Debate de investidura

El rechazo a la investidura de Feijóo dilata el parón político con la economía a la baja

Los indicadores del tercer trimestre apuntan ya a un debilitamiento de la actividad, ante el frenazo de los principales socios comerciales, y hay organismos como la Autoridad Fiscal que no descartan un perón en seco

Debate de investidura del candidato Alberto Núñez Feijóo
Debate de investidura del candidato Alberto Núñez Feijóo
Agencia EFE

El rechazo en la primera votación a la investidura del candidato del PP a la Presidencia, Alberto Núñez Feijóo, vuelve a poner en marcha la cuenta atrás de dos meses para una eventual repetición de las elecciones generales, en caso de que otro candidato, en la probable figura del Presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no lograse el respaldo de la Cámara Baja. España sigue sin contar con un Ejecutivo en plenas facultades en un contexto en el que la desaceleración económica empieza a asomar en algunos de los principales indicadores a consecuencia de la paralización o frenazo en seco de los principales socios comerciales, el resto de grandes economías del euro.

El Congreso ha rechazado la candidatura de Feijóo por 172 votos a favor y 178 en contra, por lo que el líder del PP deberá acudir a una nueva votación el próximo viernes, cuando únicamente necesitaría recabar el respaldo de una mayoría simple. Finalmente no se ha producido ninguna abstención entre el bloque de partidos con los que Sánchez podría contar para lograr ser investido si, como marca la Constitución, es designado por el Rey: PNV, EH-Bildu, Esquerra y Junts. El jefe del principal partido de la oposición ha retado a Sánchez a abordar la reforma de la financiación autonómica ya desde el primer semestre del año que viene, algo que sería clave para estos partidos de corte regionalista.     

Actualmente, el Gobierno en funciones tiene las manos atadas para poder sacar adelante todas las leyes que quedaron en suspenso con el adelanto electoral. No podría decidir, en principio, ampliar el llamado 'escudo social' más allá de finales de diciembre y, en caso de que Sánchez no logre revalidar la coalición, tampoco podría marcar el rumbo de las medidas comprometidas en la adenda para poder solicitar el desembolso del cuarto pago de los fondos europeos (por valor de 10.000 millones) y de los préstamos por valor de más de 80.000 millones de euros a los que España puede optar. 

Primeros síntomas de enfriamiento

Los expertos advierten de la situación en la que este escenario tiene lugar, máxime cuando organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) apuntan a una paralización del PIB en el trimestre en curso con los indicadores de que disponen hasta la fecha y, en general, a un enfriamiento "con más intensidad y anticipación" de lo previsto y a una pérdida de dinamismo del mercado laboral, que ha sido lo que en buena medida ha permitido que el consumo de los hogares resistiera hasta ahora. 

De momento, entre abril y junio la actividad perdió algo de fuelle al avanzar al 0,5% frente al 0,6% de comienzos de año, según los datos revisados recientemente por Estadística. España vivirá un "invierno económico" a comienzos del próximo ejercicio debido a la desaceleración de la economía europea, en un contexto de tipos de interés al alza, que harán bajar las exportaciones españolas, según el profesor de Economía en la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos. Las ventas al exterior ya se han resentido en el primer y el segundo trimestre, de acuerdo con la Contabilidad Nacional. 

La revisión del cuadro macro ante la amenaza de la inflación

Bernardos, que ha participado este martes en la "Conferencia Anual sobre Riesgo País" que organiza la aseguradora de crédito multinacional Coface, ha recordado que España crecerá este año más que la media europea, apoyada en un "mercado de trabajo que funciona bien" y pese a que cree que no se está haciendo un uso eficiente de los fondos europeos para fomentar la inversión empresarial y la productividad. El Gobierno en funciones, que contemplaba hasta ahora un crecimiento del 2,3% este ejercicio, deberá incluir su revisión del cuadro macroeconómico en el plan presupuestario que tiene que remitir a Bruselas antes del próximo 15 de octubre. 

El Banco de España advirtió recientemente de que el país afronta una situación de inflación más persistente y alta hasta 2025 por el nuevo aumento de los precios energéticos, lo que ha llevado al organismo a revisar sus principales cálculos de inflación y PIB de los dos próximos años. La entidad que capitanea Pablo Hernández de Cos, eleva cuatro décimas la previsión de IPC este año al 3,6% y siete la del próximo al 4,3% por el encarecimiento de la energía, a la vez que rebaja cuatro décimas en relación a lo que estimaba en junio su cálculo de crecimiento para 2024 hasta el 1,8%.

En opinión del consejero delegado de Coface para España y Portugal, Guillermo Rodríguez, la incertidumbre que trae consigo el retraso en la investidura del nuevo Gobierno impactará en la ejecución de los fondos europeos, que "no van fluir como deberían", aunque no considera que sea un riesgo para la economía. De hecho, la propia vicepresidenta primera en funciones ha descartado que esto vaya a suponer un problema para los futuros desembolsos. A juicio de Rodríguez, lo que sí puede suponer es un mayor riesgo el que la elevada inflación incremente el descontento social hasta el punto de que las medidas para aplacarlo acaben derivando en nuevas subidas de los tipos de interés. 

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