La OCDE subraya las divergencias en la recuperación entre EE.UU. y Europa

  • La OCDE subrayó hoy las divergencias en el ritmo de recuperación económica entre Estados Unidos, donde la mejora respecto a finales de 2011 es evidente, y Europa, donde pese a algunos signos alentadores, la situación es "frágil" y varios de sus grandes países registran un retroceso en su actividad.

París, 29 mar.- La OCDE subrayó hoy las divergencias en el ritmo de recuperación económica entre Estados Unidos, donde la mejora respecto a finales de 2011 es evidente, y Europa, donde pese a algunos signos alentadores, la situación es "frágil" y varios de sus grandes países registran un retroceso en su actividad.

"Hay signos de actividad más firme en Estados Unidos", sobre todo si se comparan con los que se perciben en la zona del euro, destacó el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, al presentar en una conferencia de prensa el informe preliminar de perspectivas para los países del G7.

"La confianza sigue siendo la clave" y se ha reforzado más en Estados Unidos que en la Unión Europea, dijo Padoan, quien indicó que la economía del G7 crecerá en conjunto a un ritmo anual del 1,7 % tanto en los dos primeros trimestres de este año, aunque destacó las diferencias en este grupo de los siete países más ricos.

Según las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Europa, en el primer trimestre, habrá una caída del producto interior bruto (PIB) en tres de los cuatro miembros de este club exclusivo: Francia (0,2 %), Reino Unido (0,4 %) e Italia (1,6 %). Alemania escapará por poco, con una subida del 0,1 %.

En el segundo trimestre, sólo Italia seguirá a la baja (0,1 %, siempre en ritmo interanual), mientras que progresarán Reino Unido (0,5 %), Francia (0,9 %) y Alemania (1,5 %).

Frente a estos datos, el PIB de Estados Unidos aumentará a un ritmo del 2,9 % entre enero y marzo y de un 2,8 % entre abril y junio, con una evolución relativamente similar en Canadá (2,5 % en cada trimestre).

Japón es un caso aparte porque el fuerte repunte que se espera en el primer trimestre de este ejercicio (3,4 %) responde en gran medida a un efecto técnico de recuperación de la producción industrial tras el parón del pasado año a causa del tsunami.

En los tres meses siguientes, la cadencia de subida se ralentizará al 1,4 %.

Padoan comentó que las incertidumbres que planean sobre estas previsiones son menores que las que había en otoño, pero sigue persistiendo el riesgo de acontecimientos extremos "y por tanto no hay espacio para la complacencia, en particular en la zona euro".

Allí "hay trabajo inacabado" y "se tiene que hacer mucho" porque los problemas "son complicados", argumentó antes de añadir que se tiene que "incrementar el tamaño del cortafuegos" para evitar el contagio de una eventual crisis de deuda como la que se ha producido en Grecia hasta un volumen de un billón de euros, lo que se puede obtener "con diferentes instrumentos e instituciones".

Reconoció que se está haciendo "un esfuerzo significativo en muchos países" del euro en términos de ajuste fiscal y de reformas estructurales, pero aún hay mucho margen de trabajo.

Para ilustrarlo, presentó un gráfico con las potenciales ganancias de los diferentes países de la eurozona en términos de PIB por habitante en un plazo de diez años.

Preguntado sobre por qué volvía a subir la prima de riesgo en España, Padoan respondió que como en el caso de Italia pesan las perspectivas de recesión, y afirmó que "es muy importante el ajuste que se está haciendo en el terreno fiscal, estructural, y bancario" en el primer país y que "debe continuar".

El economista jefe de la OCDE estimó que la escalada en los precios del petróleo "podría tener un impacto limitado tanto sobre la inflación como sobre la actividad", y en concreto podrían amputar el PIB del conjunto de sus países de entre una y dos décimas.

Padoan hizo hincapié en que en Estados Unidos se ha producido un desapalancamiento del nivel de deuda inmobiliaria privada, pero advirtió de que en Europa eso aún no ha ocurrido, aunque en términos globales la burbuja de la vivienda fuera de partida menos importante en el viejo continente.

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