Pacto de Toledo

La oposición afea a Escrivá que cargue la jubilación del 'baby boom' a los jóvenes

El ministro de la Seguridad Social asegura que el Factor de Sostenibilidad daña la credibilidad de España ante las instituciones europeas y niega que el Mecanismo de Equidad perjudique a la población más joven.

José Luis Escrivá Magdalena Valerio Pacto de Toledo
La oposición afea a Escrivá que cargue la jubilación del 'baby boom' a los jóvenes
Agencia EFE

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha desfilado este jueves por la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y se ha encontrado con un rechazo generalizado de los grupos de la oposición tanto a las formas en las que el Gobierno planea introducir el Mecanismo de Equidad Intergeneracional en la reforma de las pensiones que se está tramitando en el Congreso como al fondo del sistema diseñado de manera unilateral, consensuado únicamente con los sindicatos y sin acuerdo con la patronal, y especialmente al hecho de que la herramienta propuesta carga el coste de la jubilación de la generación del 'baby boom sobre los jóvenes.

Aunque Escrivá se ha esforzado por desmontar el argumento de que el MEI perjudique a la población en edad laboral más joven aportando algunas cifras, desde el PP hasta el Grupo Mixto, pasando por Ciudadanos y Vox, han acusado al Gobierno de cargar el coste de la jubilación de los baby boomers sobre el sector de la población (los jóvenes) con un 40% de tasa de paro. Y ello a pesar de que el ministro ha asegurado que con el actual Factor de Sostenibilidad un trabajador de 18 años que se jubile en 2070 perdería entre 194 y 485 euros de pensión mensual, mientras un trabajador de 38 años perdería entre 138 y 345 euros y uno de 58 años estaría perdiendo entre 67 y 169 euros. Y ha añadido que con el MEI todas las generaciones aportarán lo mismo durante 10 años mientras con el FS la pérdida de pensión durante toda la jubilación es superior para los jóvenes.

El ministro ha asegurado durante su comparecencia que el hasta ahora vigente Factor de Sostenibilidad, introducido en 2013, "ha dañado extraordinariamente la credibilidad de España ante las instituciones europeas" y ha afirmado que ese es "el peor de los daños que se puede hacer a la Seguridad Social". Y de este modo ha justificado su eliminación del sistema público de las pensiones y su sustitución por el MEI, un mecanismo que permitirá responder al "reto demográfico transitorio de las próximas décadas", que es "equitativo en términos intergeneracionales", ya que "distribuye el esfuerzo entre generaciones" y que es "contingente" y "flexible en su aplicación por parte de los decisores futuros".

Pero el fondo del mecanismo no ha sido lo único afeado al ministro por los grupos, que han manifestado una crítica generalizada a las formas en las que ha presentado el MEI al Pacto de Toledo y en última instancia a la vía rápida por la que el Gobierno pretende introducir el mecanismo en la reforma de las pensiones que se está tramitando en el Congreso. Incluidos los socios del gobierno de ERC, Bildu y PNV, los portavoces han cuestionado que se pretenda tramitar una ley tan crucial en un periodo de tiempo tan escaso, sin haber dado lugar a un debate suficiente en la Cámara. Ante esto, Escrivá ha entonado el 'mea culpa' ante un procedimiento que ha reconocido que no ha sido el "adecuado", pero ha justificado la premura en los plazos por el calendario pactado con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación.

Otra de las críticas generalizadas al ministro entre los grupos de la oposición, en particular desde los partidos de la derecha, se ha centrado en la opción que ha elegido el Gobierno para sustanciar las pensiones del baby boom por la vía del incremento de las cotizaciones sociales, lo que han tachado desde el PP como un "impuesto al empleo" o desde Vox como una "irresponsabilidad". Sin embargo, Escrivá ha asegurado que la subida planteada de 0,6 puntos durante diez años "no cambia en absoluto las condiciones relativas de ventaja y competitividad que tienen las empresas españolas desde el punto de vista de sus costes salariales y laborales", al elevar el peso de las cotizaciones sobre PIB desde el 13,7% hasta el 13,9%, por debajo de la media europea del 16,7%.

En cualquier caso, Escrivá ha restado relevancia a las dudas que están surgiendo en torno a la rentabilidad que pueda generar el Fondo de Reserva con la incorporación de esa aportación finalista durante una década y se ha reafirmado en que con esta cotización adicional, se podrán acumular más de 40.000 millones de euros en 10 años. En concreto, ha garantizado que con la rentabilidad histórica del fondo del 3,5%, se alcanzarán los 42.000 millones de euros en 2032, lo que equivale al 2,3% del PIB, y ha calculado que la diferencia de un punto arriba o abajo en la rentabilidad equivale a oscilaciones de unos 2.000 millones de euros en uno u otro sentido.

Otro de los aspectos que le han reprochado al ministro de la Seguridad Social de manera generalizada desde los grupos de la oposición, a excepción de los socios, ha sido la ruptura del consenso en el diálogo social, al haber acordado el mecanismo únicamente con los sindicatos, sin apoyo de la patronal. Una postura que no han compartido desde Unidas Podemos, desde donde han señalado que "este Gobierno no va a aceptar vetos de la patronal" -en referencia a la reforma laboral- y han calificado de "error importante" la "autoexclusión" de los empresarios del acuerdo. Por su parte, desde el Grupo Socialista han manifestado su "decepción" con la CEOE.

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