La naviera alemana Hapag-Lloyd no seguirá los pasos de la danesa Maersk y seguirá desviando a sus cargueros por el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica) para que no deban atravesar el mar Rojo debido al riesgo de ataques por parte de las milicias hutíes. En concreto, informa EFE, un portavoz de la multinacional ha apuntado que "el gabinete de crisis se reunió hoy y seguiremos desviando los barcos". La siguiente evaluación de la situación se realizará el próximo 2 de enero.
El hecho de que Hapag - Lloyd opte por seguir rodeando el continente africano, según la prensa alemana, supone a un sobrecargo de entre 250 y 1000 dólares por contenedor (entre 225 y 900 euros) para sus clientes. Lo que finalmente puede verse reflejado en los siguiente eslabones de la cadena de valor.
De momento, la danesa Maersk, que también había suspendido las rutas por el mar Rojo, se queda como la principal naviera en reanudar el transporte por esta vía después de que Estados Unidos anunciase la formación de una coalición internacional contra los ataques. Un anuncio que realizó este miércoles.
Efectos sobre la industria española
Los rebeldes hutíes amenazaron hace semanas a todos los barcos con origen o destino en Israel que navegaran frente a las costas del Yemen y algunos ya han sido atacados. Una circunstancia que ya se está notando en la industria española. Este jueves, informó EFE, se conoció que las cuatro fábricas que tiene Michelín en el país tendrán que parar durante dos días su actividad por la falta de caucho natural. El rodeo que realizan la mayoría de las navieras por las costas africanas supone 10 días más de navegación y eso afecta a las rutas entre Asia y Europa, principalmente.
