La mayoría de amas de casa se encuentran con una desagradable sorpresa cuando alcanzan la edad de jubilación en España. No tienen derecho a una pensión contributiva por parte de la Seguridad Social y esto provoca una dificultad a la hora de pensar en su futuro económico.
La razón es muy sencilla: para acceder a una pensión contributiva hay que sumar una cotización mínima a la Seguridad Social. Y las amas y amos de casa ni cobran un salario ni cotizan a la Seguridad Social. En consecuencia, no reúnen los 15 años cotizados que necesitan para cobrar la pensión de jubilación ordinaria.
Por fortuna, la Seguridad Social tampoco abandona a su suerte a las amas de casas ni a personas que nunca han cotizado. Para este tipo de personas existe una pensión mínima en forma de pensión no contributiva.
Requisitos para acceder a la pensión no contributiva
Esta prestación de la Seguridad Social, que depende del Imserso, está destinada a personas con pocos recursos que ya han cumplido la edad de jubilación.
Las condiciones para poder solicitar la pensión de jubilación no contributiva como ama de casa son:
- Tener más de 65 años.
- Haber residido en España por lo menos 10 años entre los 16 y los 65 años, dos de los cuáles deben ser consecutivos y anteriores a pedir la pensión no contributiva.
- No superar cierto umbral de rentas.
La carencia de rentas implica percibir menos de 7.250,6 euros al año con carácter general para una persona que viva sola.
En caso de convivir dentro de una unidad familiar con el cónyuge, padres, abuelos, hijos, nietos o hermanos, se sumarán las rentas de todos los miembros y se aumentará también ese umbral de rentas.
Para una unidad con dos convivientes, el límite serán los 12.326,02 euros anuales. Con tres convivientes la cantidad asciende a 17.401,44 euros al año y con cuatro años hasta los 22.476,86 euros.
Además, si entre los convivientes figuran padres o hijos, las cantidades cambian y son todavía mayores. Estas son las cifras máximas que marca en Imserso.
- Con dos convivientes, un máximo de 30.815,05 euros al año.
- Con tres convivientes, un máximo de 43.503,6 euros al año.
- Con cuatro o más convivientes, un máximo de 56.192,15 euros al año.
¿A cuánto asciende la pensión para un ama de casa que no ha cotizado?
La pensión de jubilación que queda si nunca has cotizado es fija y la cuantía depende de la situación personal. Esta cantidad se actualiza cada año según lo que marque el Gobierno.
- Pensión íntegra: 7.250 euros al año o 517,9 euros al mes.
- Pensión mínima del 25%: 1.812,65 euros al año o 129,48 euros al mes.
Estas cifras varían si dentro de la unidad familiar convive más de una persona con derecho a la pensión contributiva. En este caso, las cantidades se reducen para todos los beneficiarios.
Cuando hay dos beneficiarios, esa pensión no contributiva de jubilación o de otro tipo, pasa a ser de 6.163,01 euros al año 0 440,22 euros al mes y si hay tres o más, se reduce hasta los 5.800,48 euros o 414,32 euros.
Como con las pensiones contributivas, este tipo de pensiones para las amas de casa también se cobran en 14 pagas.
La solución del convenio especial con la Seguridad Social
Una opción para cubrir ese periodo de cotizaciones necesario para acceder a la pensión ordinaria es suscribir un convenio especial con la Seguridad Social.
Este convenio voluntario sirve para cubrir las prestaciones de la Seguridad Social. En otras palabras, lo que haces es cotizar al sistema por la base mínima aunque no estés trabajando.
Para poder suscribir este tipo de convenios es necesario haber cotizado un mínimo de 1.080 días en los doce años anteriores a la baja en la Seguridad Social. Es decir, haber trabajado tres años de los dos últimos ejercicios.
