Seguir trabajando a partir de los 65

Jubilados con 'minijobs': dinero extra y un alivio para sus pensiones de pobreza

Dos jubilados.
Jubilados con 'minijobs': dinero extra y un alivio para sus pensiones de pobreza
Imagen de Gundula Vogel en Pixabay.

Hace apenas 24 horas un jubilado colgaba esta petición de trabajo en el portal milanuncios: "Preciso de ocupación, soy Técnico Industrial jubilado, viudo y sin ningún condicionante en horarios nocturnos, fines de semana o festivos, ni de ubicación empresa, tengo sesenta y siete años, carné de conducir, medios de locomoción propios, resido en Terrassa y me ofrezco a empresa pequeña o familiar para ocuparme de las tareas que me puedan ser requeridas...". Este otro anuncio está en la misma web desde hace una semana: "Contable con experiencia de años, jubilado de banca, se ofrece para desarrollar contabilidad y administración de empresa, sistema contable A3con, cobros, pagos, relación con bancos organizar o poner al día. Autónomo".

Muchos jubilados buscan trabajo. Principalmente para complementar su pensión. En Alemania es una práctica extendida y dos millones de pensionistas siguen trabajando. Son los llamados 'minijobs', trabajos parciales, con límite de horas y salario, que les permiten continuar activos y así complementar su paga. En España esta práctica está menos extendida. Pero hay jubilados que continúan trabajando o, como vulgarmente se dice, para hacer alguna 'chapucilla' que les proporcione una paga extra y un complemento... a "una pensión de miseria", nos dice Pepe, un jubilado madrileño que apenas cobra "900 euros al mes" y complementa su pensión con lo que saca de arreglar electrodomésticos, "y lo que salga", "a amigos, conocidos y vecinos".

Pepe, que confiesa 68 años y vive en el barrio de La Elipa, no paga la cotización de autónomos a la Seguridad Social, "pero sí todo el tema fiscal de IRPF" porque no sobrepasa un límite de ingresos por esta segunda actividad -el SMI, 13.300 euros al año en 14 pagas-.

En España, trabajar después de la jubilación no está tan extendido como en Alemania, pero hay opciones, y se calcula que más de 125.000 personas están trabajando en España, de forma parcial o total, pasados los 65. Por lo general, si te acoges al sistema de jubilación parcial, tu paga se reduce en relación proporcional al número de horas que sigues trabajando. Por otro lado, para percibir el 100% de la pensión y continuar activo existe la posibilidad de trabajar por cuenta propia, como contaba Pepe, con un límite de ingresos. Un trabajo que está exento de cotizar a la Seguridad Social, aunque tampoco genera ningún tipo de derechos en este sentido. Y es que muchos jubilados se ven obligados buscar ingresos 'extra' porque no les llega para "vivir dignamente" con su pensión. 

Según una noticia adelantada esta misma semana por Cristina Alonso en La Información, José Luis Escrivá, Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, está valorando la posibilidad de que casi 500.000 pensionistas y jubilados, en situación de pobreza  extrema y en su mayoría beneficiarios de pensiones no contributivas, reciban también el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que pretende implantar el Gobierno. Y es que pese a que la pensión media de los más de seis millones de trabajadores jubilados en España es de 1.159,09 euros (14 pagas), muchos de esos seis millones de jubilados no llegan, ni de lejos, a esos números.

La jubilación activa es una fórmula legal consistente en jubilarse, cobrar pensión y seguir trabajando. En España, en la actualidad, muchas de las personas de más de 65 años que compatibilizan el cobro de su pensión de jubilación con el trabajo son autónomos que continúan en su negocio tras haber cumplido la edad legal de jubilación o que lo han creado tras la misma. "Es una manera de complementar unas pensiones no siempre lo suficientemente cuantiosas porque la pensión de jubilación media de un autónomo asciende a 760 euros al mes, cerca de un 40% inferior a la de un trabajador por cuenta ajena como consecuencia directa de las bajas cotizaciones a lo largo de su vida de los autónomos", explica Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).

Pedro, vitoriano de 70 años y viudo, ha sido autónomo toda la vida y después de "muchos años de cotización" apenas "me quedan 730 euros". Por ello trabaja "de falso abuelo" para algún conocido. "Llevo a los niños al cole, los recojo, voy con ellos al parque... bueno, ahora con esto de la pandemia del coronavirus no lo hago, los llevo de vuelta a casa..." Dice que no cobra nada "oficialmente", aunque reconoce que "algo me dan mis amigos". Un "extra que me viene muy bien para pasar el mes". "¿Que si lo declaro? No, no me compensaría". Confiesa que "ya sé que no está bien, pero a mí no me queda más remedio" y "conozco varios casos como el mío. Aquí en Vitoria y en mi Badajoz natal".

Griselda Andujar sí que continúa trabajando de manera completamente legal pese a haberse jubilado ya 'oficialmente'. Esta psicóloga y psicoterapeuta barcelonesa de 68 años, se sacó la carrera con más de 40 años y tras casi otros tantos de cotización a la Seguridad Social, siempre por cuenta ajena (en la editorial Bruguera, en Sanitas...), continúa activa, ahora por cuenta propia, pese a que la edad legal de jubilación ya la pasó hace tres años. "Mientras mi cabeza esté funcionando y pueda ayudar a los demás para mí es un placer continuar activa. Yo empecé a estudiar psicología con 40 años, o sea que es una cosa vocacional. Estás trabajando en algo que te guste. No hay esfuerzo físico y te llena el espíritu. Yo en Sanitas atendía a 16 personas diarias y ahora son 8 o 10 a la semana. Sigo por placer, por mantenerme activa, por ayudar a las personas..."

Y "para ganar un poco más de dinero porque la pensión que me ha quedado después de 38 años cotizando y a veces cotizando bastante dinero, son 1.200 euros y esto me ayuda. Para mí es una ayuda económica. Así me puedo hacer algún viajecito. Me gusta mucho viajar y si no, no lo podría hacer, y es realización personal y de plenitud el poder disfrutar de que todavía estoy bien y dentro de diez años no sé si lo podré hacer. Seguiré hasta que pueda porque me viene bien en todos los sentidos, personal y económicamente". Aunque matiza que "la mayor parte de las personas que conozco que siguen trabajando a partir de los 65, y es mi caso, no es tanto por dinero sino por realización personal, por seguir estando vivos. Yo recibo mi pensión completa y como trabajo solo hasta un cierto límite, en horas e ingresos, no pago la Seguridad Social, aunque sí a Hacienda, el IRPF".

Antonio, agricultor, se jubiló hace cuatro en un pueblo de la ribera de Navarra. Casado, con dos hijos "que ya están trabajando", asegura que cobra 700 euros de pensión, además de lo que saca de "una pequeña huerta que sigo trabajando". Cebollas, pimientos, judías verdes, acelgas, cardos, tomates, alcachofas... "Un poco de todo, que vendo a vecinos del pueblo e incluso a alguna frutería". Confiesa que no declara esta segunda actividad "porque no sería rentable para mí. Si tengo que pagar impuestos, cotizaciones, etc... me comería todo lo que saco al mes, que no son más de 200-250 euros", asegura. Los jubilados españoles se apuntan a los minijobs para complementar su pensión. El problema es que, en ocasiones, esos 'pequeños trabajillos' escapan del control de las autoridades y del fisco.

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