La banca, tocada: Hay más apuestas bajistas que antes de los test de estrés

  • Poco le ha durado a la banca española el impacto positivo de la publicación, el pasado 23 de julio, de los test de estrés. Con la única pero muy significativa excepción de Santander, las apuestas bajistas sobre el resto del sector se han disparado en las últimas semanas. 
E. Utrera

España vuelve a estar en el centro de la diana. La banca se ha sumado al grupo de damnificados por el clima de incertidumbre creciente sobre la fortaleza de la deuda española. El viernes, la prima de riesgo de la deuda española con la alemana superó de nuevo el fatídico nivel de los 200 puntos básicos. Son niveles desconocidos desde mediados del mes de julio pasado, antes de la publicación de los test de estrés de la banca europea de los que el sector financiero español salió como gran vencedor.

Al mismo tiempo que la desconfianza crece con la excusa del temor a un posible impago de la deuda de Irlanda, los inversores ponen de nuevo a la banca en el punto de mira. Los especuladores que toman valores prestados para venderlos en el mercado, hacer caer las cotizaciones y comprar después más barato para embolsarse la diferencia, vuelven a atacar sin contemplaciones a la banca española, la gran damnificada si la crisis de la deuda se extiende.

Las cifras no dejan lugar a las dudas. Con la única excepción de Banco Santander, cuyos valores prestados han caído un 57% desde a publicación de los test de estrés el 23 de julio, el resto del sector sufre una presión bajista superior a la de entonces.Por lo tanto, salvo para el primer banco español se ha difuminado el impacto positivo de las pruebas, que demostraron que Santander y BBVA eran los dos bancos más fuertes del Viejo Continente y que, en general, dibujaron un panorama alentador para nuestro sistema financiero.

Ahora, está prestado el 19,5% de BBVA, el 17,2% de Popular, el 13,6% de Sabadell, el 9,2% de Bankinter el 6,7% de Santander -la cifra era de más del doble el 23 de julio- y el 1,26% de Banesto. Es decir, que las cuatro primeras entidades financieras están más presionadas que el día que se publicaron los resultados de los test de estrés.

La peor parte es para Bankinter y para BBVA–que acaba de anunciar una ampliación de capital de 5.000 millones de euros para entrar en el capital del segundo banco turco-, que desde el 23 de julio ven como los ataques bajistas se recrudecen un 29% y un 18%, respectivamente.El alza de los valores prestados se produce en plena caída de las cotizaciones. Tanto Santander como BBVA han perdido más de un 7% la semana pasada.

No ayuda a los dos grandes su gran tamaño y por lo tanto su enorme liquidez, que hace más fácil que los grandes especuladores se ceben con ellos para atacar al conjunto del sector bancario.

Hasta el cierre del mes de septiembre, los valores prestados sobre el sector bancario se habían relajado de forma muy significativa. Pero, como se ve, la rebaja de las tensiones ha sido efímera. La banca, como la deuda pública española, vuelve al ojo del huracán.

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