no es un problema que se circunscriba a los últimos ejercicios en el caso español. Con un nivel de partida similar hace dos décadas, la Formación Bruta de Capital Fijo por persona en edad de trabajar en España se situó en 2.217 euros en el tercer trimestre del año pasado, esto es, un 5,3% por debajo del nivel que registraba en 2001. Por el contrario, en la UE a Veintisiete alcanzó los 3.282 euros, casi un 36% más que en 2001 y un 48% más que en España.

El desempeño tan pobre de este indicador lo convierte, según Rafael Domenec y Jorge Sicilia, responsable de Análisis Económico y economista Jefe de BBVA Research, en uno de los factores que explican que la renta per cápita relativa de España haya caído desde el 105,2% del promedio de la UE en 2006 hasta el 86,7% en 2023. Desde su punto de vista estaría también detrás de retroceso de la productividad del trabajo. 

En un artículo, ambos economistas atribuyen su evolución al aumento del gasto público y de la presión fiscal, así como el deterioro relativo respecto a los socios europeos de la calidad institucional del sector público, tomando como referencia los indicadores que maneja el Banco Mundial. Ven necesario que el país desarrolle una "estrategia a medio y largo plazo para incentivar la inversión, mejorar las oportunidades de creación y crecimiento de las empresas, y atraer el capital físico productivo, humano y tecnológico". Sólo así será posible encarar la transición energética y digital, y retomar la senda de convergencia en empleo, productividad, renta per cápita y bienestar con la UE.

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