El error de la jubilación anticipada que evitar, según un economista de Harvard

¿Quién no sueña con poder jubilarse mucho antes de lo que, previsiblemente, toca? El principal problema que nos encontramos para acceder a la jubilación anticipada es que no cobraremos el total de la pensión que nos corresponde por dejar de trabajar y, eso, puede afectar a nuestro nivel de vida y nuestras finanzas.

Según un informe del Boston College Center for Retirement Research, la mitad de las familias trabajadoras de hoy en día corren el riesgo de sufrir una importante disminución del nivel de vida después de la jubilación si lo hicieran de manera anticipada. La razón es muy sencilla: somos pésimos ahorradores. ¿Quién lo dice? Pues Laurence J. Kotlikoff, profesor doctorado en Económicas por la Universidad de Harvard.

Desde el punto de vista financiero, explica, es mucho más seguro e inteligente jubilarse cuanto más tarde sea posible, ya que la capacidad de ahorro generada a lo largo de la vida laboral no nos permitiría mantener el mismo tenor que hasta ahora si dejamos de trabajar y no cobramos el 100% de la pensión por jubilación. 

Una bajada del nivel de vida

Aunque este profesor utiliza ejemplos del sistema estadounidense de pensiones, la regla es muy aplicable a la sociedad española. De no tener ahorros asegurados y con solo una parte de la pensión (si llegamos a ella) disponible, ¿quién puede mantener el mismo nivel de vida que ha llevado mientras trabajaba?

Kotlikoff apunta que, contra toda lógica, casi dos tercios de las personas entre los 57 y los 66 años eligen jubilarse anticipadamente, a pesar de no haber ahorrado casi nada. Aunque, obviamente, hay excepciones y personas que han planificado sus ahorros de manera que la jubilación anticipada parece una gran opción. 

Siguiendo el razonamiento de Kotlikoff, la manera idónea para averiguar si podremos mantener el mismo nivel de vida que ahora después de la jubilación es, primero, saber cuánto gastamos al año y, después, verno cuántos años podríamos cubrir si juntamos la pensión por jubilación que nos toca percibir y los ahorros que tengamos guardados. Lo mejor es, según este economista, calcular para largo: la mayoría de las personas viven por encima de los 80 años e, incluso, superan los 90. Así que, ante la duda, mejor que sobre, que no que falte.